viernes, 8 de septiembre de 2017

A la feria 09/09/2017

Isaías 22:13: "pero ustedes prefirieron gozar y divertirse, matar vacas y degollar ovejas, comer carne y beber vino. Y decían: «Comamos y bebamos, que mañana moriremos.»"

Yo me he criado en Andalucía, una región de España con muchas particularidades, y desde el principio de abril hasta el final de septiembre o incluso octubre en nuestra geografía se suceden las ferias, que a veces van ligadas a las antiguas ferias de ganado, a las fiestas de la cosecha y la vendimia u otras efemérides del estilo. Recuerdo que me gustaban mucho cuando era adolescente, especialmente la de mi pueblo, porque en la feria de tu propio pueblo es como que te entra una euforia especial, las amistades se magnifican y emborrachan de alcohol barato y la gente gasta lo que no tiene. Recuerdo que mi sentimiento era llegar al final de la feria sin haberme quedado sin dinero para el último día, quería tener dinero para todos los días. Lo curioso es que vivía como si el lunes no fuera a llegar, pero cuando llegaba me pasaba un mes sin dinero por mi derroche de feria.

Pero esto es un tipo de comportamiento más habitual de lo que pudiera pensarse, es la mentalidad del que como piensa que la vida y algunos de sus periodos se acaban, ese final no significa nuevos comienzos. Y vivimos felices de que ese final llega pronto, derrochando sin medir que en el nuevo comienzo puede ser que necesitemos algunos recursos, y vemos como siempre nos coge por sorpresa la cuesta de enero o el inicio del cole, es un hecho que estos dos momentos del año son difíciles para muchos de nosotros por una mala planificación de las etapas anteriores, la Navidad y el verano, que nos hacen derrochar y tener luego que estrujar nuestras mentes para poder arreglar esa falta de planificación. Porque la vida suele continuar siempre, nos guste o no, y pensar en lo que vendrá después es un modo muy responsable de actuar.

Y a un cristiano no le vale esa filosofía de vivir al límite hasta el fin de tus días porque creemos que nuestros días no tendrán fin. Esa es la verdad, no tenemos la necesidad de vivir como si lo de aquí se fuera a gastar porque lo que está por venir es mucho mejor, y no tengo ni la más mínima duda al respecto. Por eso soy muy crítico cuando en la Iglesia escucho esos paradigmas humanistas de "ámate mucho, porque nadie más lo hará", o "vive como si fuera tu último día" o "lo que no hagas hoy ya nunca podrás hacerlo", porque no solamente no son bíblicos, que no lo son, sino que además son mentiras. Nosotros no diremos esas cosas, ni nos dejaremos cambiar por paradigmas humanos, nosotros diremos "ayunaremos y oraremos, porque mañana viviremos", por la gracia de Dios. Hermano ¿Y si vivimos como si la eternidad ya fuera real en nuestras vidas? Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

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