viernes, 31 de marzo de 2017

Igual que su Papá 01/04/2017

Mateo 5:9: "Dios bendice a los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Dios."

Hoy estaba entrenando, y en esos momentos de agotamiento físico en los que el cuerpo no puede, me paré y observé cómo el dueño de mi gimnasio jugaba con su hija de casi dos años. Y el modo de jugar que tenían, y de comportarse decía mucho del modo de ser de él como padre y de lo que él valoraba de ella. Él, como todos los padres y madres, estaba orgulloso de lo bueno que ve de él en ella. Los padres y madres que juegan a un deporte se alegran si sus hijos los imitan y quieren aprender. Da igual que sea boxeo que pádel, vela que rugby, y se suele decir esa frase de: "Es igualito que su papá/mamá". También ocurre con la música o cualquier habilidad que uno tenga y se reproduzca en sus hijos, también pasa con las pasiones, como los equipos de fútbol, las hermandades, los clubes a los que pertenecen o la afiliación política. Es un proceso que define la propia paternidad y como ésta se relaciona con el niño.

A su vez, nuestro Padre Dios también se complace en aquellas cualidades de Él, puestas por Él en nosotros y que brotan de nuestro comportamiento mostrándole a mundo que Él es. Sin embargo, tal es el componente agresivo y pendenciero, incluso a veces belicoso, que el corazón del ser humano encierra, que el Señor señala que aquellos que traen la paz serán llamados sus hijos. Él no se avergonzará de decir que son sus hijos cuando hable de aquellos que traen la paz, que son llamados pacificadores. Y es un punto importante el preguntarse si somos hombres y mujeres que traen la paz a este mundo, a nuestras ciudades, a nuestras familias, iglesias y comunidades vecinales. Hay que saber claramente de que lado estamos en los conflictos, del lado de la paz o del lado que aumenta hasta la batalla, del lado del pacto o del lado de la ruptura.

Y es que este versículo tiene otra lectura también. Porque nosotros usamos el nombre de Hijos de Dios, y sin embargo, Jesús dice que sólo aquellos que traen la paz, los pacíficos, los pacíficadores, los hombres y mujeres de pacto, pueden ser llamados hijos de Dios. Es quizás algo más que hay que añadir, no es la única condición, pero tenemos que tener esa condición en cuenta. Es decir, es necesario declarar con boca y corazón quien es el Señor, hay que creer y recibir a Jesús en tu corazón para ser hijo de Dios, hay que mostrar arrepentimiento... Pero el volverse de aquellos que traen la paz habla de lo que ocurre después. Y lo que ocurre cuando una mente y un corazón cambia, es que transforma la tendencia de guerra por una tendencia de paz, que trae la paz. Por eso, el que es cambiado por Dios, que se convierte en un pacificador, si puede ser llamado de verdad un hijo de Dios, y no antes. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 30 de marzo de 2017

Todo 31/03/2017

1 de Samuel 15:15: "Y Saúl le respondió: «Esos animales fueron traídos de Amalec. El pueblo dejó con vida a las mejores ovejas y vacas, para sacrificarlas al Señor tu Dios. Todo lo demás fue destruido.»"

Una de las lecciones que jamás olvidaré de una monja que me dió clases en el colegio fue la lección sobre generosidad. Yo le había dado a un compañero, que siempre tenía falta de material escolar, un lápiz de color verde que me sobraba por tenerlo yo duplicado, y puesto que ella era monja y estábamos dando la generosidad en religión, y además era nuestra tutora, le fui a contar en seguida que es lo que había hecho. Sin embargo ella, que era una persona excepcional, me miró con una sonrisa y me dijo que estaba muy bien lo que había hecho, que muchos no dan ni de lo que les sobra, pero que mucho más bonito hubiera sido que si mi compañero no tenía lápices, hubiera partido yo los míos por la mitad y les hubiera sacado punta, para dar, no de lo que me sobra, sino de lo que yo necesitaba. Yo, ni corto ni perezoso, al día siguiente tenía un estuche completo de colores para mi amigo.

A veces tenemos nuestra propia idea de como se deben hacer las cosas de Dios, Saúl tenía su propia idea de como debía servir a Dios con los amalecitas, y pensó que estaba agradando a Dios, su intención era buena. El pueblo, seguramente algunos del pueblo de su confianza, le había dicho que hiciera otra cosa, y Saúl se dejó influenciar. Y Dios es duro con Él, retirándole la corona, pero tenemos que entender que, para el Señor, un rey de su pueblo no puede poner por delante el consejo de nadie que la palabra de Dios. Esto me habla de que cuando pretendemos ser obedientes, lo hacemos muy mal, porque lo hacemos según nuestro criterio, y fallamos o usamos mal la palabra de Dios. Se me ocurre pensar en el diezmo, del cual, cada uno tiene su propia idea de como realizarlo. Pero cuando estudio la palabra, en hechos, veo que los cristianos daban todo, todo lo que tenían. Y aquellos que no... Morían (Hechos 5:1-10).

Quizás es que no entendemos que lo que Dios pide de nosotros es nuestro todo. No una porción, no una parte de nuestro amor, nuestra economía, nuestra familia, nuestro dolor... Quizás olvidamos que Dios lo quiere todo, y nos agarramos a ciertas normas sacadas de contexto. Saúl se agarró a la ley que regulaba la ofrenda, para hacer lo que él quería, en contra de un mandato directo de Dios. También decían lo mismo los fariseos que desamparaban a sus padres porque decían que lo que les sobraba era Corbán. Realmente es que con una Biblia en la mano se puede hacer un falso cristianismo o un cristianismo a medias, como yo hacía mi generosidad a medias. Seamos cristianos del todo, sirviendo al Señor obedeciendo su palabra. Tenemos un todo de nuestra vida que ofrecer a Dios, completamente, de verdad, y estamos llamados a hacerlo desde lo más antiguo de la palabra de Dios. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 29 de marzo de 2017

En ruinas 30/03/2017

Salmos 74:3: "Ven a ver estas ruinas interminables: ¡mira cuánto daño ha hecho el enemigo en tu santuario!"

Una de mis películas favoritas, es una película de los 80 de marionetas que se llama el cristal oscuro, de Jim Henson, en esta película se nos presenta un mundo dividido entre lo bueno y lo malo, porque el cristal que gobernaba todo el planeta fue dividido, y al ser dividido, toda la realidad fue dividida con él. Una de las cosas que mostraba esta película, era una realidad como en ruinas, como desdibujada. Pasa un poco igual con el Señor de los Anillos, donde todo el libro y la película tienen una especie de patina que muestra como si todo lo creado hubiera tenido un tiempo mejor estuviera pasando ya por la época de declive. Sin embargo, en ambas películas, cuando la realidad es restaurada en una por el cristal, y en la otra por la muerte de Sauron, el mundo recupera su explendor y la gracia de su creación. No es por que aparezca, es como si siempre hubiera estado ahí pero desdibujada.

A veces no entendemos que nosotros vivimos una realidad desdibujada, pero esto es simplemente porque no vemos ni hemos conocido otra realidad con la que en comparar. Por eso hay muchas personas en el mundo que no creen en que estemos viviendo en una naturaleza caída, a pesar de que todo se corrompa y se mueran. De hecho para los propios cristianos es difícil pensar cómo sería una realidad restaurada, y en pocas ocasiones nos imaginamos esta realidad para la que hemos sido diseñados. Sin embargo la palabra dice que nosotros somos a imagen y semejanza de Dios pues somos hechura suya, y si lo somos... ¿Cómo puede ser que seamos tan imperfectos? Ciertamente, si nos miramos ahora mismo, somos muy imperfectos. Pero tenemos que mirarnos en la realidad temporal en la cual nos mira Dios, que no está sujeta a los mandatos del tiempo que conocemos.

Por eso, es justo decir que Dios nos ve perfectos a imagen y semejanza suya, pero ahora mismo, en nuestra realidad temporal, estamos en ruinas. Somos una ruina de la gloriosa creación que Dios hizo, que será restaurada, pero aún no. En la creación no hay otra criatura que muestre más la gloria de Dios que el ser humano, pero somos como las ruinas de un castillo que muestra como ese castillo pudo haber sido, pero no tiene ni la utilidad y puedes dar el servicio que dio cuando estaba recién construido o si está restaurado. Tenemos que esperar el día en que Dios nos termine de restaurar y entonces veremos la realidad de un modo que ahora mismo no podemos ni llegar a concebir. Entonces, cuando Dios restaura su obra, los colores nos parecerán mucho más vívidos que los de aquí, los olores más agradables, los amaneceres más luminosos, todo será mucho más hermoso de lo que podemos pensar. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 28 de marzo de 2017

Amor de juventud 29/03/2017

Proverbios 5:20: "Hijo mío, ¿por qué perder la cabeza por la mujer ajena? ¿Por qué arrojarte a los brazos de una extraña?"

Uno de los primeros regalos que recuerdo que me hicieron cuando era niño fue un peluche de un perro de una marca que se llamaban "perritos tristones", de hecho no recuerdo un tiempo antes de que me lo regalaran. Era un peluche muy suave que, debido a mi modo tranquilo cuando era un bebé y pequeño hasta los tres o cuatro años, fue una de mis entretenimientos favoritos durante mucho tiempo. Años después, cada Navidad y cada cumpleaños, recibía algunos juguetes, esos juguetes, al principio suscitaban una gran emoción en mí, y una atracción a mis sentidos. Pero después de un tiempo, no llenaban el espacio afectivo que ese peluche que estaba sobre mi cama llenaba. A día de hoy, conservo muy pocas cosas de mi niñez, una colección de minerales, algunos insectos disecados, y entre los pocos juguetes que quedan, queda ese peluche del perro tristón con él el que ahora también juega mi hija.

Nuestro corazón es sin duda inescrutable, es muy difícil de entender el corazón de cualquier ser humano. Por eso Dios dispone unas normas en su palabra para que no acabemos tan dañados que no podamos resistir vivir con nuestro propio corazón. Estaba pensando, que en la adolescencia y en la juventud, los enamoramientos son muy fuertes y a la vez muy intensos, y que esto tiene un porqué. En esas edades, cuando nos enamoramos de alguien, a los dos días podríamos dar la vida por esa persona, es algo de un poder inimaginable. Sin embargo, nos recuperamos de una ruptura con una facilidad pasmosa, podemos romper y a las dos semanas estar bien. Pero cuando cumples unos años, enamorarse es más difícil, cuesta trabajo, y una ruptura puede llegar a tardar años en recuperarse en nuestro corazón. Estamos hechos para enamorarnos de jóvenes y sernos fieles por el resto de la vida.

Todo esto tiene un propósito en los planes de Dios, y es que creo que si la palabra nos habla en muchas ocasiones de cuidar bien nuestro corazón, y también de guardar nuestro amor de juventud, es porque Dios nos diseñó para enamorarnos y compartir nuestra vida con alguien una sola vez. Ahora bien, es verdad que igual que con el juguete, pueda ser que el tiempo y la monotonía hagan que veamos a esa persona con menos excitación, con menos intensidad. Pero puedo asegurarte algo mi hermano y mi hermana, que el día de mañana cuando aparezca un juguete más nuevo, vas a tener excitación por conocerlo, pero no va a llenar el espacio afectivo que tu corazón tiene diseñado para tu ayuda idónea,Jamás ese peluche de tu infancia va a ser sustituido en tu corazón por ningún juguete nuevo, es más con el tiempo ese nuevo juguete te cansará y solo sentirás arrepentimiento. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 27 de marzo de 2017

Victoria pírrica 28/03/2017

1 de Samuel 2:12: "Los hijos de Elí eran unos malvados, y no reconocían la autoridad del Señor."

Cuando yo era pequeño, tenía un amigo que era enfermizamente competitivo, tanto era así, que un día hicimos un equipo para un torneo de verano y llego a echarnos a todos sus amigos por meter a gente que jugaba mejor y poder ganar el torneo. Para él era tan insufrible perder que se ponía enfermo y hasta gritaba y se enfadaba de tal modo que era imposible tratar con él. Uno de los grandes problemas que tuvo que afrontar, fue que en ese torneo concretamente cuando llego a la final con su equipo personalmente confeccionado, no había nadie para verle ni animarle, no había con quién disfrutar la victoria, se quedó solo. Era el viejo concepto de la victoria pírrica, el vencer pero a tales costas que no mereció la pena esa victoria ni fue posible celebrarla ni disfrutarla. Porque si algo he aprendido, es que la victoria no es tan importante como para prostituir a personas y principiod con el fin de alcanzarla.

Cuando leemos los principales libros históricos de la Biblia, como Samuel, Cronicas, Reyes, nos damos cuenta de que hay un mal que aquejó a todos los grandes hombres que conformaron la fe de aquellos tiempos. Los mejores sacerdotes, profetas y caudillos cayeron en el descuido familiar. Y esto lo sabemos porque en muchas de sus historias hablan de la maldad en la que estos hijos se metieron, o directamente relatan historias de sus crímenes. Y si fuera sólo el caso del hijo de Samuel, o de otro de los hijos de algún otro profeta, podría ser un tema casual. Pero a mí me invita a pensar que la repetición de este patrón, habla de hombres tan absorbidos por el Ministerio que olvidaban dar una educación y un testimonio buenos a sus hijos. David también tuvo grandes problemas derivados de una mala gestión de la relación con sus hijos. Y esto es algo que no debe ocurrir en el Reino de Dios.

Es cierto que en este devocional hemos hablado antes de que el reino de Dios ha de ser lo primero para los cristianos, pero dentro de lo que es el reino de Dios, debe estar la propia educación y el testimonio de nuestros hijos. Porque no puede haber reino de Dios sin un crecimiento de la Iglesia y este no puede darse si abandonamos a nuestros hijos por el ministerio, porque ¿En qué nos diferenciamos entonces de los no creyentes? ¿Qué nos hace diferentes? Como hombres y mujeres de Dios estamos llamados a sembrar en casa lo que sembramos en la calle. Hacemos lo posible para que nuestros hijos puedan tener en el futuro un encuentro especial con Dios, y les amamos con el amor de Dios, que lleva aparejado disciplina y afecto en partes iguales. De nada nos servirá tener ministerios exitosos si perdemos a nuestros niños en el camino, será una victoria pírrica, celebraremos la victoria solos. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 26 de marzo de 2017

Hormiga o cigarra 27/03/2017

Daniel 7:18: "Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y lo poseerán hasta la eternidad y para siempre."

De pequeño siempre nos contaban un montón de fábulas para que nosotros entendiéramos algunos conceptos de la vida, hoy en día parece que estas fábulas han desaparecido del imaginario colectivo, pero no sé porque Dios me ha hecho recordar algunas de ellas treinta años después. Y hoy estaba pensando en una que se llamaba la cigarra y la hormiga, y que mostraba que una cigarra vivía la vida disfrutando del buen tiempo y comiendo de lo que se encuentraba, y una hormiga pasaba el buen tiempo trabajando para poder guardar para el invierno y sobrevivir. En el fondo son dos modos de vida y de supervivencia completamente lícitos. Una vida de ocio pero que no tiene muchas miras en el largo plazo, y otra vida haciendo muchos sacrificios, pero con muchos beneficios a largo plazo. Mi padre solía decir acerca de los estudios, que uno puede elegir si llevarse diez años de su vida muy incómodo y luego tener una vida más o menos cómoda, o llevarse diez años de tu vida muy cómodo y luego tener una vida incómoda. Es el mismo principio pero ilustrado sin insectos.

Y ayer, mientras escribía, pensé en este principio aplicado al espíritu. Uno puede en la vida elegir si vive según sus principios, pecando, y disfrutando de lo que la carne nos puede ofrecer con un resultado espiritual, o puede elegir una vida más sacrificada, según los principios de Dios y sirviéndole a él, pero con un resultado espiritual muy distinto. Y esto es así y es tan natural como la propia naturaleza, es lícito elegir cualquier forma de vida que nos apetezca, es lícito decidir seguir nuestros impulsos carnales, pero cada tipo de vida conlleva unas consecuencias, y esas consecuencias son inamovibles. Además no va a ser demasiado relevante el que uno alegue que desconoce esas consecuencias. Es real y parte de la vida tener este conocimiento, uno puede verlo con los animales, uno puede verlo en la vida... En este sentido no existen terceras realidades ni cuartas, lo único que existe es una dualidad: o uno vive para el reino, o para sí mismo, pero no puede existir alguien que viva para una tercera cosa.

Ahora bien, si acabamos de obtener este conocimiento, si jamás habíamos reflexionado en estos principios, es importante que tomemos decisiones ahora. Podemos elegir el disfrute de la eternidad por el tiempo presente. No obstante, el disfrute de la eternidad también implica disfrute en este mundo aunque en menor medida y con algunos sacrificio. Pero no quisiera que llegado el momento alguno de mis lectores se arrepintiera de no haber estado orientado y enfocado en los principios del reino que conducen a la eternidad. No está bien, que alguien crea que esto puede ser a dos bandas , que esta vida podamos vivirla, no complicándonos ni avisando sin cesar a aquellos que no conocen a Dios, que puedes ser amigo de Dios y del pecado. Que nadie te engañe, no existen los cristianos "no practicantes", no vale con animar a las hormigas desde la sombra de un árbol mientras nos tomamos una limonada, no funciona así. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 25 de marzo de 2017

Taparse los oídos 26/03/2017

Taparse los oídos 26/03/2017

Hechos 28:27: "Porque su corazón se ha endurecido, Y sus oídos son incapaces de oír. Han cerrado sus ojos, para no ver ni oír, ni entender bien; para que no se conviertan y yo los sane.”

Cuando yo era pequeño, mi padre me enseñó que responder con violencia cuando alguien me insultaba, era un modo de proceder muy primitivo. Por lo tanto, me dijo que si alguien decía algo que no me agradaba, como un insulto, debía decir una frase que era algo así como "cucurucho, que no te escucho", o "no te escucho, cara cartucho". Cuando esto lo hacía, contra un insulto, era una manera sabia de responder, pero cuando lo hacía porque alguien me estaba diciendo una verdad que no quería oír, se convertía en una manera infantil de proceder. Porque un adulto se diferencia de un niño en qué es lo suficientemente maduro para escuchar lo que le tienen que decir le guste o no. Todo aquel que sea capaz de aceptar una reprensión, es sabio porque aprenderá de toda situación... en cambio el que no la quiera escuchar, se quedará estancado en su momento actual.

La Biblia explica este principio en numerosas ocasiones, tanto en los Proverbios, como en Eclesiastés, y los Salmos. Y luego lo explica durante todo el transcurso de la Biblia a través de diferentes situaciones. De hecho, en la mayoría de las ocasiones en que el pueblo se comporta de una manera infantil, es porque no escucha la Palabra de Dios ni su reprensión, porque se da la vuelta y se tapa los oídos como un niñito pequeño. Hoy en día vivimos en un tiempo donde la gente no quiere escuchar a Dios porque no le conviene escuchar a Dios. La gente no quiere creer en Dios, porque si creyera en el, todas sus vidas se desmorona harían, todo en lo que han creído y sobre lo que han cimentado su existencia tendría que cambiar, y la gente tiene mucho miedo al cambio, especialmente si alguien puede prohibirles o desaconsejarles hacer algo que quieren hacer.

Y nosotros como ​Iglesia vivimos con los sesos estrujados buscando la manera de abrir los oídos de quien no quiere escuchar y los ojos de quien no quiere ver. Y a lo mejor eso no funciona así, a lo mejor no es útil gritarle a quien se tapa los oídos. Porque cuando oigo, uno tras otro, los testimonios de personas que han aceptado al Señor en sus vidas, en todos, sin excepción, media un grado de apertura al Señor, un aflojarse las vendas y destapar un oído para percibir al creador. Quizás nuestros esfuerzos deban centrarse en que nuestra voz sea audible y clara siendo canales de la voz de Dios para que estas personas la oigan. Y en cuando a los que se tapan los oídos, sólo hay un modo de que se lo destapen, y es que tengamos un testimonio puro que avale los que hablamos con la boca, que vivamos una vida que resulte imitable, sólo por eso, muchos pueden ser salvos. Siempre, bajo la cobertura del Señor. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 24 de marzo de 2017

De cara a Dios 25/03/2017

Zacarías 7:11: "Pero ellos no quisieron escuchar, sino que volvieron la espalda y se taparon los oídos para no oír;"

Hay un chico al que entrenaba que tiene una historia bastante triste. Por razones relacionadas con la educación que recibió de sus padres, desarrolló una rebeldía fuera de lugar, hacia casi toda forma de autoridad. A mi me costó ganarme su respeto, pero no un mes o dos... Casi dos años apagar esos fuegos que lo consumían. Recuerdo que cuando tuvo suficiente edad, le volvió la espalda a sus padres, de tal modo que salió de casa y y se fue a vivir por su cuenta. Sus padres entonces reflexionaron, y se dieron cuenta que habían perdido la relación con su hijo, pero aunque le pidieron perdón y que volviera a casa, él no quiso aceptar sus disculpas. Pero no contento con eso, hubo una disputa familiar por una herencia, y él no solamente le volvió la espalda a sus padres, sino que además se puso en su contra apoyando a uno de sus tíos. Lo que le pasó después fue que en el momento en que los necesito, ya fue demasiado tarde y ya sus padres no quisieron aceptar su disculpa ni volver a tener una relación con él.

Hoy hablaba con una buena amiga de Venezuela, que me cuenta, cada día, como ese país se va desmoronando mas y mas en una crisis interna que le consume y le está llevando a la insurrección y la guerra civil. Y no quiero ser exagerado ni político, simplemente quiero describir una situación que se está dando. Y a veces, en el mundo, los países vuelven la espalda a Dios, en cierto modo se olvidan de él o declaran su no existencia. Pero el problema es cuando uno de estos países le declara la guerra a Dios ya su Iglesia, insulta el nombre del Señor y a veces incluso lo desafía. Cuando te pones de enemigo de Dios amigo mío, no estás teniendo una buena idea. A todos los efectos, es mucho más sabio que el país en cuestión tenga una religión equivocada, o una idea de Dios equivocada antes que los dirigentes le declaran la guerra a la iglesia o desafíen al Señor Altísimo.

Y esto no ocurre sólo a nivel nacional. Si tú eres una persona que le declara la guerra Dios, atente a las consecuencias. Si eres un grupo social o de amigos que le declara la guerra Dios, atente a las consecuencias. Si eres una compañía que le declara la guerra Dios, atente a las consecuencias. Y si eres un grupo político, una religión, o cualquier otro grupo diferente en el cual se condicionen las creencias de la gente y le declaráis la guerra a Dios, atente gravemente a las consecuencias. Porque quizás tu padre haya estado mucho tiempo esperando perdonarte, quizás tu padre esté como en el hijo pródigo, esperando en el umbral de la puerta tu llegada. Pero si te vuelves su enemigo el Señor no tiene piedad para quienes les declaran la guerra a sus hijos o a Él. Hemos visto a esta generación taparse los oídos y darse la vuelta para no escuchar lo que tiene que escuchar porque no quiere escucharlo. Pero ese gesto no será tenido en cuenta cuando sea necesario. Yo prefiero seguir de cara a Dios y en su familia. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 23 de marzo de 2017

A través de una caja de cereales 24/03/2017

Números 22:30: "El asna le contestó: «Pero, Balaam, ¿acaso no soy yo tu asna? Desde que me tienes, y hasta este día, tú has montado sobre mí. ¿Acaso te he tratado así alguna vez?» Como Balaam respondió que no,"

De chico nos gustaba ver,  a mi hermano, mi padre y a mí, la serie McGyver. McGyver era un héroe que era capaz de resolver muchas situaciones haciendo uso de su ingenio y habilidades. Una de las cosas que más nos gustaba era que McGyver nunca usaba armas, las detestaba, así que siempre se veía envuelto en situaciones complicadas, y para mi, dentro de esas situaciones, una de sus habilidades más útiles y la que más me sorprendía, era la capacidad de comunicarse desde lejos a pesar de estar encerrado o incomunicado. Si McGyver quería hacerse oír, no debías tú preocuparte de nada, porque se haría oír de un modo o de otro. Y esa era la clave, él tenía la determinación y el talento para hacerse oír incluso atrapado debajo de un tanque de agua, siempre había algo que le permitía comunicarse. Aunque claro, no existen muchos hombres como McGyver en la vida real.

La verdad es que siempre me ha impresionado la capacidad de comunicarse que tiene el ser humano. Y esta capacidad casi ilimitada de comunicarse es un claro ejemplo de forma que tiene Dios de demostrar que el ser humano es su obra. Porque al fin y al cabo, sería extraño pensar, que el ser humano es el único que puede comunicarse de formas tan variadas y complejas cuando otros animales que no están lejos evolutivamente de nosotros no son capaces. Podemos comunicarnos de manera oral o gestual. Podemos comunicarnos de manera escrita, directa, indirecta, con códigos. Podemos comunicarnos con jeroglíficos, con arte, con un montón de formas aún crecientes que aún hoy en día siguen creándose. Y para mí esto es un claro ejemplo de que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios que es multiforme, en sus formas de comunicación también.

Desde que me convertí he tenido la absoluta certeza de que no se trata de lo que el predicador, el escritor, o aquel que está transmitiendo la palabra o conduciendo la alabanza pueda hacer. Porque lo realmente relevante es lo que Dios puede hacer de lo más pequeño. Una de las cosas que cuento como anécdota, es que Dios me ha hablado a través de muchas películas no cristianas, fruto de la comunión que tenía al estar viéndolas. No estoy diciendo con esto que no sea importante formarse, que no sea importante conocer la palabra y el contexto, pero digo que incluso en una predica inexacta, Dios puede hablar a su pueblo, incluso en una alabanza sencilla con músicos novatos, Dios puede ser glorificado. Porque no se trata de nosotros, se trata de Él, y si no estuvieras tú ya predicarían y cantarían las piedras. Porque Dios puede hablarnos incluso en una caja de cereales. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 22 de marzo de 2017

Como Rocky 23/03/2017

Proverbios 24:10: "Si en momentos difíciles te rindes, muy limitada es la fuerza que tienes."

Hay un género en el cine que tiene alguna de nuestras películas favoritas, y es el género de superación personal. En este género, la película puede ser de deportes, policiaca, de vacaciones y otras muchas temáticas, pero nos gustan mucho porque vemos como una persona o varias, luchan contra una gran adversidad para poder vencerla, ya sea para dejar su grano de arena para las demás generaciones, ya sea para conseguir algo propio. Yo siempre digo que todos los cuentos de hadas comienzan con una tragedia, intenta sino observarlo. La Cenicienta era una huérfana, caperucita roja era una niña que cuidaba a su abuelita enferma, La Bella Durmiente tenía un maleficio desde pequeña, todos los cuentos que nos han contado desde pequeños empiezan con una tragedia. Porque al fin y al cabo la vida está repleta de tragedias. Nos encontramos diariamente con historias de personas que lo pasan muy mal y lo único que cambia con respecto a otras historias, es la determinación de ser feliz de los protagonistas.

Yo creo que por eso nos gustan tanto las películas de Rocky, especialmente a los hombres, pero también hay mujeres a las que les gusta. Nos gustan porque Rocky es un personaje que está afrontando siempre dificultades muy grandes, que lidia con la pobreza, con la delincuencia y con muchas otras tentaciones y no sucumbe, sino que, basado en su fortaleza de carácter, y en sus sueños, nos persigue hasta el final para lograr la felicidad. Porque esta es la enseñanza que nos debe dar este personaje, el no parar de buscar la felicidad allá donde vayamos. Todos nos podemos identificar con Rocky cuando vemos algunas de sus películas, cuando vemos el ansia que tiene de triunfar cuando es joven, cuando vemos la melancolía que siente, la tristeza ya de mayor, cuando lo único que pide es que se le deje boxear, que se le deje ser lo que él es, un luchador. Personalmente, me ha servido mucho durante mi vida en momentos de desmotivación ver las películas de Rocky, son como una inyección de ganas de luchar.

Y la Biblia habla de que las ganas de luchar no podemos perderlas nunca. Podemos perder todo lo que es físico, económico y humano, pero debemos seguir intentando luchar por el reino de Dios y por la felicidad. No recuerdo ningún cuento de hadas en el que el protagonista se rindiera e hiciera de sí mismo un victimismo. No recuerdo ninguna de las películas de Rocky en la que dejara de entrenar y renunciara, y créeme querido lector cuando te digo que el entrenamiento de Rocky no es divertido, ni fácil... Todas las cosas que merecen la pena en este mundo se consiguen con mucho trabajo y sufrimiento. Un matrimonio exitoso, con trabajo y sufrimiento; una carrera exitosa, con trabajo y sufrimiento; unos hijos bien educados, con trabajo y sufrimiento; Jesús salvó a la humanidad con trabajo y sufrimientos... Nadie jamás ha conseguido ser feliz haciéndose la víctima, créeme, mira como lo hizo Rocky. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 21 de marzo de 2017

Sin Chetos por favor 22/03/2017

Levítico 19:31: "»No recurran a los encantadores ni a los adivinos. No los consulten ni se contaminen con ellos. Yo soy el Señor su Dios."

Cuando era joven, a veces iba a jugar a un juego de guerra en red que se llamaba "Counter Strike". Era un juego que se jugaba en ciber cafés porque por internet había poco ancho de banda para jugar, con la modernización de la tecnología dejó de jugarse en cibers y la gente empezó a jugar en casa. Pero una cosa que ningún jugador soportaba era que alguien intentara jugar con Chetos. Los Chetos (Del inglés "Cheats", trampas) eran unos programas hechos por piratas que permitían capacidad superior al resto de manera ilícita, capacidades como visión especial, balas ilimitadas y otras. Por un lado estaba mal porque era hacer trampas, pero es que además, una vez pasada la diversión inicial de usarlos, el juego se volvía tan poco retador y emocionante que tenías que buscar más Chetos, era de hecho un poco adictivo. Al final el chetero era un paria en el juego, que no sabía jugar bien sin ellos, y que eran adictos a seguir usándolos, por tanto, nadie quería jugar con ellos ni contra ellos.

En el mundo real hay una forma de acudir a la piratería y a los Chetos, como si la vida fuera un juego, y parece que es tema tabú en nuestras iglesias hablar de brujería o adivinación, del tarot o de cualquier forma de esoterismo, pero aunque ahora no se esté viviendo un repunte de estos temas como en los noventa, podemos ver canales de televisión que se dedican en exclusiva a esto o que ponen horas de esta programación. El negocio de lo esotérico sigue siendo rentable, y si bien, en esta época la Iglesia no va a perseguirlo como antaño, si que ha de luchar con un espíritu igual de combativo. Las trampas sirven para que "el pirata" te haga creer que puedes ganar más fácilmente en el juego, te dan la solución a los enigmas y te dan tus peticiones sean justas o no, las merezcas o no. Porque a Él no le interesa que ganes o pierdas sino que le pertenezcas.

Y por eso te da los Chetos, para que seas adicto, para que te dé miedo enfrentarte a la sorpresa de poder fallar y equivocarte en la vida... Saber el futuro, hacer que alguien se enamore de uno, conseguir un trabajo... Todo sin pasar por el que de verdad puede dártelo plenamente. Estas cosas son pecado porque son hacer trampas, son pecado porque quieren usurpar el lugar de Dios, son pecado porque te hacen perder la voluntad. Y no podemos pensar en ellas como en un juego... No es el juego del horóscopo, ni el juego de la güija, no es el juego de ir con un amigo a que nos echen las cartas... No, porque si uno se equivocaba en aquel juego y hacia trampas sólo tenía que salir del juego y volver a su vida, pero las trampas en esta vida te pueden hacer perderlo todo, no sólo en el plano económico, a todos los niveles, en todas las facetas de tu vida. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 20 de marzo de 2017

Tratamiento incompleto 21/03/2017

2 de Reyes 2:2: "«Dios me está enviando a Betel. Tú quédate aquí.» Pero Eliseo le respondió: «Juro por el Señor y por tu vida, que no te voy a dejar.» Así que los dos se fueron a Betel."

En los inicios de la edad media, se desencadenó un periodo de retroceso en las ciencias y el conocimiento que bien podría llamarse como edad oscura. Y es que los pueblos que conquistaron Europa no eran amigos de la educación y el estudio. En la novela "el médico" de Noah Gordon, puede verse muy bien este hecho, cuando el chico queda fascinado por las artes de un barbero/cirujano, este lo toma como su aprendiz y le enseña sus remedios uno a uno, de hombre a hombre. Luego el protagonista, a raíz de un contacto con judíos, decide ir a estudiar a una escuela de medicina a cualquier coste. Sin embargo, al final, siempre acaba retrayéndose a su etapa como aprendiz de barbero, y a algunas cosas que aprendió estando allí, a la relación que levantó con aquel hombre hosco que, lo mismo levantaba una infección para limpiarla que te sacaba las muelas picadas.

Yo tengo la gran suerte, creo yo, el gran privilegio, de haber conocido al Señor Jesús en el seno de un aprendizaje persona a persona y no es un gran evento. Hoy, mientras escribo, hace exactamente cuatro años que acepté al Señor en casa de mi hermano Marcos Cruz, y esto había sido consecuencia de una acción intencionada de un grupo de personas que oró por mí, que intercedió por este pecador. A partir de ahí, estuve algo más de un año, yendo semanalmente a casa de Marcos, aprendiendo de su relación con Dios para mejorar la mía, la primera persona que, sin ser mi familia conoció a mi hija Judith fue él, la primera vez que pude llevármela conmigo fue a su casa. Durante ese tiempo se creó una relación de hermano mayor y pequeño que buscan juntos de Dios que nunca ha dejado de ser una realidad. Después de este tiempo, Marcos siguió con otros discipulados, yo con otras formaciones, pero la base ya había sido cimentada. Y creo que este método de persona a persona, no convierte a multitudes, pero al que le toca, lo hace para quedarse siempre. En palabras de Eliseo, "Juro por el Señor y por tu vida, que no te voy a dejar".

Yo creo que debemos esforzarnos más en las acciones de discipulado, siguiendo el ejemplo de Pablo, que evangelizaba, pero después conectaba con la comunidad local y buscaba maestros para los nuevos creyentes, y que además adoptó a varios aprendices en su ministerio (Timoteo, Tito, Filemón...) con los que llevaba este tipo de trabajo hombre a hombre, creyente a creyente. Obviamente al Señor se le puede conocer de muchas maneras, en eventos multitudinarios o en la soledad de tu cuarto, y creo que los ministerios y acciones de evangelismo son completamente necesarios. Pero un ministerio de evangelismo sin estrategias de discipulado es como un médico que te da una medicina pero sólo la primera dosis, el tratamiento es incompleto y no te sanas... Te sentirás mejor un tiempo, pero nada más. Completemos el tratamiento de uno a uno, un maestro con un aprendiz, para tener creyentes firmes y comprometidos con su propia salvación. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 19 de marzo de 2017

Conformista o afortunado 20/03/2017

Salmos 103:10: "No nos ha tratado como merece nuestra maldad, ni nos ha castigado como merecen nuestros pecados."

En una de mis series favoritas de siempre, "Como conocí a vuestra madre", hacen multitud de reflexiones locas, algunas con más acierto que otras. Una de estas reflexiones, decía que era una relación de pareja hay un conformista y un afortunado, uno que relaja un poco sus pretensiones, o sus estándares, por estar con alguien que le hace feliz y otro que no puede creer la suerte que tiene de estar con esa persona. En el fondo esto no es verdad, aunque a veces pase en algunas relaciones, no solo de pareja sino también de amistad o de cualquier tipo, incluso laboral. Una de mis oraciones más profundas al Señor, es que me dé una esposa con la que yo pueda tener una relación de iguales, donde ninguno se sienta conformista y los dos nos sintamos afortunados. Y esto para mí es fundamental, porque si existe un conformista, este puede cansarse de la relación y dejarla, y nunca va a invertir con tanta pasión como un afortunado.

Sin duda, si pensamos en nuestra relación con el señor, llegaremos a la conclusión de que el conformista es él, y nosotros somos los afortunados. No existe con él una relación de igualdad, no podemos considerarnos en esta relación del mismo estatus que él, simplemente porque no lo somos. Pero lo más interesante del Señor, es que Él parece estar comportándose con la pasión de un afortunado, parece sentirse afortunado de tenernos y de amarnos. En cuantísimas ocasiones en las que yo había enfriado mi relación con el Señor, Él ha venido directamente a protegerme del pecado o de situaciones que iban a causar daños irreversibles en mí y en mi familia. Yo he vivido como situaciones aparentemente casuales conspiraban a favor de nuestra relación y en contra de mi pecado. De tal modo que pareciera que el Señor me busca y no se rinde en el intento de evitar que yo pueda dejar la relación.

Esto es una revelación que directamente puede cambiar nuestra forma de pensar, el Señor es tan bueno, que a pesar de que yo le esté siendo infiel, viene a donde yo estoy a pedirme que siga con Él, y evitar que siga siendo infiel y caiga en pecados más grandes. Parece ilógico ¿qué necesidad tiene el señor de venir a buscar a alguien como yo? pero es tal su amor por nosotros, por ti y por mí, que se comporta con la pasión del afortunado. Y nosotros que somos tremendamente afortunados de tenerlo a veces somos tan imbéciles de comportarnos como un conformista. Nuestra primera acción de gracias del día y la última de la noche debe ser: "gracias Señor porque me amas, gracias Señor porque quieres conocerme". Porque expresa un amor de parte del Señor que es completamente ilógico, porque me lo merecemos me tenemos nada que a Él puede agradarle lo suficiente. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 18 de marzo de 2017

A la nueva generación 19/03/2017

Job 1:5: "Una vez terminados los banquetes, Job los mandaba a purificarse; se levantaba muy temprano y le ofrecía un sacrificio al Señor, de acuerdo al número de sus hijos, pues pensaba que tal vez en su interior ellos habrían ofendido al Señor. Esto lo hacía todos los días."

Una de las mejores cosas de ser maestro, o entrenador, es que puedes trabajar para las nuevas generaciones. Esto hace que tu trabajo pueda influir positivamente en la vida de alguien y en su futuro, pero también que puedas hacer de este mundo un mundo mejor. Si queremos cambiar la sociedad, el camino para hacerlo pasa por mejorar la educación. Por eso siempre he pensado que difícilmente vamos a conseguir que un niño adquiera unos valores de golpe, es imprescindible que le enseñemos y inculquemos estos valores que queramos en un proceso educativo que durará toda su vida, o por lo menos, toda su infancia. Por eso es importante que, en los niños que entrenamos inculquemos valores de deportividad, mucho antes que la actitud de competitividad. Porque los valores son terriblemente difíciles de inculcar y terriblemente fáciles de viciar. La sociedad que se vuelca en la educación de sus niños termina avanzando con mucha más velocidad que las otras.

Job sabía la importancia que sus acciones tenían sobre la vida de sus hijos, por eso él siempre preveía las situaciones e iba más allá de lo que él podía ver. El ofrecía sacrificios por si acaso alguno de sus hijos había cometido algo que hubiera desagradado a Dios mientras él no podía saberlo. Porque para él, el futuro de sus hijos era importante para ellos mismos y para su familia y la sociedad. Tal y como ellos tuvieran en valor amar y agradar a Dios, serían más plenos, más felices, pero también su impacto sobre la sociedad que les tocaría conocer sería mayor, y más positivo, en el fondo era la doble capacidad de acción de estas ofrendas de su padre por ellos lo mejor que podía darles a sus hijos. Como padre además era muy poderoso el testimonio de ejemplo que prestaba delante de sus hijos, porque ellos siempre pudieron ver que las bendiciones de su padre provenían de su relación personal, de su alabanza y de su obediencia a Dios.

Por eso es tremendamente práctico que bendigamos sin cesar a los niños, a los nuestros y a los ajenos. Oremos por ellos y oremos con ellos, adoremos al Señor con ellos, que ofrendemos junto a ellos. Porque la generación actual de la Iglesia debe tener un enfoque a la dedicación de estar preparando a la nueva generación que está por sucederle, y esta no son sólo nuestros hijos, hay niños de familias no creyentes por los que hay que orar. Así no sólo nos estaremos preparando para que ellos sean más plenos y felices, sino que además estaremos haciendo de este mundo y de la Iglesia un lugar mejor. Y a su vez les estaremos dando un testimonio de ejemplo que puedan seguir tanto ellos como las siguientes generaciones que han de sucederle. Sí la bendición de un solo hombre, como era Job influyó a tantos y tantos hasta nuestros días fue por su insistencia en preparar a la nueva generación, sigamos nosotros su ejemplo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 17 de marzo de 2017

El valor de la sangre 18/03/2017

2 de Samuel 23:16: "Entonces los tres valientes irrumpieron en el campamento filisteo y sacaron agua del pozo de Belén, y se la llevaron a David, pero él no la quiso, sino que la derramó en el suelo como ofrenda al Señor, y dijo:"

En toda batalla es completamente relevante el valor que los generales den a la sangre de sus hombres. Si ponemos ejemplos, Alejandro Magno venció a los persas porque sus hombres eran soldados libres que le amaban, y él cuidaba de ellos como un padre. Si vemos más recientemente, en la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos vencieron a Japón porque los japoneses tenían la estrategia de defender una posición, a costa de las vidas que fueran necesarias. Sin embargo, los estadounidenses cuidaron mucho más de las vidas de sus hombres y esto les hizo ir ganando batalla a batalla hasta el final de la guerra. Porque el general que valora el esfuerzo, la sangre, el arrojo y la energía puesta por sus soldados, siempre va a tener más opciones en la batalla. Por una razón sencilla, que es que estos hombres se sentirán cuidados y amados y darán la vida por él.

David demuestra en este pasaje de la Biblia el amor que tiene por la sangre y el esfuerzo de sus hombres que, sin pensarlo, se arrojaron a una batalla imposible para satisfacer la petición de su rey. Y la mejor manera que conocía David de demostrar amor por la sangre de sus hombres, era la de dar como ofrenda a Dios lo que ellos habían conseguido, pues era lo mejor que él podía tener en el mundo. La Iglesia de Cristo tiene multitud de ministerios, que trabajan en áreas muy diversas, esto hace que podamos encontrar equipos de trabajo con diferentes grados de jerarquía. Lo que si vemos es que aquellos equipos en los que se valora el esfuerzo y la sangre de los que menos jerarquía ostentan, al final están consiguiendo de parte de estos obreros mucho más esfuerzo y amor por el Ministerio. Cuando esto ocurre, ese ministerio es tremendamente bendecido por Dios.

Y hay muchas formas de demostrar amor por las personas que nos sirven en los ministerios. Podemos, por un lado, darles palabras de afirmación, hacerles algún regalo, podemos hacer un acto de servicio para ellos. Y todo esto estará bien y les motivará a seguir trabajando con ahínco, pero creo que, por encima de todo, es importante que enseñemos en la iglesia, que la mejor manera de demostrar amor por el trabajo, el esfuerzo y la sangre de nuestros​ compañeros de ministerio, es ofrendar parte de los resultados de su trabajo. Porque es sin duda una de las ofrendas más agradables que Dios puede recibir, la del servicio dirigente por su obra. Así que, ya sea que el resultado de nuestra ministerio sean personas, o sea económico, o sea de otro tipo es importante que podamos ofrendarlo a Dios, y si es posible a otro ministerio, no reinvirtiéndolo en nuestro propio desarrollo sino en el desarrollo de otros que estén más necesitados que nosotros. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 16 de marzo de 2017

Con humildad 17/03/2017

1 Timoteo 6:17: "A los ricos de este siglo mándales que no sean altivos, ni pongan su esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos."

La sociedad en la que vivimos es una sociedad fundamentalmente capitalista con matices. Sin duda desde pequeños se nos enseña a valorar a quien tiene dinero por encima de quien no lo tiene. Y es que en una sociedad de consumo, el que puede consumir más cosas, más exclusivas y en menos tiempo es quien lidera la sociedad. Esto lo vemos en el ejemplo de Donald Trump, que es un hombre que ha demostrado tener muy pocos escrúpulos en muchos aspectos, una moral realmente laxa, y sin embargo ha conseguido ganar las elecciones en un partido conservador como el republicano, y para la presidencia de los Estados Unidos. Y se nos enseña que no tener en la vida es malo y que tener es bueno. "Gana, gana y gana dinero hasta que te mueras", "Hazte rico y serás feliz"... Y muchas más consignas así están anidadas en nuestro subconsciente, y es terriblemente complicado hacer que salgan de allí.

Y pasa en nuestro mundo cristiano también. Hemos visto muchas Iglesias en las que personas que diezmaban mucho se creían en la libertad de coartar la independencia pastoral del liderazgo, incluso con amenazas de retirar su diezmo. Es como si el dinero pudiera comprarlo todo, y hay una mentira inalterable en todo esto, el dinero no puede comprarlo todo, no debe al menos. El dinero es la cuantificación del tiempo de gasto humano, y hay cosas que este no debe poder comprar, la integridad de un hombre o mujer santos, la vida humana, la dignidad humana, son aspectos que no debiéramos vender ni tampoco comprar, por eso en la Iglesia estamos en contra de la prostitución y de la pornografía. No sólo porque sean pecados e inciten a pecar, sino porque además son una forma de esclavitud y explotación en la cual se vende algo que no debiera poder venderse.

Pero Dios es maravilloso hasta para comprarnos cosas. Yo no he tenido muchos recursos desde que me convertí, supongo que Dios trata de enseñarme algo que no soy capaz de aprender... El tema es, que aún así, no ha faltado un año en que no tenga una vacaciones en verano, unas Navidades, y una provisión de su parte que es indiscutible e inexplicable. Porque a los recursos humanos de tiempo Dios opone recursos eternos, Dios es rey en la eternidad y por tanto tiene recursos infinitos. No podemos creer que nuestros recursos son fruto de nuestras riquezas, porque todo lo que tenemos viene de aquel a quien le pertenece todo lo que en el mundo hay. No hay nada que no venga de Dios y no sea de Dios, y ninguna altivez es posible porque Dios lo puede quitar igual que lo dió, igual que retiraba y traía la lluvia en tiempos de Elías. La humildad delante de Dios ante todo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 15 de marzo de 2017

Sin amor 16/03/2017

Romanos 3:10: "Como está escrito: «¡No hay ni uno solo que sea justo!"

En las plazas de toros existe la costumbre de indultar a un toro que se ha enfrentado al torero en unas condiciones de fuerza y fiereza tales que merecen ser preservadas en la cría. Esta costumbre data de tiempos ancestrales, incluso podríamos compararla a los indultos que los gobernantes romanos dispensaban a algunos gladiadores y a condenados a muerte por razones varias. El indulto significaba, en estos casos, cambiar un destino más que probable de muerte cercana por el de vida, con lo cual, estos hombres solían mostrar un agradecimiento desmesurado. En otras sociedades cuando alguien es indultado, está agradecido, y no se siente igual que el que es inocente, sino es un culpable al que se le perdonó. Y un culpable indultado no está en el mismo derecho que un inocente de señalar a otros culpables delante de un tribunal, por falta de criterio, entre otras cosas.

A veces en la Iglesia confundimos los términos "justo" y "justificado". La palabra habla de nosotros como justificados, indultados, aquellos que siendo culpables fueron comprados por otro para que pudieran salvarse. No somos justos, no hay un ápice de inocencia en nuestras manos, somos tan culpables de nuestros pecados como cualquier no creyente, esa es la verdad. Por eso me soliviantan aquellos que dicen demostrar el amor de Dios por los no creyentes gritando sus pecados y llamando a arrepentimiento. Disculpen que sea tajante... Pero ¿Quiénes somos nosotros como "justificados" para señalar el pecado de nadie? No somos más que aquellos fariseos en frente de la mujer adúltera... Es la gran hipocresía de los miembros de la Iglesia, que dicen demostrar amor gritándole a alguien pecador. Pues que yo recuerde, la palabra dice que el amor no es jactancioso.

Cuando leemos el letrero de "What would Jesus do?" (¿Que haría Jesús?), No es sólo para que pensemos qué tipo de ropa llevar, qué películas ver o qué lugares visitar, que también. Sino para pensar como trataba Jesús a quien era esclavo del pecado. Hemos recordado el caso de la mujer adúltera, pero Jesús era el que dijo que venía a llamar a pecadores y no a justos, el que se sentaba con publicanos, el que cenaba con prostitutas... El que devolvía la dignidad a quienes no la tenían... ¿Y con quién se enfadaba Jesús? Con los teólogos de su época, que se jactaban de lo justos que eran mientras imponían cargas que ellos no cumplían sobre la gente. Esta Iglesia nuestra aún debe ser reformada, aún debe seguir cambiando para parecerse mucho más a Jesús, aún debe quitarse las vestiduras de fariseo y limpiar mucho más los pies a la gente. Nos van millones de almas en ello. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 14 de marzo de 2017

Sin saber 15/03/2017

Salmos 49:3 "De mis labios brotará sabiduría; de mi corazón, sagaces reflexiones."

"Dedicación especial a mi buen amigo Fran"

En el instituto, hace ya algunos años, yo confundía lo que era la inteligencia con la sabiduría. Yo pensaba que la inteligencia era suficiente para sobrevivir y ser triunfal en este mundo. Y este pensamiento me hacía moverme como si no fuera necesario aprender demasiadas cosas porque pensaba que, al fin y al cabo, el conocimiento era muy accesible, y que era mucho más importante mi parte de resolución de problemas y creatividad para tener una posición en el mundo. Lo que sí es cierto, es que esta posición errónea me hizo vagar durante mucho tiempo por el sistema educativo sin aprender lo que mis profesores me enseñaban, simplemente aprobando. Porque yo no prestaba atención a lo que el profesor explicaba, ni estudiaba en profundidad, y sólo me leía los puntos importantes el día antes del examen esperando que mi creatividad hiciera el resto.

Pero esto tuvo dos consecuencias negativas en mí, en primer lugar como no creaba una base de conocimientos, me costaba mucho entender lo que se iba explicando relacionado con lo anterior. Y en segundo lugar, me era imposible rebatir nada en discusiones porque carecía de conocimientos. Como bien dice un proverbio, la ignorancia es profundamente osada y habla en alto mientras que la sabiduría permanece en silencio escuchando porque es la mejor manera de aprender más. A veces encuentro algo de esta osadía en nuestra amada Iglesia. Y es que, a ciertos niveles en los que me incluyo, nos falta formación, educación y sabiduría. Algunos han argumentado que no se debe aprender acerca de la ciencia y la filosofía porque son mundanas, pero ¿Cómo puedo yo rebatir un argumento erróneo de algún filósofo o científico si no he leído jamás acerca de la filosofía?

Pero no solamente de la ciencia y de la filosofía nos falta sabiduría, a veces no somos capaces de responder ante los no creyentes acerca de preguntas que ellos hacen sobre Dios. Y esas preguntas en su mayoría están respondidas en la Palabra de Dios. No quiero poner ejemplos porque este devocional se alargaría demasiado, pero la mayoría de aseveraciones falsas que hacen los no creyentes acerca de Dios, son en esa osada ignorancia sobre su palabra. Si tuviéramos esa sabiduría basada en la Biblia, apoyada por la ciencia y la filosofía, seríamos verdaderamente aptos para encontrarnos con no creyentes y llevarles la Palabra de Dios. Como dice el salmo cuarenta y nueve: Qué la sabiduría brote de mis labios, y de mi corazón, sagaces reflexiones... Quiero sentirme como Salomón cuando resolvía los problemas del reino, quiero tener esa sabiduría que proviene de Dios. Una Iglesia así no solo impacta a los creyentes, impacta el mundo entero. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 13 de marzo de 2017

Sin hogar 14/03/2017

2 de Crónicas 34:7: "Una vez que terminó de derribar los altares y las imágenes de Asera, y de romper y desmenuzar las esculturas, y de hacer pedazos todos los ídolos en todo Israel, volvió a Jerusalén."

Siempre me han gustado las novelas de literatura fantástica, todas aquellas historias de aventuras, que sucedían en reinos misteriosos, y en las cuales pasaban miles de cosas sobrenaturales. Un punto en común que tienen casi todas estas novelas, es que son mucho más exitosas cuando el héroe no es el héroe perfecto, cuando tiene, o una debilidad, o un lado oscuro, que a priori lo incapacitan como héroe. En todas estas novelas hay un punto donde este antihéroe, se plantea si seguir adelante, o volver a un estado inicial a pesar de que eso pueda suponer la perdición de todo el mundo. Le pasó a Frodo, le pasó a Bilbo, a Drizt do'Urden, e, igualmente, a muchos otros héroes de aventuras fantásticas. Y en todas estas novelas, lo que hace que el antihéroe se transforme en héroe, es su decisión de seguir adelante en vez de vivir la vida cómoda, al menos, hasta haber terminado con su deber.

Jesús dijo que el Hijo del hombre no tenía lugar para reposar la cabeza, y una vez más, es el héroe que, pudiendo elegir la comodidad, toma la decisión de seguir adelante hasta haber terminado con su deber. En el versículo de hoy, y en toda la historia de Josías, vemos como este rey de Israel no fue a Jerusalén a descansar hasta haber derribado todos los símbolos del pecado y de la maldad que había edificado su padre, su abuelo, y otros reyes antes que él. Es como si su sentido del deber, les impidiera sentirse cómodos, o poder descansar en tanto y en cuanto su deber para con Dios no hubiera sido realizado. Es como si este tipo de antihéroe de Dios no pudiera tomar la decisión de ser alguien que vive una vida confortable aunque tenga todos los medios para vivirla. Al menos, mientras siga habiendo necesidad de reconciliarse con Dios o de prestarle algún servicio.

Ese es el tipo de héroe que conquista para el Reino de Dios, el reino de Dios es tomado por hombres normales que deciden salir a conquistarlo en vez de vivir la comodidad de sus vidas. El Reino de Dios, ya ha sido muchas veces expandido por personas, como tú y como yo, que se hicieron extraordinarias por este tipo de decisiones. Y el Reino de Dios te está retando ahora mismo en este mismo instante, para que tú lo tomes en el nombre de Jesús. Tal vez no es necesario dejar el hogar ni a la familia, tal vez sólo es necesario ir a tomar café en la hora de la siesta con alguien que lo necesita. El hecho es romper con la comodidad para vivir una vida de reto, donde continuamente vayamos hacia delante hasta haber cumplido nuestro deber. Esa es la vida de los héroes del Reino, esa es la vida de los hijos de Dios. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 12 de marzo de 2017

Nunca sin Él 13/03/2017

Mateo 19:29: "Cualquiera que, por causa de mi nombre, haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, mujer, hijos, o tierras, recibirá cien veces más, y también heredará la vida eterna."

Recuerdo uno de mis primeros años como entrenador, que nos era muy difícil desempeñar nuestra labor porque los niños acudían a mil cosas. Estaba el inglés, estaba la robótica, catequesis algunos... Había miles de actividades que nos impedían entrenarlos propiamente, mejorar y llevar una disciplina de equipo. Luego además, a pesar de que afecta negativamente, si un niño suspendía, lo castigaban sin venir. Así que al año siguiente conseguimos que los padres firmaran un compromiso de tener a los niños en sólo otra actividad extraescolar, y a que si suspendían, nosotros aplicabamos un castigo propio pero ellos no faltaban a entrenar. Sobra decir que el segundo año nos fue como equipo infinitamente mejor que el primero, y algo que notamos fue como los jugadores en pasaron de anteponer sus intereses personales, a poner los del equipo por delante y después los suyos propios.

Uno de los problemas más típicamente humano, es el de anteponer estos principios personales a los colectivos. Incluso, a veces, ocurre en la Iglesia, que nos anteponemos a los intereses de Dios y del Reino que tanto defendemos. Cuántas veces he podido ver a gente que justifica que Dios es un Dios de familia para excusar su falta de relación con Dios aludiendo a la misma. La familia no puede ser nunca excusa para dejar de tener una relación y una servidumbre al Señor. Porque, en última instancia, es más importante estar con Dios y con sus principios que atender cualquier tema de nuestra vida. Este versículo lo que ninguna manera está diciendo, es que para ser salvos o hijos de Dios debemos dejar a la familia, sino que, en caso de que haya alguna incapacidad de compaginar ambas cosas, la elección puede ser difícil, pero siempre ha de tirar hacia el Señor.

Pudiera ser, que este devocional no te toque demasiado hoy, que no seas una persona a la que su vida le descompagine demasiado el estar en Cristo. Pudiera ser que tú puedas vivir tu vida sin tener que dejar de lado los principios del reino. Pudiera ser que no seas de esos que tiene que elegir. Pero si tú eres de esos que tiene que elegir, si este devocional habla directamente a tu corazón, quizás sea momento de elegir prioridades. Porque créeme, que es mucho más interesante verse sin familia, sin hogar, sin nada material en este mundo pero dentro del reino de Dios, que verse fuera del Reino de Dios con todas las cosas que ofrece este mundo. Todo lo que ofrece este mundo tiene un fin tiene una fecha de caducidad, incluso nuestra familia tiene una fecha de caducidad, pero el reino de Dios va a perdurar cuando nada más perdure. Nunca sin Él. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 11 de marzo de 2017

Sin guías 12/03/2017

Gálatas 3:24: "De manera que la ley ha sido nuestro tutor, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe."

Recuerdo que siendo muy niño, mis padres compraron nuestra primera casa con jardín, era un jardín pequeñito delante y un patio trasero sin asolar, pero para nosotros eran como parcelas. Fue mudarnos allí, y entrarle a mi padre una fiebre por las plantas y árboles de jardín que le duró muchísimos años, plantó jazmines, damas de noche, geranios, un melocotonero y un nectarino. En ese tiempo, observé que cuando mi padre traía un árbol nuevo, durante un par de años, le dejaba un palo de metal clavado en el suelo al cual ataba el tronco del árbol para que fuera creciendo hacia arriba. A aquel palo lo llamaba guía, y era algo necesario para que el tronco tomara estructura y fuerza para sostener las ramas del árbol. Creo al fin lo hacía, normalmente la guía no se retiraba, porque era un apoyo beneficioso para el tronco.

Cuando llegamos al Señor, a veces somos como ese árbol joven que no sostiene su peso, a veces incluso porque estamos dañados. Y es en esas circunstancias donde la ley puede perfeccionarnos, acercarnos a Jesús. En esas circunstancias, el vivir sirviendo en obras puede ayudarnos a parecernos más a Él y a tomar hábitos de vida que al afirmarse se conviertan en actos de alabanza a Dios de olor agradable. Porque una persona madura en su relación con el Señor, entiende que él no peca para hacer que el Señor se agradece su conducta, y le sirve porque ama al Señor, no porque el Señor lo necesite. Sin embargo, para alguien joven o inexperto en los caminos de Dios, una buena solución para acostumbrarse a llevar una vida en estos caminos, es hacerlo por obras e ir entendiendo con el tiempo que lo que le salva no son estas, sino su fe en Dios, y la gracia redentora.

Por eso, como con los árboles jóvenes, las guías tienen su propósito un tiempo, son necesarias en el crecimiento y fortalecimiento. Yo aún mismo necesito mis guías a veces porque mi fe no es suficientemente fuerte. El problema es que a veces podamos perder de vista que esas guías están ahí para llevarnos a Jesús, y empecemos a tener más pasión por la guía que lleva al crecimiento que por el objetivo del crecimiento, porque esto es, básicamente, lo que lleva al legalismo que tanto daño hace a la Iglesia. El capítulo tres de Gálatas lo deja muy claro, no es la ley, no es el punto y coma de la ley lo que hay que observar para llegar a ser salvos y ver a Dios al final del viaje, se trata de espíritu, se trata de un pacto del que eres beneficiario por fe, sólo por fe. Y por fe alcanzarás el Reino en esta realidad y en la eterna. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 10 de marzo de 2017

Sin hablar 11/03/2017

1 de Samuel 1:13: "Y es que Ana le hablaba al Señor desde lo más profundo de su ser, y sus labios se movían pero no se oía su voz, así que Elí creyó que estaba ebria."

Las costumbres de las diferentes culturas humanas a veces me son tan curiosas que paso horas leyendo sobre ellas y no me aburro, no logro aburrirme. Estaba pensando con este versículo en el valor que se le daba a la discreción en el antiguo Japón. En la cultura tradicional japonesa se consideraba que mostrar tus sentimientos en público o contarle tus problemas a alguien era algo indigno. Así que si tu veías a todas aquellas geishas, samuráis e incluso los campesinos, eran personas profundamente discretas a ese respecto. Esto podía verse en el modo en que entendieron y adaptaron la religión budista, convirtiéndola en una versión mucho más discreta y humilde que sus vecinos chinos, y con unos rituales muy elaborados aunque minimalistas. Porque era raro ver a un japonés llorando la muerte de un familiar, o mostrando alegría, su virtud residía en la discreción con la que vivían.

Y es la discreción una parte fundamental de la humildad que el Señor quiere para su pueblo, la palabra dice que en la oración seamos discretos, humildes, también dice "que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha". La Biblia está llena de estas referencias a la humildad y la discreción como valores que Dios tiene en alta estima, que Dios considera importantes para que desarrollemos. Y son importantes por el mero hecho de que Dios quiere gestos para Él, y sólo para Él. No quiere compartir la comunicación con sus hijos con otras personas, y a su vez, no quiere que nadie se enaltezca a sí mismo por su modo de orar o de ministrar, porque toda la gloria es para Él y a Él le corresponde recibirla. Es una mera cuestión de cortesía, nadie hablaría a un pariente querido o a un amigo a gritos por la calle, y si hablamos del ser amado, en la intimidad del susurro.

La verdad es que Ana, la madre de Samuel, es poco mencionada en los diferentes sermones y estudios bíblicos que yo he podido escuchar a lo largo de mi vida como Cristiano. Pero creo que era una mujer que es digna de ser imitada por todos los creyentes. Pocos ejemplos de fe encontraremos más fuertes que los de la fe de Ana, poca vida de oración en intimidad encontraremos más profunda, que la vida de oración en intimidad de Ana. Era una auténtica campeona de la fe, discreta, humilde, en la sombra siempre, pero con un ansia enorme de servir a Dios y de agradarle a Él. Mi aprendizaje de hoy es la odisea de tratar que todos vivamos en un plano de humildad y discreción que, tal vez sea silencioso, pero que de una profunda intimidad en tu relación con Él, que de toda la gloria a Dios, cada gota del mérito sea para Él. Para ser campeones de la fe como Ana. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 9 de marzo de 2017

Sin ver 10/03/2017

Hebreos 11:1: "Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve."

Quisiera contar una historia que inventé hace tiempo. Había un hombre que murió, y empezó a transitar por una extensa llanura dónde todo era brillante y blanco. No había nadie, solamente un hombre que no destacaba demasiado sentado sobre una piedra blanca. Al acercarse a aquel hombre, vio que era medianamente normal, nada indicaba que fuera especial. Así que le pregunto que quién era y el hombre sentado respondió que era Jesús. El hombre extrañado, pues era no creyente, le dijo, "¿así que era cierto? tú existes... Y Jesús simplemente se encogió de hombros, abrió las manos y dijo con un gesto, aquí estoy. El hombre le pregunto: "si existías... ¿porqué no distes más muestras de tu presencia para que creyéramos en ti? seguramente hubiéramos sido mucho más cristianos". Y Jesús le respondió: "¿No te basta con los amaneceres? ¿con las puestas de sol? ¿con las luciérnagas? ¿no te basta con el amor por las personas que te amaron y a las que amaste? Porque yo estaba en todas esas cosas".

La conversación continuaba, pero hoy esta historia me hablaba de la fe, de lo difícil que nos resulta tener fe en la plena definición de la palabra. Está claro, que muchos creemos en Dios, que muchos incluso hemos tenido experiencias personales con Él, mensajes de índole muy individual y mucha acción por su parte en nuestra vida. Sin embargo, éste versículo me habla a mí de convicción en lo que no se ve, de certeza. Y yo a veces me pregunto en que he puesto yo mi conviccion, y sobre qué tengo yo la certeza. Pues no podemos tener convicción o certeza sobre algo que desconozcamos, es imposible. O nos lo muestra el Señor de alguna manera o ni siquiera pensaremos en ello. Por eso permíteme que insista en este concepto, no se trata de creer en Dios, sino de creer a Dios, de creer las cosas que nos ha enseñado y nos enseña.

Y yo creo que hay tres grandes canales para tener más fe. El primero es la Palabra de Dios, es un hecho sobre el que insisto muy a menudo. El segundo canal es la revelación y todos aquellos sueños, mensajes o palabras que Dios nos da directamente a nosotros, en persona, sobre nuestra vida o la de otros. Y el tercero es la forma que tiene Dios de hablarnos a través del medio externo, ya sean otras personas, ya sean situaciones que atravesemos, la propia naturaleza o la conducta social humana. De tal modo, que tenemos muchas formas de escuchar, ver y aprender de Dios en nuestro medio, tan solo tenemos que abrir los ojos y los oídos, pues a veces no vemos lo que está ya allí. Y una vez que los tenemos abiertos, es extremadamente relevante que creamos lo que Dios nos dice aunque no lo veamos, que tengamos la certeza y la convicción. No seamos como aquel hombre que perdió su salvación por no querer ver los signos. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 8 de marzo de 2017

Del equipo 09/03/2017

3 de Juan 1:5: "Amado, procedes fielmente cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos,"

Siempre me ha gustado ser parte de un equipo, tanto, que a ciertas edades, cuando dejé de jugar en uno, pasé a tratar de formar parte del modo que fuera, ya fuera entrenando, siendo uno de los delegados, llevando la preparación física, o siendo asistente del entrenador. Porque en un equipo hay muchas tareas que cumplir, a veces no son demasiado glamurosas, pero si uno sigue en el equipo, puede tener uno parte en la victoria de todo el equipo, uno se convierte en parte de algo mayor que uno mismo. Pero no nos engañemos, cada equipo requiere un alto nivel de compromiso e implicación qué es imprescindible para poder funcionar como tal, ya seas el jugador estrella, o el muchacho que lleva el agua en los descansos tienes que tener el compromiso suficiente. Estar en el equipo implica compromiso y si no hay compromiso, mejor no estar.

Hay veces que uno quiere servir en áreas al Señor y no puede por falta de tiempo, o por circunstancias personales que tienen a uno avocado a no disponer de la posibilidad de viajar, o de tener tiempo suficiente para servir en un área concreta. Y esto hace que haya gente que se desmotiva porque quieren ser parte de lo que Dios está haciendo en determinados lugares o áreas, y participar de las victorias de Dios para el Reino. Pero existe una salida para estas personas, pues hay una posibilidad de involucrarse en el equipo de otros que si están actuando sobre el terreno y que necesitan apoyo ya sea por medios económicos, o por medios de infraestructura, oración, apoyo, cuidados... Y esta es una manera preciosa de funcionar en equipo, y de hacerlo según los dictámenes de Dios. De tal modo que a lo mejor uno no puede irse a África, pero puede apoyar a una persona que está allí ya sea económicamente, o sirviendo de otros modos aunque sea en oración, y de ese modo esta persona está consiguiendo ser parte de una victoria que es para Dios, pero que está siendo parte de un equipo.

Aquí hay un tema importante, que se trata en este versículo de hoy, que es acerca de prestar este servicio, o de pertenecer a estos equipos con especialmente, aquellos que no conocemos, con aquellos hermanos que no son de nuestro entorno. Al principio yo estaba un poco dubitativo y no entendía el porqué, así que fue un tema que puse en oración profundamente. Y Dios me mostró que era un tema relacionado con el hecho de que cuando uno sirve o pertenece al equipo de alguien que desconoce, se está exponiendo, porque el dar de tus recursos a alguien a quien no conoces implica poner tu confianza en Dios sobre esa relación, sobre la protección de esos recursos. Quizás en alguien que conozcamos o amemos podamos confundir lo que es de Dios y lo que es de nuestro pensamiento, porque está claro que con desconocidos, nuestra carne nos llama a no colaborar. Yo te invito hoy a ser parte del equipo, no te escaquees. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 7 de marzo de 2017

El pinchazo 08/03/2017

Mateo 26:39: "Unos pasos más adelante, se inclinó sobre su rostro y comenzó a orar. Y decía: «Padre mío, si es posible, haz que pase de mí esta copa. Pero que no sea como yo lo quiero, sino como lo quieres tú.»"

Cuando era niño, como muchos de mis compañeros, había un momento que temía más que otros momentos, y era el día de la vacuna. Ese día, un enfermero o enfermera venía al colegio, nos ponía en fila y nos pinchaba la tan temida solución de virus debilitados, así nos lo explicaban. Una cosa que aprendí en esa fila, es que uno magnífica el dolor en la espera del dolor. De tal manera que el dolor parece ser más grande de lo que en realidad es. Recuerdo que en aquellos días, algunos lloraban porque no se les viera llorar durante la vacuna, de puro terror, y se paralizaban, por un instante de aguja que duraba diez segundos. Porque los niños, como el ser humano, temen al dolor por encima de todas las cosas, quizás en los niños sea más al dolor físico que en los adultos, pero es el mismo mecanismo. Es como si antes de pelear con un gigante, en nuestra mente lo hiciéramos más grande, te aseguro que nos iba a aplastar.

Las situaciones de dolor que nos afectan a los adultos son otras, la enfermedad terminal de un ser querido, un divorcio, la soledad, la traición de un amigo... De tal modo que no tememos tanto dolor físico, como a este dolor emocional y mental, el cual nos causa pavor, por no poder asociarle una causa física, y por no saber cuánto nos va a durar. Pero mi reflexión de este día es... ¿De verdad creemos que ese dolor es innecesario? ¿Que Dios no se preocupa? ¿De verdad vamos a dejar que el miedo al dolor nos paralice y no nos deje disfrutar del ser querido que se va o de nuestros hijos mientras estamos enfermos o en un divorcio? La Biblia dice más de trescientas veces "no temas" porque Dios sabía que temeríamos. Pero y si supiéramos que ese proceso doloroso es necesario para crecer, para estar más cerca de Dios, para confiar en Él, para ser más grandes en Él... ¿También sufriríamos igual?

Cuando uno llegaba, finalmente, al momento del fin de la cola en el que te ponían la vacuna, te dabas cuenta que, en efecto, era sólo un pinchazo, el dolor se pasaba en quince minutos, y después se te olvidaba que te habían pinchado. El ser humano tiene esa capacidad, esa capacidad de concentrarse en el dolor mientras existe pero de olvidarlo cuando se ha ido. Por lo tanto tengamos fe, el dolor no es para siempre, Dios tiene un plan en nuestro dolor. Querer evitar ese dolor eternamente es querer evitar el plan de Dios para ti, es querer evitar el crecimiento que Dios tiene preparado para ti. He escuchado a veces a gente decir que cómo puede Dios amarnos y permitirnos sufrir, mi respuesta es que igualmente yo amo a mi hija con locura, pero cuándo debe recibir una vacuna o cualquier tratamiento médico con dolor, sufro por ella, pero igualmente, por su bien, la llevamos. Es sólo un pinchazo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 6 de marzo de 2017

El camino del guerrero 07/03/2017

Salmos 45:3 "¡Cíñete la espada, valiente guerrero, y cúbrete de honra y majestad!"

Siempre me ha encantado el rap, bueno, en realidad siempre me ha encantado la música y dentro de la música, un género que me parecía el rara avis de la música por ir completamente en contra de las tendencias musicales comerciales. Y encima, los raperos visten de esa manera tan chula... que, especialmente en mi juventud, pero también ahora, siempre me encantó este género. Y había una canción, que se llamaba "el camino del guerrero", de un cantante llamado Nach, que hablaba acerca de lo que era estar luchando toda la vida en el bando de los buenos. Y esa canción hablaba resumiendo en tres conceptos, de las características del guerrero. Estos tres conceptos eran, en primer lugar, que el guerrero siempre está preparado, en segundo lugar, que el guerrero nunca se rinde, y en tercer lugar, qué el guerrero morirá por conseguir la Victoria. Y esto es lo que diferencia a un guerrero de un soldado profesional o un mercenario en la batalla.

La Palabra de Dios siempre nos hace sentirnos comprometidos con el concepto de guerrero al igual que con el concepto de obrero. Porque al fin y al cabo, al igual que aquellos israelitas que construían el muro con una mano mientras con la otra sostenían las espadas, nosotros vivimos en un mundo en el cual debemos construir con una mano, y defendernos de los ataques que vienen por todos los frentes con la otra. Por eso Dios dice que nos da armas espirituales (Lo cual está en la carta a los efesios 3:12-18), por eso Dios dice que nos dará la victoria, porque en realidad vivimos inmersos en una lucha espiritual, física y mental para los hijos de Dios. Y podemos autoexcluirnos de esa lucha, podemos decir que somos la retaguardia, pero esa lucha va a llegar a nosotros estemos o no preparados, vamos a tener que empuñar la espada nos guste o no...

Así que, como todo aquel que sigue el camino del guerrero, seguiré los tres puntos de aquella canción: estaré listo, no me rendiré jamás, y, llegado el momento, seré capaz de morir para conseguir la victoria. Pero no olvido que más importante que cualquier canción, es lo que la palabra de Dios dice acerca de los guerreros. Y en el versículo de hoy aparte de hablar de estar listo, dice: "...Cúbrete de honra y majestad". Así que si creemos que no tenemos ninguna honra y majestad por nosotros mismos, lo cual es verdad, no nos queda otra opción que ir a buscarla a la fuente, que es nuestro Señor, con lo cual junto a los tres puntos anteriores añado para ser un gran guerrero de Dios, hay que tener una gran relación personal con el Señor. Y en el momento de la batalla, tal como pasó con tantos héroes antes que nosotros, el enemigo no te verá a ti, ni a Guillermo, verá a Cristo en nosotros. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 5 de marzo de 2017

Traiciones 06/03/2017

Sofonías 3:7: "»Yo me dije: “Seguramente esta ciudad me temerá; aceptará ser corregida, y no será destruida su habitación por todo aquello por lo que la castigué.” Pero ellos se apresuraron a corromper todos sus hechos."

Yo creo que puede que haya pocas cosas que duelan tanto en el corazón como una traición, incluso más que un desengaño, una traición es posiblemente la herida más dura que uno puede afrontar. Yo he tenido que vivir grandes traiciones, mis mejores amigos en la adolescencia me dejaron fuera de un equipo que yo había creado por coger a un jugador de mayor nivel, un profesor al que yo había respaldado me dejó un año más en la universidad por un comentario constructivo que el asumió como una crítica. Profesionalmente en un puesto de trabajo, dos jefes mintieron contra mí porque mi situación familiar no les parecía idónea. Y si hablamos de chicas... Un amigo mio dijo una vez, como imagen gráfica, que en algunos momentos de mi vida tenía que andar por los pasillos de lado para no golpear las paredes con mis cuernos... Por suerte o desgracia, sé lo que es sentirse traicionado.

Por eso entiendo, un poquito al menos, la sensación del Señor con la humanidad. Y también con su pueblo, con la Iglesia... Mientras el Señor estaba muriendo para librarnos de nuestro pecado, imagino que podía vernos pecando. De hecho, aún más grave, Él podía ver no solo al que peca, sino al que menosprecia, niega y vive en contra de lo que Él estaba haciendo por ellos. Me pregunto a veces como debiera sentirse el Señor acerca de mí cuando yo no le conocía, cuando vivía según los dictados de mi corazón y gritaba a los cuatro vientos que Dios estaba muerto... Si lo pienso, las lágrimas de vergüenza y arrepentimiento brotan desde lo más profundo de mi alma, y detesto al hombre que era entonces y que se burlaba de un Dios al que no conocía. Pero ¿Cómo se sentía Dios? Dios que me había amado desde el principio de los tiempos, Dios que me había salvado dos mil años antes de nacer. Tamaña traición no podía ser perdonada... ¿O si?

Porque un caso muy distinto es aquel que traiciona al Señor estando convencido de esa traición y tratando de corregirla a diario, consciente de ser parte de una naturaleza endeble y repugnante que está en continua búsqueda de la perfección, y otro es aquel que lo traiciona con orgullo y prepotencia, insultando la sangre vertida, escupiendo sobre la cruz de aquel que vino a por ellos y aún les espera... Es el momento de que elijas, herman@, es el día en que decidir si tu corazón, tu mente, tu cuerpo y tu alma pertenezcan a Cristo del modo imperfecto en que pueda uno hacerlo, o sucumbir a la traición a la que cada uno de los millones que ya han sucumbido sucumben cada día. Puedes traicionar a Cristo o al pecado, puedes traicionarte a ti mismo, o a la sociedad, puedes traicionar a la vida eterna o a la muerte... Puedes empezar hoy, camina, corre, empieza. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 4 de marzo de 2017

Vacilaciones 05/03/2017

Santiago 1:6: "Pero tiene que pedir con fe y sin dudar nada, porque el que duda es como las olas del mar, que el viento agita y lleva de un lado a otro."

Durante mi infancia y mi adolescencia jugué en el equipo de mi pueblo, un equipo de pueblo pequeño que no trascendió demasiado en el aspecto deportivo, pero en el que unos chicos se conocieron con nueve años y formaron un equipo en el que se convirtieron en hombres entre risas y deporte. Teníamos un entrenador que era muy duro, pero al que al pasar del tiempo se me ha descubierto como alguien muy interesado en desarrollarnos como personas, de una manera integral y no solo a un nivel deportivo. Teníamos un compañero que era muy inseguro, y siempre antes de hacerle entrar en el campo el entrenador le decía si quería jugar. Salvo que contestará que si, este no entraba, y le costó varios partidos de no entrar a jugar entrenar esa seguridad. Porque en la vida no hay nada que puedas hacer bien sin seguridad en lo que haces.

Yo me imagino que mi hija me hiciera la carta de los Reyes magos, pero que no creyera que fuera a tener regalos, seguramente ni la escribiría. Imagino a alguien que necesita el favor de un juez pero pensara que no lo iba a recibir. En vez de pedir ese favor, seguramente buscaría como engañar a ese juez o como escapar de él. Por eso es risible que a veces seamos tan incrédulos cuando buscamos el favor de Dios en nuestra oración, en el fondo pedimos, pero a veces estamos buscando la solución por nosotros mismos al mismo momento que estamos orando, y al punto crucial supongo que Dios debe estar mirando con su cara un tanto consternada diciendo que si queremos lo hagamos por nosotros mismos. Y cuando estemos en problemas con Él, sin fe en su perdón, huiremos y trataremos de mentirle. Porque sin seguridad ni fe... ¿Qué puede hacer Dios?

Y ahora viene el momento cuando yo te explico que hacer para tener más de esa fe, de esa seguridad. Pues lo mismo que hacemos cuando uno quiere que el fuego arda con brío, echarle leña a la candela. Y dice la palabra que la fe viene por el oír y el oír la palabra de Dios (Romanos 10:17), así que no hay secretos, el secreto es ir continuamente a la Biblia. La vacilación en un partido lleva a la derrota... En una batalla, a la muerte... En una empresa, a la bancarrota... En un examen al suspenso... Por eso no nos podemos permitir vacilar, las vacilaciones son algo que podemos permitir en todos nuestros ámbitos menos en el espiritual, no nos podemos permitir perder nuestra eternidad. Las vacilaciones se vencen con la palabra de Dios en la mano, la mente, la boca y el corazón. Vacila en lo que quieras menos en esto. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 3 de marzo de 2017

Semillas 04/03/2017

Romanos 11:18: "no te jactes contra las ramas; y si te jactas, conviene que sepas que no eres tú el que sustenta a la raíz, sino que es la raíz la que te sustenta a ti."

Soñé esta noche un sueño extraño en el cual no me cabe duda que el Espíritu Santo trataba de mostrarme algo. En este sueño, yo andaba por mi ciudad Sevilla visitando edificios de la época en que los judíos aún vivían aquí hace seiscientos años. Y vi que había un edificio en cuyo borde habían brotado unas flores bulbosas de color morado. Estas flores aún no habían terminado de florecer, así que alguien que venía conmigo corto una de estas rompiendo la raíz y una semilla que había debajo, y al cortarla, la flor floreció del todo durante un instante y se quedó completamente llena y hermosa. La persona que le había cortado me dijo: "Si la cortas y sacas la semilla, la flor florece más rápido". Pero yo le contesté: "Espera un minuto y verás que se marchita...", y en efecto la flor al poco tiempo se marchito se seco y murió.

Yo no soy ningún experto en botánica, de hecho, las flores suelen aburrirme. Pero sí sé que es cierto que muchas flores cuando se cortan, terminan de florecer más rápido, aunque no estén sujetas a la raíz. No sé a qué se debe esto, pero es un fenómeno que se da, así que esto hace que las flores florezcan más rápido pero que también mueran antes. A veces la vida cristiana me recuerda mucho a la botánica. El Señor nos hace plantarnos en diferentes terrenos porque es sano que estemos plantados. Por ejemplo, nos hace plantarnos en una familia, porque no hay mejor manera de recibir emociones positivas que una sana familia, y es el primer estamento social establecido por Dios. También nos hace plantearnos en diferentes contextos, pero sobre todo nos hace plantarnos en una comunidad eclesiástica, porque es el lugar donde podemos recibir alimento, y podemos recibir ayuda sosiego paz y mucho del Señor para seguir creciendo.

Ahora bien, a veces parece que al momento en que uno se desplanta de su familia, de su comunidad, de un grupo de amigos sanos pueda florecer más rápido al principio de lo que estaba floreciendo plantado. El problema es que al poco tiempo de no recibir el correcto alimento, de estar alejada de su raíz, toda planta va a marchitarse, y finalmente en algún aspecto de su vida dará enfermedad y/o muerte. Nos podemos engañar lo que queramos, podremos decir que por nosotros podemos recibir alimento de la palabra, que nosotros solos podemos levantarnos de nuestras caídas. Sin embargo Dios creó al hombre para ser social, y crecer en comunidad. Para andar de la mano de otros, y para tener comunión. Él, de hecho, se muestra cuando somos dos o más en su nombre. Si estás "desplantado", es tiempo de buscar una tierra retadora donde crecer y plantarse al lado del torrente de agua viva, te va la vida en ello. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 2 de marzo de 2017

Reformas 03/03/2017

Colosenses 3:10: "y se han revestido de la nueva naturaleza, la naturaleza del nuevo hombre, que se va renovando a imagen del que lo creó hasta el pleno conocimiento,"

En casa de mi hermana trabaja una chica que vive de una forma bastante peculiar. Su marido es de ese tipo de personas que es capaz de arreglar cualquier cosa, hace reformas, electricidad, fontanería y arreglos en muebles. Así que, casi cada año, hacen una reforma en casa para tratar de cambiar la casa cómo a ellos siempre les hubiera gustado tenerla. Un año montaron una cocina tal como ella siempre había soñado que sería su cocina. Otro año, pusieron todas las habitaciones del piso superior de tarima flotante, porque era algo que él siempre había querido tener para andar descalzo. Siempre coincidimos en las fiestas de casa de mi hermana, en los cumpleaños y celebraciones, y una de las veces, por curiosidad, les pregunté que si hacían eso con la finalidad de tener siempre una casa nueva. Ellos me dijeron que no, que la verdadera finalidad era ir reformando la casa para tener su idea de casa perfecta, pero que creían que nunca lo conseguirían, aún así, iban a estar intentándolo hasta que pudieran.

A veces tenemos en la Iglesia evangélica la mala costumbre de pensar que la reforma fue un proceso de los siglos XV y XVI, y que ya se acabó. Pero esto no es realmente así. La reforma es un proceso que debe ir tocando y cambiando a la Iglesia cada día, no para adaptarse a los nuevos tiempos, no para adaptarse al mundo, sino para adaptarse a lo que Dios quiere que sea la Iglesia. Es decir, que la Iglesia termine siendo perfecta. Sabemos que este proceso es un proceso que puede durar hasta el día que el mundo se acabe. Es un poco absurdo pensar por nuestra parte, que hubo un momento en que la iglesia fue suficientemente reformada, que ya era perfecta, y que por tanto no se debe revisar, ni estudiar, ni reflexionar acerca de sus bases y principios. Obviamente, todo esto a la luz que la Biblia arroja, pero con un espíritu igual que el que impulsó a Lutero, a Calvino, a Servet, y a todos los grandes reformadores.

A mí me gusta el término "reformado", en el sentido de que somos cristianos que están en continua búsqueda de la perfección según los estándares de Cristo. Por ello, es importante que tengamos en mente la reforma como un proceso continuo, y al que estamos llamados a participar. Y tenemos la imagen de Iglesia perfecta reflejada en la Biblia, como modelo a seguir para esta reforma. Tenemos el palaustre preparado, el cemento y el hormigón listos, solo tenemos que estar convencidos de que no debemos vivir una espiritualidad basada en los ritos que nos han enseñado, basada en ideas preconcebidas, sino una espiritualidad basada en la Palabra de Dios, la oración y la adoración pura. Me gusta reformada más que protestante (Pues yo no protesto contra nadie) o evangélica (Pues todo cristiano debe estar fundamentado en los evangelios, pero también en el resto de la Biblia), y porque además estoy en continua reforma hasta la perfección. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 1 de marzo de 2017

Capitán 02/03/2017

1 de Samuel 12:12: "Pero cuando ustedes vieron que Najás, el rey de los amonitas, venía a pelear contra ustedes, me dijeron: “Queremos que nos gobierne un rey”, cuando en realidad el rey de ustedes es Dios el Señor."

Un capitán es un mando intermedio tan necesario en la batalla como en el deporte. Muchas veces es necesario que alguien pueda dirigir a tu equipo en la pista en cosas que tú no puedes, porque el equipo no va a poder oírte, ni entenderte, y por eso es importante que ese capitán esté en completa consonancia con el entrenador, que sea una extensión de su mente. A su vez es importante que un capitán en la batalla esté en completa consonancia con lo que quiere su general, sino hará que todos los esfuerzos de este sean infundados y no le permitan conseguir la victoria. Lo que sí está claro es que un capitán no es un entrenador ni un general, y no debe pretender serlo. Porque en las ocasiones que esto ocurre la indisciplina lleva inexorablemente a la derrota. El capitán debe ser alguien que obedece las directrices que le da su general.

A su vez, debemos entender que un pastor no es la cabeza de la Iglesia, sino que es el que escucha lo que la cabeza de la Iglesia quiere para el pueblo. Con esto digo que nuestras autoridades son muy importantes, pero no debemos hacer que, en nuestro corazón, sustituyan a Dios. Porque el Rey, el Pastor Soberano, el General de nuestro ejército, es Dios. Y el capitán es el mando intermedio que lleva las órdenes del general a la batalla. Tenemos que tratar de que esto sea así por el bien de la Iglesia, porque si no, si el capitán trata de hacerse general, la desconexión con las órdenes hará que vayamos a una derrota inexorable de la Iglesia. En todo ejército, como en todo equipo, también hay diferentes mandos intermedios, está el capitán, y luego hay personas que están por debajo pero que también ayudan a ejecutar las órdenes, el liderazgo de confianza.

Si queremos ser exitosos, debemos observar a los ejércitos que han sido exitosos antes. Ningún ejército, equipo, compañía o empresa de ningún tipo ha sido jamás exitosa sin que las órdenes pasen de los altos mandos a los mandos intermedios y a los que deben ejecutarlas de manera precisa y correcta. Por lo tanto, ya sea que seamos pastor u oveja, capitán o soldado, jugador o capitán, debemos ser muy conscientes de que tenemos que escuchar las órdenes del mando superior. Así pues, el pastor escuchará la orden del Señor y las ovejas escucharán las órdenes del pastor, y todo será en armonía para que la Iglesia vaya de victoria en victoria. No nos puede quedar duda de quién es nuestro general, pero tampoco de quienes son nuestros capitanes, y menos aún de quiénes somos nosotros. Y tener la humildad suficiente para acatar la línea de mando. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma