lunes, 31 de julio de 2017

Un cambio en tu pensamiento 01/08/2017

Romanos 12:2: "Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto."

Cuando yo era joven estaba convencido a favor del aborto, lo digo con vergüenza, porque era un niño engreído e insolente, pero estaba a favor de la píldora del día después, del aborto y de la experimentación con cadáveres de fetos humanos, no veía el dilema moral... Hasta que un día mi hermana mayor me enseñó el vídeo de un bebé a las ocho semanas y a las doce. Y el problema fue que al verlo me resultó tan evidente que era una persona que todo lo que había pensado antes perdió todo el sentido. Yo nunca más me planteé dilemas de ningún tipo al respecto, pasé en un día a pensar completamente distinto, tanto que la gente pensó que había perdido la cabeza, porque de la noche a la mañana me convertí en activista provida. Lo curioso es que luego, durante mi vida he cambiado de opinión sobre otros temas, pero nunca de manera tan clara y violenta como aquella.

Y es que, como han sabido siempre los grandes teóricos de la publicidad, no hay nada más potente para atraer tu atención y cambiar tu forma de pensar que una imagen muy impactante. Aún no se han contabilizado la cantidad de vidas que se salvaron de la droga por aquel anuncio de los noventa en que un gusano entraba por una nariz, yo no sé a ti, pero a mí me ayudó a tenerle un asco profundo a la cocaína y a otras drogas. Y no imagino cuantos se unieron a causas genocidas simplemente por una propaganda impactante, por una imagen en el pensamiento de personas que en principio no estaban inclinadas a ello. Porque se nos puede educar lentamente en muchas cosas pero nada tiene el valor de cambiar tu forma de pensar como lo cambia un momento de impacto que toque lo más profundo de tus emociones.

Y eso pasa en el momento en que uno tiene ese primer amor con Jesús, haya sido o no criado en una familia cristiana, esa primera experiencia "en el espíritu" cambia por dentro a todas las personas. Pero la madurez espiritual implica, según este versículo, seguir renovando nuestro modo de pensar, en un proceso continuo, y esto a veces puede ser difícil. Por eso yo suelo acudir en esos instantes a las imágenes de impacto, a las de aquellos hombres que vivieron para poder transmitir la fe, para vivir en fe, para escribir la Biblia. Pienso en Abraham, en José, pienso en Moisés y en David, en Ruth, en Ester, pienso en Juan, en María y en Pedro, en Pablo, en María Magdalena, en Isaías y Elías, pienso en tantos... Y cuando todo falla, pongo la imagen del Jesús de la Cruz ante mí, aunque tenga que hacerlo a través de alguna película, y me recuerdo que se compró con eso y quien es mi dueño, y mi forma de pensar cambia. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 30 de julio de 2017

El enemigo 31/07/2017

Apocalipsis 12:17: "Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a luchar contra el resto de sus descendientes, es decir, contra los que obedecen los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo."

No sé si alguna vez habéis tenido que tener ese tipo de enemigo acérrimo para toda la vida, ese tipo de vecino con el que hay rivalidad, odio, mal rollo auténtico. En deportes a veces pasa, yo he tenido que bloquear de redes sociales a gente por lo forofos que son de sus clubes y porque, en vez de animar a sus equipos y celebrar sus victorias, sólo saben hablar de su equipo rival, del enemigo, y siempre en tono de odio y desprecio. A mí me han llegado a llamar asesino aficionados del equipo rival del mio, y eso que yo sólo sigo al equipo porque está hermanado con mi equipo de baloncesto. Para mí el deporte, aunque me apasione, no es nada más que un contexto de ocio, y como tal, soy un aficionado por diversión, por animar a mis equipos (de baloncesto tengo varios), y sobre todo celebrar cuando ganamos y consolarnos cuando perdemos, nunca para hacer enemigos.

Yo de hecho me siento incapaz de ser enemigo acérrimo de nadie, igual que no me cuesta trabajo comprometerme en el amor, el enfado me dura demasiado poco para hacerse odio y mucho menos enemistad. Pero la gente se hace enemigos por años, y se odian, y están tan podridos que no quieren que nada les vaya bien a sus enemigos, si pueden conspiran. En el mundo de la empresa se ve mucho y muy fácil cuando dos empresas compiten por un sector saturado en la misma área. Y se empiezan a hacer la guerra sucia entre ellas, a boicotear lo que pueden una de la otra, a tratar de ensuciar la imagen de su enemiga, cuando se sabe que en esas situaciones el pacto es la mejor solución para ambas partes. Pero hay algo que es más fuerte que el deseo de que te vaya bien, y el deseo de que al otro le vaya mal, causado fundamentalmente por la envidia.

Y es la envidia la que hace que nuestro enemigo lleve milenios queriendo que nosotros caigamos. Porque a quien más odia y más envidia no lo puede tocar, él no puede tocar a Dios, ni siquiera dañarlo, y por tanto cree que si nos hace caer a nosotros le hará daño a nuestro Señor, porque el nos ama. Pero también es enemigo nuestro por la envidia profunda que nos tiene, envidia el amor que el Señor nos da sin merecerlo, el lugar de favor frente a toda la creación. Así que, si te sientes acosado por el enemigo, si dudas de tu condición de hijo por tu pecado, por tu tentación. Recuerda que los hijos de Dios somos los más perseguidos de entre todos los hombres porque somos sus enemigos, y él el nuestro, y nos odia. Nos toca a ti y a mí ponernos también en el papel de enemigo, presentar batalla, luchar contra el infame. Esa es la única lucha que merece la pena. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

Mi huésped 30/07/2017

Jueces 19:23: "El dueño de la casa salió y les dijo: «¡No, hermanos míos! ¡Yo les ruego que no le hagan daño a este hombre! ¡Es mi huésped! ¡No cometan tal perversidad!"

Uno de los mejores viajes de mi vida me lo hice con mis compañeros de equipo de rugby, mis queridos Bucaneros. Ese viaje lo hicimos, muy cortos de recursos, a el torneo de rugby Seven de Hamburgo, en Alemania. Uno de los problemas era que no podíamos pagar ni una maleta entre todos en facturación, así que no nos cabía el saco de dormir en el equipaje de mano, se lo comentamos a los organizadores y en dos horas habían conseguido sacos para todos nosotros. Como íbamos tan cortos de fondos, algunos, nada más llegar, gastaron casi todo lo que tenían en la inscripción, y en Alemania no es barato comer. Pero al saberlo, la jefa de organizadores del torneo me dijo que la comida nos la becaban ellos. Los equipos alemanes además, al saber que veníamos de tan lejos y en aquellas condiciones, nos invitaron una noche a cenar y salir con todo sufragado por ellos. Y siempre que me pregunten diré que los alemanes son un pueblo tremendamente acogedor.

Tengo que reconocer que una de las grandes virtudes que tiene el pueblo de Dios, al menos aquí en España, cada vez que me han acogido en alguna casa, en mis pequeños viajes evangelísticos, me he sentido mejor que en un hotel, especialmente en Barcelona, dónde los hermanos han sido siempre una pasada absoluta. Pero este sentido del hospedaje no me es ajeno porque era una virtud que mi familia, especialmente la de mi madre siempre ha poseído. Mi madre y mis tías quizás no inviten a mucha gente a sus casas, como tampoco lo hacía mi abuela, pero cuando la invitan la tratan con cuidado y honra, como si fuera un hijo, un hermano o una madre. Y eso hace que, en caso de mi madre, a sus hijos nos toque redoblar esfuerzos, pero esas personas expresan gratitud el resto de su vida con ella, y es más, en algún viaje nos han tratado con mas cortesía de la que creo merecer.

Y si creo que para Dios es tan importante que seamos buenos anfitriones, no es solo porque quiera que demos buen testimonio. Sino porque en la medida que seamos anfitriones cuidadosos en lo físico con la gente, seremos buenos anfitriones del Espíritu Santo en nuestro corazón en lo espiritual. Porque aquel que da sin reservas y abre sus puertas a un desconocido puede sin duda abrir su corazón, cuidar de las condiciones idóneas para que allí  habite el Espíritu Santo y darse sin medida. Y como podrá albergar al Espíritu Santo alguien que tiene reparos de invitar a comer siquiera a sus hermanos de la Iglesia. Que estés para lo que se necesite, es sólo parte de la ecuación... ¿Como puedes hacer para poner tus recursos a disposición de las necesidades del Reino? Sea que te pidan un saco de dormir, o que lleves a alguien al aeropuerto, siente felicidad de tener esa oportunidad. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 29 de julio de 2017

No te vas a librar 29/07/2017

1 Samuel 3:12: "Cuando llegue el momento, cumpliré en Elí todo lo que le advertí acerca de su familia, de principio a fin."

A quien no le ha pasado alguna vez de pequeño, que te portas mal y tu padre te tiene que castigar, pero por la circunstancia del momento no te puede castigar, pero te guarda el castigo para luego. Estás en una fiesta, o en una cena familiar, o de viaje y la lías, y tu padre o tu madre te dicen el temido "Cuando llegues a casa verás". A mi una vez me ocurrió todo lo contrario, mis padres nos decían que si suspendíamos en verano nos quedábamos sin vacaciones, y yo suspendí una asignatura así que todos nos quedamos sin vacaciones, mis hermanos me miraban con cara de absoluto odio, así que mi padre, para darme un voto de confianza dijo que las vacaciones no se suspendían, sino que se posponían hasta mi aprobado, así que cuando al fin aprobé en septiembre en vez de ir un mes a la playa, mis padres nos llevaron a los tres a Túnez, uno de los mejores viajes de nuestra vida.

Y a veces parece como si la vida fuera así con los premios y los castigos, cuando parece que una situación por fin pasó y nos libramos de su castigo viene de forma inesperada y nos revienta sin darnos cuenta. De igual modo, a veces ese jefe que nunca nos alabó por nuestra labor nos premia de un modo que sólo puede significar que siempre se estuvo fijando. No se sabe muy bien porque pero aunque las consecuencias, positivas o negativas, de nuestros actos, hay veces que son pospuestas, pero al final siempre terminamos teniendo que asumirlas, porque todos los actos de nuestra vida tienen unas consecuencias que se deben asumir. Y lo que muchas veces no vemos es la utilidad de esos tiempos de espera, de ese posponer el premio o el castigo, en mi caso, yo recuerdo que fue cuando estudié de verdad, y en ese tiempo uno puede minimizar el castigo o maximizar el premio, puede cambiar lo que está por pasar.

Y nosotros vivimos, todos los seres humanos, por la gracia de Dios, en ese permanente posponer las consecuencias finales de nuestros actos. Por un lado, eso es bueno, nos da tiempo para comportarnos bien si lo que se está posponiendo es un premio, y así ese premio quizás pueda ser incluso mejor. Pero para aquellos que aguardan un castigo, lo sepan o no y lo esperen o no, aunque sea poco a poco o mucho a mucho sus acciones sólo aumentan ese castigo. El Señor siempre va a cumplir lo que ha prometido cumplir, todo lo que ha prometido cumplir. Eso significa que puede ser que aún tú no hayas recibido tu premio y estés angustiado en medio de una prueba, tranquilo, recibirás tu premio. Sin embargo aquel que vive desahogado y merece un castigo, que te agravió, tranquilo, ese también recibirá lo suyo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 27 de julio de 2017

Súper protegido 28/07/2017

Ester 9:1: "El día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, debía ser ejecutado el decreto del rey, que ordenaba que los judíos debían ser exterminados por sus enemigos. Pero sucedió todo lo contrario, porque fueron los judíos los que se vengaron de quienes los aborrecían."

Había un equipo de rugby, que ya desapareció, que no se llevaba demasiado bien con mi equipo, ellos representaban todo lo que no es hermoso del rugby, y nosotros siempre fuimos un equipo con herencia de valores del rugby. Ellos jugaban muy a la francesa y nosotros teníamos el estilo que mi entrenador, galés, le impregnaba a todo lo que hacíamos. Era como el duelo más fuerte de la liga, ellos de ciudad, nosotros de pueblo. Ellos con un gran estadio de rugby, afición y un equipo de casi treinta jugadores. Nosotros casi no eramos quince en cada partido y no teníamos fans, jugamos aún en un estadio de fútbol cedido, y sin embargo les plantábamos cara, siempre ellos y nosotros en los dos primeros lugares, siempre el derbi era entre nosotros. Los demás equipos se hacían espectadores y ni esperaban ganarnos, era una cosa de dos.

Pero un año, que fue el que yo tuve que hacer mi parón como jugador, entro en el comité de la liga un chaval de mi equipo, y como en toda liga pequeña hicieron chanchullos, así que dejaron el último partido de la liga contra ellos en nuestra casa, como para terminar con buen sabor de boca, y si ganábamos la liga, que fuera en casa. Pero la liga no fue como siempre, algunos equipos habían mejorado, y aparte de mí, otros tres de los jugadores más veteranos se fueron de mi equipo. Y al llegar a aquella jornada no teníamos opción de ganar nada y aquel rival enemigo tenía la victoria matemática, así que nos tocó hacerles el pasillo de honor, aparte de que yo fui con mi hija a ver el partido y nos dieron un serio correctivo. Para mí fue muy duro tener que ver eso, y casi me enfadé con mi compañero por poner ese partido ahí. Aquel día aprendí que si le hago trampas a Dios, siempre pierdo.

Porque con Dios la victoria no está en el resultado, esto es algo que muchos no entienden y predican una victoria física que muchas veces no llega, sin fundamento bíblico y que es un engaño. Con Dios la victoria está en el proceso, en ver que los corazones son tentados y responden en el camino que deben responder. Y si así lo hacemos, eventualmente, también nos dejará saborear una victoria física, pero cuando no, no pasará nada, seremos felices por la integridad que Él da a nuestro corazón. Herman@, y no temas cuando te hagan trampas, y creas que vas a perder, tú ya has ganado en los cielos, Dios puede volver las tornas, si tienes te y es necesario, espera su mano, espera su intervención, sin duda verás como tus enemigos terminan haciéndote el pasillo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 26 de julio de 2017

¡Basta ya de justificarse! 27/07/2017

Jonás 4:2: "Entonces oró al Señor y le dijo: «Y bien, Señor, ¿no es esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? ¡Por eso me apresuré a huir a Tarsis! ¡Ya sabía yo que tú eres un Dios clemente y piadoso, lento para la ira y grande en misericordia, y que te arrepientes del mal!"

En los equipos de muchos deportes a veces uno tiene que toparse con un jeta, el típico con muy poco compromiso con el grupo pero que quiere jugar los partidos, que es lo divertido. En los equipos de rugby de niveles más bajos, además, como falta gente, hay veces que tienes que contar con el caradura para jugar porque si no, no dan el mínimo de jugadores, y es algo que al resto de jugadores suele poner de mal humor porque además este siempre tiene razones para no venir a entrenar. "Es que como vi que iba a llover..." "Yo sabía que no seríais suficientes, así que por eso no fui..." Son sus típicas excusas, siempre están estudiando aunque sus estudios son los más fáciles del equipo y aún así siempre suspenden... Y siempre tienen una excusa que dar cuando nadie la quiere oír. Lo sé porque yo fui uno de ellos cuando no quise comprometerme.

Y un día un amigo me lo dijo a la cara, y digo amigo porque hay que ser muy amigo para atreverse a plantarse ante ti y decirte "¡Basta ya de justificarse!". Aún así en nuestra sociedad hay mucho cara dura, porque no nos gusta comprometernos, pero mucho menos las consecuencias de no comprometernos. Nos gusta jugar el partido pero no nos gusta entrenar, nos gusta recibir una paga de productividad pero no quedarnos hasta tarde en el trabajo... Queremos que nos alaben por nuestro esfuerzo pero le ponemos límites a ese esfuerzo. Y se crea en nosotros un sentimiento de insatisfacción, si, de insatisfacción, porque, o uno tiene que aguantar a los caraduras,y termina muy quemado de excusas, o tiene que ser caradura, y uno no puede vivir motivado cuándo no está cumpliendo metas y las metas se cumplen haciendo, ejecutando, viviendo...

Si hablas con cualquier pastor, de cualquier Iglesia, de cualquier comunidad o de cualquier país te dirá que en su comunidad se perciben estas discrepancias de compromiso, gente que sirve por dos y gente a la que hace falta que le sirvan por dos. Y esto quema a los liderazgos y a los obreros, porque detrás de todo caradura hay un parásito que succiona las energías de sus hermanos. Pero lo triste para mí no es ese proceso de "Burn-out", es el hondo vacío que tienen los Jonases cuando huyen de Nínive, y cuando están dentro del pez, porque incluso cuando Nínive se arrepiente son incapaces de disfrutar, se sienten impostores, son impostores. Por eso uno no puede vivir más sin comprometerse con el Reino, no por las dos horas del domingo, sino integrando en su vida la misión que Dios te encomiende, es fundamental para tu vida y para la de los demás que están a tu lado. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 25 de julio de 2017

El Yo-yo-yo 26/07/2017

1 Corintios 13:1: "Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal resonante, o címbalo retumbante.

En todos los barrios lo puedes encontrar, y en todos los pueblos, es un personaje más digno de pena y conmiseración que de otra cosa, pero es que es tan detestable que se hace digno de ser el blanco de los odios de todo el barrio. Te hablo del presumido, del que nunca ha hecho nada, y lo que ha hecho no es digno de ser mencionado, sin embargo no para de decir "yo he hecho... Yo soy... Yo fui... Yo, yo, yo...", Que yo le llamo el Yo-yo-yo. Recuerdo que había uno que me ponía de los nervios cuando entrenaba a boxeadores, porque quería darle instrucciones a los chicos que nuestro entrenador jefe no les había dado y les hacía descentrarse y perder. Pero no sólo se conformaba con el boxeo, también aparecía por el campo de rugby, y de todo quería dar consejos, y presumir... Sin tener ni idea. Al final un amigo lo calló en un plis plas un día cuando se acercó y le dijo "tío, eres como una campana, que hace tanto ruido porque está vacía".

Y es que este es un tema del que yo aprendí con la profesión de mi cuñado, que es cirujano. Tú puedes haberte pagado todas las titulaciones del mundo, ser médico por la John-Hopkins, tener la residencia en la clínica Mayo, da igual, porque a la hora de trabajar, o sabes operar o no vales un duro. Y en estos tiempos de títulitis es un consuelo encontrarse profesiones donde esto no es así, donde aún las actitudes son mucho más importantes que las aptitudes, porque además, si todavía fuera de aptitudes... Pero estamos hablando, no de aptitudes, sino de presunción de las mismas, es un hecho mucho más absurdo. Hoy en día a los profesores de educación física, en primaria y en secundaria no sólo se nos pide nuestra titulación, sino además tener un C1 en inglés y un B2 en francés ¿Y de qué sirve todo eso si uno no ama a sus alumnos cada día?

¿Porque de qué sirve todo el cristianismo sin amor?¿De qué sirve memorizar la palabra, o adorar y orar sin parar, o trabajar incansablemente para la Iglesia sin un amor inconmensurable y completamente distinto a lo que se encuentra en el mundo? Veo a muchos hermanos enfocados en el Reino y en algún aspecto de este pero con mucho juicio y mucho resentimiento, con mucho odio y falta de perdón, y nada vale la pena en este Reino si no nos dejamos inundar por ese enorme amor, por ese amor que es causa de nuestra salvación. Así que puedes presentar tus credenciales, puedes ser maestro bíblico, profeta, apóstol o todo aquello que digas ser, que si no vives siendo una granada de amor que le explota a la gente en la cara no estás viviendo el verdadero Reino de Dios. ¡Fuera el espíritu de queja y disconformidad! ¡Que entre el Espíritu Santo! Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 24 de julio de 2017

Quédate lo que valga 25/07/2017

1 Tesalonicenses 5:21: "Examínenlo todo; retengan lo bueno."

Por mi perfil laboral, que me pilló saliendo de la Universidad en plena crisis, me tomó mucho esfuerzo encontrar trabajo, y casi siempre ha sido trabajo mal pagado y sin continuidad. Así que la gente de mi generación nos seguimos formando, seguimos estudiando y haciendo cursos. Pero el problema es que, con el boom de Internet y la crisis, proliferaron un montón de empresas de formación basura, que querían tu dinero y te daban cursos de muy mala calidad, hasta que yo mismo perdí toda esperanza en cualquier tipo de formación. Un día me di cuenta de algo y me dije a mí mismo "Guillermo, es cierto que va a haber quien se aproveche de ti, pero coge todo lo bueno de cada curso, y sé crítico, lo que no valga deséchalo". Y desde entonces aprendí mucho más de los cursos, de los basura y de los buenos, aprendí mucho más de los trabajos, de los basuras y de los buenos.

Porque a veces tendemos a desechar algo porque no tiene un valor general bueno, somos incapaces de sacar nada bueno de lo que nos parece malo y al revés. De hecho, al revés es relevante como la gente es incapaz de sacar defectos a lo que considera bueno, por ejemplo, con sus líderes políticos, deportistas favoritos o artistas de quienes son fans. Pero como decía un gran profesor mío, los más grandes avances de la ingeniería y la medicina ocurrieron en tiempos de guerra. Y no digo que la guerra sea buena, pero que de cada situación haya algo bueno que puedas sacar, por mala que sea es una realidad. El quedarse con lo bueno de cada situación es casi un don que tienen algunos, que mientras el resto nos sentamos medio depresivos en nuestras derrotas, ellos están trabajando en su aprendizaje, que de la decepción no olvida el aporte de quién le decepcionó.

Y yo creo que tenemos que ser más así en la Iglesia porque Jesús era así. Y se sigue quedando con nosotros porque Él es así. Por eso no entiendo a veces la falta de misericordia de unos con otros, y la falta de unidad familiar entre cristianos. He visto a muchos hurgar en la herida cuando un líder caía en pecado, y parecía que ya nada de lo que Dios había levantado a través de él sirviera ya. Y criticamos los frutos de otras iglesias porque en ellas "se ora en lenguas demasiado... O nada", porque "ellos no creen en la profecía... O se pasan el día profetizando". Voy a hacer mía una frase que un día me dijo mi buen amigo y maestro Marcos Cruz, y que es totalmente fiel al versículo de hoy: "No miremos lo que Dios no está haciendo en una Iglesia, miremos lo que SÍ está haciendo". Valoremos el fruto divino y no el humano en la Iglesia. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 23 de julio de 2017

Tu padre te conoce 24/07/2017

Salmos 69:5: "Tú, mi Dios, sabes que soy un insensato; mis pecados no son para ti un secreto."

Cuando era adolescente me gustaba desobedecer a mis padres, la verdad es que era por la sensación de peligro que me proporcionaba hacerlo, el saltarse la prohibición de la autoridad de mis padres era emocionante. Y tuvieran ellos o no razón para imponer algunas normas, era mi obligación como hijo obedecer aunque no estuviera de acuerdo. Recuerdo que era un maestro, o eso me creía, escondiendo mis fechorías, podía escuchar las pisadas de mis padres en la entrada y dejar lo que estaba haciendo, recogerlo, subir las escaleras y fingir que estudiaba antes de que encajaran la llave en la cerradura. Y era capaz de entrar en casa a la hora correcta para que nadie me pillara la borrachera. El caso es que hace unos años, hablando con mi hermana de esto nos dijo "papá y mamá lo sabían todo", y eso me chocó, porque durante años se comportaron como si no lo supieran.

Y ese tipo de amor de padre lo estoy empezando a vivir ahora con mi hija, dónde, a pesar de la obligación de por vida que uno tiene de disciplinar a sus hijos, hay un punto en que uno acepta la decisiones erróneas y defectos de sus hijos por puro amor. Porque no hay mejor maestro para el arte de amar incondicionalmente que un hijo, la gente abandona la relación de pareja, se aleja de parientes y amigos, pero un hijo es la prueba de fuego de si hay o no algo dentro del pecho de uno más que pulmones, y algunos no la pasan. Y el tener un hijo se ve hermoso en el papel, o cuando uno es tío, y sólo pasa un tiempo corto con el niño o niña, cuando no tiene que dar disciplina, ni aguantar rabietas. Pero un hijo es mucho más, es mucho dolor y sufrimiento y sólo un enorme amor de padre o de madre puede cubrir eso. Porque tu padre no te ama sin conocerte, tu padre y tu madre conocen lo peor de ti.

Y es eso lo que hace más grande a nuestro Padre, que nos ama a pesar de que nos conoce, conoce todo de nuestros secretos más oscuros. Y Dios nos ama incondicionalmente, he escuchado a veces decir que Dios deja de amarte si no dejas de pecar, pero eso no es bíblico, Dios te ama siempre y por eso le dolerá más que a ti el día que tengas que afrontar el juicio si no has vivido una vía de fe, igual que un padre sufre más que un hijo cuando este tiene que ir a la cárcel o una madre sufre más que su hijo cuando está internado con síndrome de abstinencia, pero el amor es algo que permanece en el corazón del Padre. Así que no podemos decir que es tarde para nosotros, que ya le hicimos demasiado daño a Dios, piensa en el ladrón bueno, necesitó unas pocas horas de arrepentimiento, un instante de humillación y el amor del Padre lo alcanzó para la eternidad. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

Ligón mentiroso 23/07/2017

1 Juan 2:4: "El que dice: «Yo lo conozco», y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso, y no hay verdad en él."

Hay un personaje que ha hecho un tanto de historia en la televisión en una serie cómica que se llama "Como conocí a vuestra madre". Ese personaje se llama Barney Stinson, y su gag cómico es perseguir a las máximas mujeres posibles. Su estrategia más conocida para convencerlas es mentir, es hacerse pasar por quien no es hasta un punto histriónico, hasta un punto que es absolutamente patético. Y yo admiraba a ese tipo antes de convertirme, de hecho, imitaba sus tácticas con las chicas. No me importaba mentir para conseguir lo que quería, si tenía que ser espiritual, lo era; de izquierdas, sabía fingirlo; podía fingir casi cualquier cosa que le gustaba a la chica, y me iba bien mientras que no se descubriera el pastel. Llegó a haber una época en la que no podía entrar en algunos locales porque todas las chicas me odiaban.

Y ahora me pregunto porque podemos los seres humanos fingir ser lo que no somos, qué razón nos puede llevar a ser por fuera quienes no somos por dentro. Y creo que la respuesta a esa pregunta es el eterno anhelo de ser aceptados y amados por otros, y una vez conseguidos esa aceptación y ese amor, el conservarlos a toda costa porque nos es más fácil fingir que buscar a quien nos acepte y nos ame tal y como somos. Son estrategias puramente humanas, de cuando era necesario no estar solo para sobrevivir, de cuando tener ese tipo de amor significaba la diferencia entre vivir y morir, y el hombre aprendió a hacer lo que fuera necesario para vivir, incluso a negar su personalidad, base prioritaria de su bienestar. Hoy en día descubro que algunas de las personas más felices que conozco son aquellas que no fingen, y cuánto más uno finge más infeliz y acomplejado vive.

Y puede haber gente acomplejada e infeliz en nuestras iglesias, en nuestras comunidades o incluso entre los que están leyendo esto ahora mismo. Pudiera ser que el hecho de sentirse parte de algo, aceptado y querido hubiera hecho de algunos que fingieran tener una historia con Cristo. Pero el versículo de hoy es claro, aquel que ama al Señor y ha sido amado por Él cumple sus mandamientos. Y los cumple porque ha sido salvado y no para ser salvado, es una forma de luchar contra el pecado totalmente basada en el amor y no en la abstinencia. Y no sirve de nada ser un ligón mentiroso que luego siempre será descubierto, porque nos estamos jugando mucho más que conocer o no a una persona que nos gusta. Es importante sincerarse con uno mismo y con Dios y ver en qué punto nos encontramos para ser felices y sin complejos. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 22 de julio de 2017

¿Cantidad o calidad? 22/07/2017

Santiago 5:17: "Elías era un hombre con limitaciones semejantes a las nuestras. Pero oró con fervor para que no lloviera, y durante tres años y seis meses no llovió sobre la tierra."

El deporte me apasiona, creo que ha quedado patente en este devocional en estos diez meses de trabajo. Y hay muchas cosas del deporte que me hacen sentir que es la mejor herramienta para explicar muchas cosas del Reino, y valores de la palabra. Una de ellas es que en el deporte la calidad siempre será más fuerte que la cantidad. Recuerdo un equipo que jugaba basket en el nivel provincial de mi región. Eran un equipo de pueblo y ese año se quedaron sólo con ocho jugadores, pero llegó un entrenador argentino con mucha idea de baloncesto. El caso es que con esos ocho jugadores consiguió ser campeón de liga y ascender a base de un muy buen trabajo en los entrenos toda la temporada. Porque a veces en deporte, menos es más, y un equipo de ocho jugadores, con los problemas habituales de lesiones, consiguieron doblegar a equipos con el doble de jugadores.

Es un poco como muchas historias de batallas de los tiempos antiguos, donde un grupo de hombres libres bien adiestrados, rechazaban a ejércitos que los superaban en medios y en número. Porque en la vida, como en el deporte y en la historia es mucho más importante contar con la calidad, con la excelencia y el savoir faire... Antes que con la cantidad. No se puede suplir la falta de talento con una gran cantidad de personas, ni se puede sustituir el espíritu de equipo, el sentido de pertenencia, el amor por la gente... por un grupo más grande. Por eso hay muchos empresarios de ciertos sectores que han entendido que es más importante trabajar en pequeños equipos que tengan estabilidad y sentido de pertenencia que con grupos grandes en donde los problemas, además, son más grandes también. Buscando en ellos la calidad y no la cantidad.

Y esto es algo que aún no hemos entendido en la Iglesia, aún creemos que los avivamientos son acerca de números y que las iglesias exitosas son aquellas que cuentan sus feligreses por miles y sus diezmos por centenas de miles. Pero yo recuerdo al Jesús de los doce discípulos, al Jesús interesado en la oración de un sólo justo, al Jesús de la senda estrecha, al Jesús de Gethsemaní, con tres o cuatro que habían entendido su mensaje, "muchos son los llamados aunque pocos los escogidos", ese Jesús. Y me asusta pensar que la Iglesia de hoy en día y su liderazgo esté valorando lo que es exitoso en la Iglesia actual por la cantidad y no por la calidad. Es necesario que nos olvidemos de los números, el éxito de una acción de la Iglesia lo medirá Dios, y no será por la gente que participe sino por lo que haya en sus corazones... Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 20 de julio de 2017

El código secreto 21/07/2017

2 Corintios 4:3: "Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, lo está entre los que se pierden;"

En los deportes casi siempre hay estrategias, ya sea un sistema de juego en baloncesto, la forma de jugar la touch de rugby o la manera de correr una carrera, es siempre importante el tipo de estrategias que uno usa y su efectividad para batir al rival. En los deportes de equipo además es vital la comunicación de esta estrategia para que los rivales no la entiendan y los compañeros la ejecuten correctamente. A mi encantan los códigos que se crean, en baloncesto son señalizados con las manos, en rugby y football americano se inventan claves que confundan al rival, y además terminan siendo parte de los momentos de victoria inéditos e inesperados de los equipos, especialmente en aquellos que son amateur y que permanecen juntos por muchos años. Y estos códigos suelen ser un misterio para alguien ajeno al equipo hasta que al entrar le son revelados.

Porque esto es lo que hace que un código sea eficaz, que para el que lo tiene que conocer sea sencillo, y para el que no sea un auténtico misterio, algo imposible de desentrañar. Dicen que una de las mejores estrategias usadas por los americanos para la segunda guerra mundial, fue el usar a los indios navajos como operadores de radio, pues su lenguaje fue imposible de desentrañar para los japoneses y no necesitaban tener códigos especiales. También otra de las grandes victorias de los británicos en ese conflicto fue la creación de una máquina que era capaz de desentrañar la codificadora de códigos alemana y permitió adelantarse a según qué movimientos. Una vez desentrañaron esos códigos alemanes los ingleses se dieron cuenta de lo obvios que eran, de lo intuitivos que en realidad eran y se sorprendieron, porque una vez que se entienden los códigos resultan fáciles.

Y un poco así es la revelación de Dios para su pueblo, está escrita en palabras que todos pueden entender, pero sólo si posees el código de la fe y el descifrador del Espíritu Santo, puedes verdaderamente comprender la palabra de Dios, entender de qué va su plan para el mundo. Por eso no debemos desesperarnos cuando evangelizamos y muchos de los que escuchan no entienden una palabra de lo que se les dice, necesitan abrir su corazón al descifrador de los códigos, al que conoce la clave y puede descifrarla para ellos, sin eso, son palabras veladas, sin sentido, un complejo galimatías que prefieren tirar de lado. Nuestra primera tarea entonces es ayudarles a abrirse al código, al descifrador, y así, la palabra de Dios será revelada para muchos, y se hará viva, tanto dentro como fuera de la iglesia. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 19 de julio de 2017

Castillos en la arena 20/07/2017

Hageo 1:8: "Vayan al monte, y traigan madera, y reconstruyan mi casa. Yo pondré en ella mi beneplácito, y seré glorificado.” Yo, el Señor, lo he dicho."

A todos los niños les gusta jugar con la arena. Cuando yo era un niño no era habitual ver areneros en los colegios como ahora, y sólo podíamos jugar con la arena en la playa. Me encantaba hacer castillos y edificaciones de arena con mi hermano, murallas, fosos... ¿Quién no ha construido alguna vez en su vida un castillo de arena? la arena es un material muy moldeable que nos permite, en la playa y en otros lugares que, siempre que esté mojada podamos construir cosas que duran un poco de tiempo. Pero es un material inestable, no es seguro construir sobre la arena y cuando construyes algo sobre la arena con el tiempo se derrumba. Sobre todo en la playa, que cuanto el mar horada la parte de abajo de tus edificaciones éstas se desploman. Pero había gente que veías en la playa capaces de construir esculturas y edificios que duraban días, era algo casi misterioso.

Pero la base de estas esculturas y edificios, sobre todo los más elaborados, es que tienen una gran cimentación fija sobre la que apoyarse. El modo en que se construyen es siempre el mismo, empezando por la base y haciendo hincapié en que esa base sea estable para que lo de arriba sea estable también. Pasa en otras muchas cosas de la vida, si uno quiere tener una familia fuerte, por poner un ejemplo, tiene que empezar construyendo un matrimonio fuerte. Es cierto que si uno no lo hace, luego, con mucho trabajo más, puede hacer que su familia sea fuerte, pero las posibilidades de fracasar son mucho mayores cuando uno empieza construyendo la casa al revés. Hablando de casas, hoy, con los adelantos técnicos, se puede empezar un edificio por el tejado -más o menos- pero los esfuerzos técnicos serán mucho mayores y el resultado, posiblemente mucho más inestable.

Y el trabajo en el ministerio y la vida espiritual viven según estos principios. No se puede hacer un trabajo con excelencia ministerial ni se puede estar bien en la vida espiritual sin empezar por la base, y la base pasa por reconstruir la casa de Dios en nuestros corazones. Puede ser que hayamos derribado nuestros ídolos, pero si antes de reconstruir la casa de Dios en nuestros corazones nos ponemos con nuestras heridas, las necesidades del ministerio, nuestras necesidades... Con total seguridad nos iremos a pique. El primer objetivo si queremos llegar a levantar algo para Dios debe ser reconstruir su casa en nuestro corazón, volver a tener su presencia en nuestras vidas. Ahora nos toca ver en qué estado estamos, que nos toca derribar y por donde nos toca construir, la madera que necesitamos no está en el bosque, sino en las páginas de la Biblia. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 18 de julio de 2017

El menos transitado 19/07/2017

Mateo 7:14: "Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la encuentran."

Mis hermanos y yo compartimos una afición antigua desde hace años, nos gusta todo lo que tiene que ver con zombies, películas, series, libros y cómics, todo lo que puede haber de zombies, nos interesa. Por eso, de vez en cuando, charlamos en broma de cómo sería sobrevivir a una invasión zombie. Y hay un punto en común que aparece en todas las películas de zombies y que todo superviviente tendría que tener en cuenta. Este es evitar los caminos transitados, las autopistas más conocidas, moverse por aquellos caminos que nadie conozca. Por una razón clara, en los caminos poco transitados por lógica habrá menos zombies, pero también habrá menos humanos sanos que quieran robarte, matarte o alguna cosa peor. Es un poco como la operación "salida de vacaciones", en la que todo el mundo piensa en el camino por el cual se pueda librar de las aglomeraciones, aunque a veces ese camino no existe.

La verdad es que, para cualquier cosa en la vida que queramos conseguir hay dos caminos, el camino que sigue todo el mundo y que tiene una capacidad de proporcionarnos éxito, y el camino estrecho que nadie coge y que puede parecer más difícil pero que tiene una capacidad mucho mayor de proporcionarnos éxito. Uno puede tener una buena vida haciendo una oposición, pero jamás podrá hacerse tan rico como Amancio Ortega o el creador de Aliexpress. En ese sentido, el que toma el camino más difícil y que nadie más toma, cuando triunfa, triunfa mucho más a lo grande. Muchos son los que escriben acerca del camino al éxito en los libros de autoayuda, y te dan claves y puntos fáciles a seguir, pero el éxito es algo que se consigue por caminos duros, difíciles y generalmente poco transitados, por caminos que muchos no están dispuestos a andar.

Igual que muchos aún no hemos aprendido, o no estamos dispuestos, a andar los verdaderos caminos del Señor. No los caminos que transitan por donde nos sentimos cómodos, donde no somos retados a conseguir grandes cosas para el Reino. Sino aquellos caminos estrechos, de sufrimiento, de ese sufrimiento que ha dejado de predicarse en muchas iglesias, de ese sufrimiento que ha dejado de ser importante para muchos cristianos. Y nos pasamos la vida transitando las sendas anchas, las carreteras más transitadas, llenas de zombies, de obstáculos que nos sacan del camino, y con un destino, que es lo peor, que nos sorprende al llegar con la noticia de que no estamos en el Reino ni en el propósito de Dios para nuestra vida. Recuerda que estamos en una invasión de la muerte en este mundo, toma la senda estrecha, aunque no haya nadie, en realidad eso es una buena señal. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

El imperio de mil años 18/07/2017

Daniel 7:14: "Y se le dio el dominio, la gloria y el reino, para que todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieran. Y su dominio es eterno y nunca tendrá fin, y su reino jamás será destruido."

En el deporte profesional, en los grandes clubes siempre hay el sueño de instaurar una dinastía, ya sea con un presidente, con un entrenador o con un jugador o grupo de jugadores. Ahí tenemos "La quinta del buitre" o los Bulls de Jordan, el Barça de Guardiola o el Dream team de Coach K, y el Madrid de Florentino o los intentos de millonarios árabes, chinos y rusos de desembarcar en el deporte europeo. Y cuando al fin alguien consigue fundar esa dinastía intentan mantenerla el máximo tiempo posible mientras que otros clubes intentan asaltar esa posición de prominencia, de victoria. Y a los clubes les interesa más fundar una de estas dinastías que ganar títulos de manera aislada, para ellos eso es hacer historia. Esto es porque la manera de hacer hitos es ganando lo máximo posible en el mínimo periodo de tiempo posible, y para ello es necesario que haya regularidad, que el triunfo no sea una casualidad, que durante ese periodo de tiempo, seas el mejor.

Un poco así ha pasado en la historia de los imperios, todos los reyes, dictadores, tiranos y emperadores de la historia han intentado fundar sus propias dinastías. Desde las dinastías de los faraones egipcios al Reich de mil años, que era tal y como Hitler hablaba de lo que estaba fundando en Alemania, todos han intentado perdurar en el tiempo, ser el imperio vencedor en todas las guerras, perdurar en la historia. Porque aquel que funde una dinastía victoriosa, especialmente si se alarga por mucho en el tiempo, podrá escribir la historia con las letras que él elija, y será recordado con cariño u odio en función de lo que sea capaz de transmitir de su dinastía, de su reinado, de su Reino. Y la historia normalmente juzga cómo grandiosos a aquellos reinos que más han conseguido extenderse como dinastía. Ya fuera la antigua Roma, Egipto, Persia o China lo que las define es el largo periodo de sus dinastías.

Pero algo en común que tienen todas estas dinastías, es que todas han caído, ninguna ha perdurado en el tiempo. Igual que la hegemonía de Estados Unidos en el mundo cada día se ve más comprometida. Esto nos preocupa porque hace que el mundo cada día sea más inestable y la inestabilidad nos genera desasosiego. Por eso, lo que más seguridad nos puede dar en este mundo, es permanecer dentro del Reino de Dios, qué es el único reino que fue fundado antes de la creación, y que permanecerá aún cuando el mundo desaparezca. Mirándolo objetivamente, no existe dinastía más longeva que la de los hijos de Dios, que llevan siendo nación desde los tiempos de Moisés, y después de la venida de Jesús se extendieron por toda la tierra hasta que hoy en día somos mayoría. Esa es una de las razones por las cuales tenemos confianza absoluta en Dios, porque su reino durará para siempre. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 17 de julio de 2017

Apretar las tuercas 17/07/2017

Amós 2:13: "Por eso, voy a apretarlos allí donde están, como se aprieta un carro lleno de gavillas."

Tuve un profesor de matemáticas en el instituto, que se llamaba Manolo, que era durísimo. Aprobar con él ya era difícil, sacar buenas notas parecía tarea imposible. Manolo se dio cuenta muy pronto de que yo no era un estudiante muy aplicado, así que, para que yo estudiara, se dedicó durante años a picarme, en publico, delante de toda la clase. Y recuerdo que el último año que me dio clase yo no estaba nada interesado las matemáticas, y estaba suspendiendo todos los Exámenes hasta marzo. Recuerdo que en marzo delante de todo el mundo dijo la siguiente frase, "Guillermo, por fin voy a cumplir un sueño, te voy a suspender y te voy a hacer repetir el curso". Y yo que era muy bravo, le respondí "Pongo por testigo a todo el mundo de que tú no vas a ser capaz de suspenderme". Esos tres meses estudié y saqué sobresaliente, y fui el que mejor nota de la clase sacó.

Años después, cuando tuve que ir a recoger mi título, pasé por la sala de profesores a saludar a aquellos antiguos adversarios. Ahora sé que, para un profesor, un alumno casi nunca es un adversario, pero para un alumno, sí que lo son. Allí me encontré de nuevo con Manolo, más viejo y aún más satírico que siempre, y me dijo riendo "Cómo te convencí para que estudiaras...", Yo estaba confuso y le pregunté de que hablaba. El me contestó, "tú no habrías estudiado por iniciativa propia de ninguna de las maneras, pero si hacía que fuera para ti un agravio, que sintieras que el mundo podía venirse abajo, sé que serías el mejor de la clase, y lo conseguí". Y esto nos pasa muchas veces, nos volvemos más cuidadosos, trabajadores, luchadores y metódicos si nos están persiguiendo los problemas y nos agobian. Es más, en situaciones en las cuales pasamos agobio, rendimos mejor.

Por eso no debemos pensar que el Señor tiene mala intención cuando las situaciones nos aprietan, como en toda la historia de la humanidad han apretado al hombre y a los pueblos. Porque ese apretón suele estar relacionado con un relajamiento de nuestra actitud en la vida, ya sea a nivel cristiano, o también a nivel general. Así que, en ciertos momentos, es necesario que nos aprieten las tuercas, que la situación se ponga adversa para no amodorrarse, para ser capaces de despertar y afrontar el curso estudiando los exámenes que quedan con buenas notas, con garantías. Y cuando estemos haciendo lo que no debemos, Dios vendrá y nos apretará las tuercas, porque somos sus hijos y sus alumnos, y porque nos ama y quiere vernos aprobando, no suspendiendo. Hermano, acepta el apretón y disfruta del aprendizaje. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 15 de julio de 2017

Escoge tú el camino 16/07/2017

Eclesiastés 7:5: "Es mejor oír la reprensión de los sabios que oír las alabanzas de los necios."

Cuando uno es adolescente tiende a valorar la vida viendo muchas menos cosas de las que valora cuándo es un adulto. Supongo que no era ni más menos imprudente que cualquier otro adolescente de mi edad, pero como era bastante rebelde, trataba de hacer lo contrario de lo que me aconsejaban mis mayores, ya fueran mis padres mis abuelos o mis tíos. Por aquel entonces, yo no tenía demasiadas figuras que pudieran mentorearme, así que me dejaba llevar por los consejos que me daban mis amigos. El problema era, que aunque ellos eran buenos amigos, como sus consejos no se basaban en la experiencia, no eran muy buenos, y eso me llevo a tomar malas decisiones en aquel tiempo. Hay una tía mía con la que si hablaba más, un día hablando de uno de mis errores me dijo "Guille, sé que no quieres escuchar esto, pero puedes elegir los consejos agradables equivocados de tus amigos, o los desagradables de tus mayores".

Y esa conversación me hizo pensar bastante, y he convertido una máxima en mi vida que, ante cualquier decisión, antes escuchara algún consejo que no me gustara y ante cualquier problema de la vida buscar antes la disciplina que el consuelo. Porque cuando uno es reprendido y regañado, o escucha la otra visión de una decisión que no le gusta, puede aprender mejor de las diferentes opciones y es más difícil que se equivoque. Además, cuando aquellos que te dan el Consejo son quieres más te quieren, si dicen algo que no te gusta sin duda es que puedes estar equivocado. Como último punto importante, si uno escucha a iguales, pueden estar igual de equivocados que uno, pero si escucha a sus mayores, aquellos que ya han pasado por situaciones por las que tú estás pasando, su visión del problema puede ser más profunda y acertada.

A nadie le gusta que venga alguien con autoridad de la Iglesia, se entiende que con sabiduría, y te reprenda por algo que estás haciendo mal, créeme que a nadie le gusta. Yo te mentiría si te digo que lo he pasado bien cuando alguien, dentro o fuera de la Iglesia, me ha dicho "Guillermo, por ahí no vas bien". Pero créeme que aprovechar esas situaciones es ser sabio, inteligente y tener ganas de prosperar en tu vida. Porque un buen consejo cogido a tiempo, una buena reprensión tomada con sabiduría, puede llevarte a no cometer un gran error para tu vida. Pero cuando uno se deja reprender y aconsejar por estas voces, se está dejando guiar por aquellos a los que Dios comisionó para guiarte, estás siguiendo la guía de Dios y su plan. Yo me siento entonces desagradado, pero le digo "escoge Tú el camino, mejor dirige Tú y llegaré sin duda a buen puerto. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 14 de julio de 2017

El primer amor 15/07/2017

Cantares 2:6: "¡Cómo anhelo que mi cabeza repose sobre su brazo izquierdo, y que su brazo derecho me abrace!"

Una de las características principales de mi personalidad es que soy muy enamoradizo. Lo he sido siempre, desde la infancia, recuerdo a mis cuatro o cinco años que ya tenía una novia en preescolar y nos cogíamos de la mano en el recreo cuando las profesoras no miraban. Pero cuando llegué a la adolescencia a los quince años de verdad me enamoré de una chica que conocí en un campamento. En aquel entonces no es como ahora, no había Internet ni móviles para comunicarnos por WhatsApp, así que yo le escribía cartas, entre tres y cuatro cartas a la semana... Y escribía poesías cursis y todas estas cosas, era un romántico empedernido. Y aunque ese amor me duró lo que duran los meses de un verano, hasta el día de hoy no he olvidado el nombre, los apellidos, la cara y los ojos de aquella chica, y como me hacía sentir, quizás en mi corazón quede algo que aún anhele su presencia.

Porque amigos, en asuntos del corazón, una cosa es lo que uno haga y diga y otra muy distinta lo que sienta en el corazón. De hecho, lo que uno hace y dice tiene que ver con lo que uno quiere sentir, y lo que siente no es siempre lo que uno quiere sentir ¿Cuántas veces no ha venido un amigo diciendo que ha olvidado a su ex y a las dos horas está llorando por lo mucho que la echa de menos? No podemos confiar en lo que la gente nos diga de como se siente, sino, en realidad en lo que observemos de como se siente. Y eso será una tónica en nuestra vida porque se nos enseña que a veces está mal sentirnos como nos sentimos y que debemos esconderlo y que nadie lo vea. Somos expertos en esconder nuestros verdaderos sentimientos incluso a nosotros mismos, y cuántas veces no nos engañamos a nosotros mismos. Es una estrategia de supervivencia.

Por eso, cuando alguien se comporta como que no quiere conocer del Señor, como que no quiere saber nada de Dios, desconfía. Puede ser que su cuerpo y su mente no quieran saber nada de Dios, pero atento, su alma anhela estar con Dios, su alma anhela el hogar para la que fue fabricada. Ese es su primer amor, por eso, de natural la gente dice "no creo en Dios", y no "Dios no existe"... Porque todos sentimos dentro de nosotros esa necesidad. Por eso buscamos en el mundo amor, aceptación y dignidad aunque este no nos lo puede dar, el mundo es indiscutiblemente incapaz de proporcionarnos eso. Las almas de la gente anhelan a Dios, y por eso, cuando tienen una experiencia espiritual y Dios les toca quieren volver a tener de eso, necesitan tenerlo. Seamos proclives a proporcionar experiencias espirituales a nuestro entorno y muchos serán devueltos a la casa de Papá. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 13 de julio de 2017

La última cara 14/07/2017

Salmos 27:8: "A mi corazón le pides buscar tu rostro, y yo, Señor, tu rostro busco."

Yo me eduqué mis primeros años en un colegio de monjas. Allí las había de todos los colores, las había buenas y las había menos buenas, las había amorosas y algunas eran un dechado de puro sadismo religioso, pero aprendí grandes lecciones en ese colegio. Recuerdo en especial a una de aquellas hermanas, la hermana Purificación, a la que todos llamábamos hermana Pura. En aquellos años yo, y mi afán justiciero nos metíamos en bastantes líos, solía pelearme en el colegio y fuera y solía ser bastante agresivo a ese respecto. Un día esta hermana me encontró castigado en la biblioteca, había peleado -y ganado- con un chico mayor que molestaba a mi hermana, y ella habló conmigo, con el terco Guille. Viendo que no entraba en razones, también por la adrenalina, me dijo "¿Qué crees que pensaría tu madre si te viera ahora?". Y se fue dejándome más frío que una nevera.

La gente siempre dice esa frase de que "un drogadicto no tiene nada que perder", como si un drogadicto no pensara en nada cuando está cometiendo algo que está mal. Pero si te pararas a hablar con alguno de ellos te darías cuenta de que en realidad ellos piensan en muchas cosas cuando están haciendo algo mal, pero su adicción es más fuerte que sus principios morales. Pero si te sientas con un grupo de adictos y les escuchas, aún cuando no han empezado a tratarse, te darás cuenta en la de cosas que piensan y que les duelen de ser adictos. Y siempre hay una persona que es "la última cara", la persona que nunca se les olvida, y a la que más les duele estar decepcionando. Puede ser una madre, un padre, alguien que les amó... Pero al final hay alguien que no se les saca de la cabeza y a quién muchos terapeutas acuden en el proceso de rehabilitación.

¿Y qué somos nosotros aparte de adictos a pecar? Si no tenemos capacidad de desintoxicarnos por nosotros mismos... Y el Señor nos lo dice claro "Busca mi rostro, mira mi rostro desde la oscuridad de tu corazón". Y quizás sea sólo eso lo que necesitamos para huir de nuestes adicción al pecado, mientras vivamos aquí no la vamos a vencer, créeme que no. Pero podemos huir de ella, luchar contra ella mirando a los ojos de Jesús, poniendo nuestra mirada en el Mesías. Sólo plantéate que si estás solo ante un pecado, si te ves incapaz de vencer en tu lucha, tan sólo tienes que mirar a Jesús. Tienes grandes y poderosas imágenes de Él, el Jesús bautizándose en el Jordán, sanando enfermos, predicando en el monte... Aunque para mí no hay ninguna como el Jesús sangrando de la Cruz del Calvario, esa imagen siempre me ayuda a vencer ante el pecado. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 12 de julio de 2017

Me dijo que lo hiciera 13/07/2017

Santiago 1:14: "Al contrario, cada uno es tentado cuando se deja llevar y seducir por sus propios malos deseos."

Hay algo que hacen los niños, que yo recuerdo de cuando era uno de ellos, y también de trabajar con ellos, que es buscar siempre un elemento al que echar la culpa cuando les pillan haciendo algo mal. Siempre, cuando uno ha escuchado a un amigo que le ha recomendado hacer algo malo, y lo ha hecho, si te pillan le echas la culpa a él. Y hay profesores, y padres que en ese caso castigan al niño que te incitó a hacer algo malo, como si tú no hubieras tenido decisión a la hora de seguir o no seguir esa recomendación. Recuerdo que yo era uno de esos niños que hacían lo que otros chicos le mandaban, por hacerme el valiente y el más hombre. Y sin embargo, lo que demostraba con esto era muy poca personalidad. Mi teoría es que aquellos que me hubieran hecho responsable de mis actos me habrían hecho tener más personalidad a la hora de oponerme a estos chicos.

Pero así somos en nuestra sociedad actual, culpamos más al que incita a hacer algo malo a otros, que en sí a quién ha hecho algo malo. Como si el hombre hubiera perdido su voluntad y su capacidad de discernir lo que está bien y lo que está mal. Y estamos en una sociedad en la que la culpa se evita de todas las maneras, porque en realidad la culpabilidad te estanca, pero una cosa es anclarse a la culpabilidad y otra muy distinta no hacerse responsable de los propios errores y actos cometidos. Personalmente estoy harto de escuchar cómo la gente echa a los demás la culpa de sus problemas, de sus divorcios, desempleo, sus enfermedades y otras calamidades. "Él me llevo a eso", "ella me dijo que lo hiciera así"... Son frases comunes en las excusas de todos, pero es muy difícil escuchar a alguien que te diga "En realidad yo fallé..." "fui yo quien me equivoqué".

Dios es, por lo que puede extraerse de su palabra, terriblemente reaccio a que sintamos culpabilidad, de hecho gran parte de su obra en la Tierra hace que no sintamos culpabilidad. Sin embargo, nadie puede decir que Dios evite que tú te responsabilices de tus actos. Dios hace que nos responsabilizamos de nuestros actos porque es la única manera de que adquiramos un aprendizaje que nos permita evitarlos de nuevo, Él te hace sentirte maravillosamente limpio, pero tú acarreas con las consecuencias de tus errores. Y no permite que tú le eches la culpa a quien te incitó, sea una persona o el mismísimo enemigo, porque tú tuviste el poder de decidir si hacías o no hacías algo. Ya está bien de esos discursos victimistas que hacen que uno quede bien a base de poner la responsabilidad de sus actos en otro. Muchos no creyentes esperan ver en nosotros ese tipo de responsabilidad, y estamos llamados a dársela. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 11 de julio de 2017

¡... Si, hombre! 12/07/2017

Génesis 18:14: "¿Acaso hay para Dios algo que sea difícil? En el momento indicado volveré a ti, y conforme al tiempo de gestación Sara tendrá un hijo.»"

Cuando era pequeño era un niño muy crédulo, creía en los gnomos, los duendes, los reyes magos y el Ratón Pérez. Me creía todo lo que mis padres me dijeran, y también cualquier extraño podía engañarme, cualquier persona, porque yo me lo creía todo. Sin embargo, pese a lo crédulo que podría llegar a ser, recuerdo que había cosas que no les creía a mis padres. Por ejemplo, recuerdo una vez que mi padre me dijo que llamaría a Melchor porque yo no había sido bueno... Y yo me quedé como "¡... Si hombre! Como si tú fueras a tener tanta influencia papá". Lo cierto es que, en el mundo de fantasía que era (Y aún sigue siendo, me temo) mi mente entonces, tenía cierta lógica pensar que mi padre no podía tener mano con los reyes magos, era algo que para mí era de absoluto cajón. Pero la verdad del asunto era que, referente a mis regalos de reyes, no había nadie con mas autoridad que mis padres, y nadie podía decidir mejor que ellos el contenido de los mismos.

A veces somos un poco así, en nuestra vida, en nuestro trabajo, aparecen bendiciones que no nos esperamos y no nos las creemos. Recuerdo un amigo que el día que por fin aprobó las oposiciones de policía no se lo podía creer, era superior a su mente, simplemente su cabeza no podía. También recuerdo una vez que durante un tiempo me ficharon en un equipo en el que quería jugar, y encima ganamos la liga... Era algo que no podía creer. Cuando al fin encontramos a alguien a quien amar y con quién compartir... Son situaciones que ponen a prueba nuestra capacidad de creer. Y yo me sorprendo cada día viendo lo enorme que es la capacidad de creer de los niños, y lo limitada que es nuestra capacidad de creer como adultos, es como si, por el camino, alguien nos hubiera robado esa parte de nuestra mente y nuestro corazón y nos hubiera transformado en fríos robots.

Y esto es aún más triste cuando se constata dentro de la Iglesia, yo mismo debo decir con vergüenza, que no una vez ni dos, sino muchas dudo de la acción de Dios sobre mi vida. Que no una vez ni dos vuelvo a soñar con mi Egipto y mi Babilonia, como un terco imbécil que espía al hombre de Dios y ríe ante la loca ocurrencia de que aún pueda concebir... Como si ya no hubiese visto yo concebir a otros más viejos por la mano y el milagro del Señor... La incredulidad es el mayor arma que el enemigo puede usar para matar a un Cristiano. Un Cristiano podrá andar en el valle de muerte y sufrimiento, pero si cree, si tiene fe, estará vivo, y será guiado por su pastor, sólo necesita fe. Pero si un Cristiano deja de creer, aún porque no le interese creer, entonces será arrastrado de nuevo por la corriente a la casilla de salida, a Egipto, a Babilonia. No lo olvides, si no quieres volver al lugar de dónde el Señor te sacó. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 10 de julio de 2017

El hermano mayor 11/07/2017

Isaías 17:8: "Ya no volverá la mirada a los altares de incienso que hizo con sus manos, ni a los troncos de Asera que hizo con sus dedos."

Como muchos saben yo soy padre de una hermosa niña pequeña, he de decir que estar con ella es el mejor tiempo de mi vida después del tiempo que paso con Papá. Los fines de semana que está conmigo no salgo, y por ello, cuando se duerme, veo mientras ceno un programa en la televisión que se llama "hermano mayor". En ese programa siempre se ve el mismo proceso, un joven vuelto contra sus padres, que tiene una rebeldía y un odio tremendo, pero en un momento dado aparece un hermano mayor, que media entre ellos, y de repente el chaval se da cuenta, con mucho trabajo, de contra quien se había rebelado. Y es entonces cuando ese chaval se revela con "v" tal y como es, un niño asustado, y corre llorando a buscar a sus padres, pidiendo perdón por cosas que, quizás no merecen el perdón de nadie, pero ¿Qué puede hacer el amor de un padre sino perdonar?

El ser humano repite estas conductas hasta el día en que se muere, da igual que sea con un jefe -justo e injusto-, con un policía -justo e injusto- o con cualquier figura de autoridad que se nos imponga, porque de natural respondemos rebelándonos contra la autoridad que nos limita los movimientos que de natural nos apetece acometer. Y hay veces que no queremos ver que esa autoridad cuando se pone autoritaria y grita tan sólo quiere lo que es mejor para todos nosotros. Pero es cierto que a veces es necesario que aparezca un "hermano mayor", alguien más experimentado que venga a mediar con nuestros sentimientos de rebeldía para que nos demos cuenta que, a pesar de tener o no razón, tenemos que dejar atrás esa rebelión por nuestro bien. El día que al fin nos damos cuenta, podemos juntarnos e ir a una con nuestra autoridad, y construir algo.

Y el mundo es siempre así. Somos todos como adolescentes enfadados con el mundo, con nuestros problemas, somos las víctimas de la gran broma que es la vida y que está continuamente dándonos palos hasta que nos morimos. Y algunos se mueren sin reconciliarse con su padre, porque por uno mismo no puede, nadie puede ver por sí mismo que su rebelión y su odio no son contra Papá sino contra uno mismo. Pero nosotros teníamos un hermano mayor que estaba deseando venir para reconciliarnos con Papá, Él estaba obviamente de su parte, pero no estimó bajarse de su estatus, no estimó sufrir lo que tenía que sufrir para poder llegar hasta nosotros, reconciliarnos bien merecía para Él cualquier precio. Y en el momento de esa reconciliación, ya no nos interesaran los viejos ídolos, los antiguos consuelos ante el enfado antiguo contra Papá, ya sólo nos volvemos a Él, llorando, pidiendo perdón sin merecerlo, pero sin merecerlo, Él nos lo da. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

El bueno del equipo 10/07/2017

Oseas 2:14: "»Sin embargo, volveré a cortejarla. La llevaré al desierto, y allí me ganaré su corazón."

Dios sabe porqué pero yo no soy un deportista demasiado talentoso, especialmente en el deporte que amaba en mi infancia, el baloncesto. Y recuerdo, que si logré ganarme un puesto en los equipos que jugué fue siempre poniendo un extra de carácter y esfuerzo, siendo el primero en llegar a los entrenamientos y el último en irme, siempre dando más que los demás. Por eso me ponía enfermo la actitud de los entrenadores hacia "el bueno del equipo", ese jugador que por exceso de talento puede permitirse faltar al entrenamiento y aún así ser titular en el partido. El entrenador siempre tenía un exceso de misericordia, indulgencia y amor por ese jugador, y a los perros de presa como yo nos esperaba luchar por salir unos minutos del banquillo. Y desde luego no es algo que favorezca a ninguna de las partes.

Pero en nuestra sociedad solemos premiar el talento, esa curiosa mezcla de genes y desarrollo que hacen que una persona sea capaz de lo que los demás sólo soñamos. Nos da igual que una cantante famosa sea una delincuente porque nos gusta su voz, y nos da igual que un deportista famoso defraude millones a Hacienda porque nos gusta cómo juega. Esta forma de actuar me desespera porque es una falsa misericordia, es una misericordia interesada, pues solamente perdona a aquellos que nos hacen disfrutar con su talento, pero los demás que se pudran en la cárcel, por eso son delincuentes. Somos igual que mis entrenadores, unos falsos, a los que les interesa ver jugar al bueno del equipo, sea lo que sea y haga lo que haga. Pero así es nuestra mente humana, no sabe amar, pensar ni perdonar bien.

Cuando leo Cantar de los Cantares capítulo cuarto, me emociona la ternura con la que Dios se refiere a las caricias a su esposa, la Iglesia. Cuando leo esos versículos siento que de verdad puede ser que sea agradable y delicioso para el Señor, pero eso se acaba cuando llego a Oseas. Cuando llego a Oseas me veo realmente como lo que soy, una prostituta que es infiel a su marido cada vez que este no mira, e incluso cuando mira, porque nuestro Señor siempre mira y aún así le somos infieles. Sin embargo nos sigue tratando como al bueno del equipo, y sigue siendo misericordioso con nosotros aunque no tengamos talento, aunque fallemos las canastas y aunque merecieramos estar, no en el banquillo, sino expulsados. Dejemos de sentirnos como una esposa preciosa porque somos la prostituta rescatada, que sigue fallando y que necesita el perdón diario de su marido. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 9 de julio de 2017

De escalada 09/07/2017

2 de Pedro 2:21: "Les hubiera sido mejor no haber conocido el camino de la justicia, que volverse atrás después de haber conocido y recibido el santo mandamiento."

Yo no soy un experto en escalada, de hecho, ni siquiera se me ocurriría ser el guía en una vía o hacer de monitor. Pero un año yo estaba de monitor de campamento en Francia, en un lugar de los Alpes franceses. Estando allí nos dieron la oportunidad de hacer una vía Ferrata, que es la manera menos peligrosa de iniciarse a la escalada. Sin embargo, había un problema, solamente había un monitor certificado, si queríamos ir yo tendría que hacer de monitor, cosa para la cual no estaba cualificado. El caso es que llegamos a la vía, de unos ciento ochenta metros de altura y me pusieron a cerrar la marcha porque el monitor pensaba que yo era alpinista. E iba con un chico que tenía miedo, íbamos bien hasta que miró abajo y vio a dónde podía caerse. Y le entró tanto pánico que se puso a chillar y se bloqueó al punto que no se movía, ni para arriba ni para abajo.

El final de aquella historia pasa por el que les escribe con ese chico -que no era tan chico- colgado a la espalda, frenético para terminar de subir la pared. Porque si algo saben aquellos que han hecho escalada alguna vez, es que es mejor, una vez que uno inicia una vía, subirla hasta el final que bajarla a la mitad, bajar en escalada es mucho más difícil que subir. Y esto a veces ocurre en muchas de las facetas de nuestra vida, en las cuales, uno que empieza un camino, ya no puede abandonarlo sin destrozar o hacer mucho daño a su propia vida. Por ejemplo, uno no puede ser padre o madre y abandonar ese camino sin hacer muchísimo daño a las partes, incluido a uno mismo. Tampoco puede uno abandonar el camino de la inocencia, porque una vez que comete un delito, este queda para siempre reflejado en la hoja del historial de uno. Lo mismo eso impide que uno vuelva a trabajar en un campo concreto, o que consiga algunas ventajas sociales.

Y hay un camino que una vez se toma más nos valdría no tomarlo de vuelta, aunque nos asuste mirar hacia abajo. Ese camino es el camino al cielo, el camino de la justicia, el camino que dejó marcado, con huellas de fuego santo Jesús tras su resurrección. Dice la palabra que peor es para aquel que ha empezado el camino de la vida terminarlo, que no, volver a atrás o abandonarlo, yo no sé muy bien las consecuencias, pero la palabra es clara al respecto. Y aparte de las consecuencias que pudiera tener para la eternidad, hablamos de las que pueda tener para nuestra vida y son también devastadoras. Locura, desorden, pérdida de toda ilusión y motivación, y una completa de sensación de hipocresía y falsedad de nuestra vida que puede destruirnos. Pero, por suerte, tenemos a Jesús para que nos cargue a sus espaldas y seguir andando camino al cielo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 8 de julio de 2017

La victoria final 08/07/2017

1 Corintios 15:54: "Y cuando esto, que es corruptible, se haya vestido de incorrupción, y esto, que es mortal, se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: «Devorada será la muerte por la victoria»."

Cuando estaba en el colegio nos hicieron estudiar  la historia de la Armada Invencible. Realmente, los españoles a esta batalla la habían llamado la empresa de Inglaterra, pero los ingleses le pusieron ese nombre en tono de mofa ya que perdimos dicha batalla. Lo que no se nos cuenta en los libros de historia, es que a pesar de haber perdido aquella batalla, la guerra la ganamos. De hecho, en los tratados de paz firmados 16 años después, los acuerdos para España eran tremendamente ventajosos. Porque lo que marca el resultado de una guerra, un conflicto o cualquier diferencia entre dos partes no es el resultado de la primera batalla, sino el resultado final una vez acabe. Por eso digo siempre que, para mí, el mejor estratega es aquel que planifica sus movimientos en función al resultado final, no aquel que piensa en ganar la primera batalla a todo coste y al final se queda sin fuelle.

En deporte nos pasa mucho esto, especialmente en el deporte de base. He observado durante los años, que la mayoría de Clubes y entrenadores quieren que sus equipos ganen a corto plazo, digan lo que digan, siempre están más centrados en acabar la temporada como campeones, que en tener jugadores felices que en el futuro sean campeones en la vida. La verdad, es que cuando se hacen jugadores campeones para la vida, estás invirtiendo en el futuro de tu club. Y a lo mejor, ni vas a ser campeón en categorías inferiores, pero vas a tener equipos fantásticos cuando los jugadores sean adultos. La estadística muestra que los clubes que más miran por el corto plazo en mi deporte, el baloncesto, son los que tienen más índice de abandono deportivo en la adolescencia. Y sin embargo, los que apuestan más por la formación son los que tienen mejores equipos y categorías superiores.

A nivel espiritual hay una lucha que lleva efectuándose desde el principio de los tiempos. Y es la lucha entre la vida y la muerte. La vida representada por el bien, lo que es de Dios, lo que es bueno, y la muerte representada por el mal, lo que es del enemigo lo que es malo. Y casi pareciera, cuando uno observa la vida y la naturaleza, que la muerte va ganando la partida a la vida. Porque cada día que pasa nuestros cuerpos se sienten más cansados, enfermos y cercanos a la muerte, y además esto nos causa frustración. Pero esto, amigo mío, no es más que una batalla al principio de la guerra, no es más que una batalla que podemos permitirnos perder porque es parte de una estrategia superior. Porque la victoria final en esta guerra no se la va a llevar el que gane la primera batalla, y gracias a la obra y ministerio de Jesús, nos levantaremos a la vida eterna a pesar de que nuestros cuerpos se pudran y sean pasto de gusanos. Esta guerra, finalmente, la ganará la vida. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 6 de julio de 2017

La ilógica humana 07/07/2017

Marcos 12:6: "Todavía le quedaba uno a quien enviar, que era su hijo amado, y finalmente lo envió a ellos, pues pensó: “A mi hijo lo respetarán.”

No sé si alguna vez habéis conocido a una persona con autismo, síndrome de Asperger, o alguna otra disfunción de los circuitos cerebrales. No son personas más inteligentes, ni más tontas que el resto de los humanos, simplemente piensan distinto y el modo en que piensan les hace inadaptados a la realidad humana del resto que pensamos de una misma manera. Yo tenía un conocido que aprendía a bailar en las clases no colaboraba como profesor, que tenía un síndrome de Asperger bastante profundo. Él no podía ser autónomo porque podía olvidar el comer, o el ducharse durante días. Para él, el amor era tremendamente ilógico, porque su mente funcionaba solo por lógica. Por eso, no entendía que una chica guapa estuviera con un chico feo, o que una chica pobre estuviera con un chico rico, no entendía que las relaciones no se desarrollen con una lógica simple, sino con la "ilógica" del amor.

A esto es a lo que ha llegado, en cierto modo, la mente del hombre posmoderno. Nos han enseñado a entender el mundo confiando en una lógica sencilla y simple que, cuando falla, nos descoloca los esquemas mentales hasta el punto de hacernos perder el norte. Por eso hay tantos en nuestro mundo occidental que son incapaces de creer en la existencia de Dios. Porque, para ellos, el hecho es que haya un ser al que no te puedes enfrentar por la lógica, al que no puedes conocer estudiándolo con tu mente, es ilógico y por lo tanto, si es ilógico, imposible. Por eso, todo aquel que encuentra algo sobrenatural, y por lo tanto ilógico para esa lógica simple, es tachado de loco, enfermo mental, o cosas aún peores. Todo lo que no se sujete a la ecuación "a+b=c" es imposible, ilógico y absurdo. Para algunos simplemente es inconcebible.

Pero esto es como el crecimiento científico, deja de tener lógica hasta que tu conocimiento crece y lo ilógico se hace lógico. Simplemente tienes que salir de un círculo menor y entrar en el mayor. De eso va este concepto de lógica. Para los no creyentes puede ser ilógica la existencia de un Dios, y que este tuviera una razón para tener que mandar a su hijo a la tierra a morir por nosotros. Porque en qué cabeza puede caber de un Dios que nos ama pueda culparnos de nuestros pecados y, por lo tanto, diseñar un plan redentor. Como como dice la propia Biblia, el evangelio es locura para los que se pierden, es lógico para todo aquel que se rebela contra el corazón de Dios. Pero si tú sales de tu pequeño círculo de conocimiento es crecer, lo que era ilógico se vuelve lógico. Y el amor es tremendamente lógico científico los términos en los que Dios lo ha creado.  Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 5 de julio de 2017

La decisión 06/07/2017

Esdras 8:21: "Ese día, a las orillas del río Ahava, convoqué a un ayuno general en honor de nuestro Dios, para pedir que a nosotros y a nuestros hijos, y a nuestros bienes, nos guiara por el camino correcto."

En los tiempos antiguos, las sociedades tenían ritos concretos en los momentos en los que iban a tomar decisiones importantes, ya fueran individuales, de carácter colectivo, o incluso decisiones nacionales. Los espartanos, por su religión, consultaban al oráculo de Delfos, y aquí, unas jóvenes profetisas, que se suponía que eran vírgenes, en un estado de trance inducido por ciertas drogas, profetizaban lo qué el pueblo o una persona individual debía hacer, y ya fuera uno una persona en concreto o todo el pueblo, que los espartanos lo seguían a rajatabla. Tanto es así, que por una decisión de dicho oráculo, los espartanos solo pudieran llevar a trescientos soldados a la batalla de las Termópilas. Si el oráculo hubiera decidido en otra dirección, habrían sido más y probablemente el resultado de la batalla hubiera sido distinto. Todos hemos visto la película.

Pero es curioso como el ser humano busca conocer el futuro y la resolución de los problemas actuales para tomar decisiones correctas. No tenemos la capacidad de visionar el resultado, somos, probablemente, el único ser vivo capaz de hacer planes a largo plazo, pero sabemos que no controlamos el resultado de los mismos. Y una prueba de ello, es que sigan proliferando y haciéndose de oro las cadenas que se dedican al tarot, la numerología, la adivinación y otras disciplinas parecidas. Porque la gente sigue buscando un oráculo que le muestre en qué dirección ha de andar. Y además queremos que sea del modo más sencillo posible, si puede ser a través de un botón que nos muestra una pantalla, mejor. Porque al fin y al cabo... ¿Quien quiere complicarse incluso para que le digan si futuro? Algunos con leer su horóscopo cada mañana se conforman.

Una de las mayores revelaciones que el Señor me dio acerca de estos temas es que Él no nos prohíbe acceder a ellos por un capricho, no lo hace porque le den coraje, o por que tengan una base maliciosa, no. El Señor nos prohíbe estas disciplinas porque, fundamentalmente, sustituyen la búsqueda de su guía por la de otra más fácil. ¿Quien va a querer separar su tiempo para Dios pudiendo leer un horóscopo? Quién va a trabajar para escuchar esa voz si puede pagar para que le den algo más rápido. Es un tipo de prostitución espiritual, como no quiero pagar el precio del matrimonio, pago el precio menor de una prostituta para que me dé la parte que me interesa del mismo. Los hijos de Dios también buscamos nuestra guía, que es la voluntad de Dios. Y la buscamos en el lugar correcto, en la oración, en el ayuno, apartando tiempo para escuchar su palabra y su voluntad. Nunca subestimes la gran bendición de ayunar para escuchar la voz de tu padre. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 4 de julio de 2017

Contra este no 05/07/2017

Habacuc 1:12: "Tú, Señor, eres un Dios santo. Tú existes desde el principio; ¡no nos dejes morir! Tú, Señor, eres nuestra Roca; ¡no hagas que este pueblo nos juzgue y nos castigue!"

A todos los que hemos hecho deporte nos pasa, hay un rival con el que no quieres perder porque es la antítesis de lo que tú representas. Yo recuerdo que había un colegio con el que nos estuvimos enfrentando durante años en mi infancia, y este colegio representaba un basket económicamente muy superior al nuestro, con muchos lujos y con bastante menos carácter, compañerismo y hermandad de los que esgrimíamos nosotros como bandera. Lo peor de aquel enfrentamiento, era que cualquier partido del año se podía perder, pero aquel no. Nuestro entrenador nos hacía hincapié en la rivalidad que había entre nosotros semanas antes de que llegara ese partido, y si uno de los jugadores importantes se lesionaba antes del mismo era una auténtica tragedia. Aquel partido era el examen más importante del año, y uno de los dos equipos salía como juez y otro juzgado, y ambos queríamos ser el que juzgara al otro y dejarlo en ridículo.

Pasa también en cualquier tipo de enfrentamiento. Personal, de vecindad, en los partidos políticos... en cualquier tipo de enfrentamiento. Siempre existe un rival con el que no quieres perder, te da igual si pierdes en la general, pero no contra ese. Porque significará que, en el juicio, te ha dejado en ridículo aquel que representa lo contrario de lo que tú eres. En las discusiones entre vecinos, pasa lo mismo. Siempre hay uno que consigue que los demás vecinos se pongan de su parte, y ese es el que gana discusión, por este tipo de discusiones además, se crean enemistades de por vida en las comunidades de vecinos. Igual en los partidos políticos, hoy en día ya no se lleva valorar si uno ha ganado o ha perdido, o si ha ganado votos desde la última elección. Hoy en día lo que se lleva es ganar a tu rival directo, y si eso ocurre te sientes ganador pese a no conseguir tus objetivos.

Por eso entre otras cosas no queremos a veces ser juzgados por aquellos que pertenecen al mundo, y en base también a que aquellos que pertenecen al mundo son controlados por su pecado, y por tanto, por el rey del pecado. Porque, aunque sepamos que tenemos la razón, no somos ajenos a que alguien nos ridiculice, que intente dejar en ridículo los principios del Reino, aquello que nos gusta, nos apasiona, aquello que nos mueve. Pero Dios no permitirá que estos nos juzguen a nosotros, es más, en última instancia estaremos presentes nosotros en su juicio y no al revés. Seremos nosotros, como dice el dicho, aquellos que rían últimos. Por eso debemos estar tranquilos aunque ellos parezcan más, tengan más fuerzas ahora y parezcan mejores, porque no lo son, están destinados a perder la batalla y a quedar en ridículo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 3 de julio de 2017

¿Algo más por favor? 04/07/2017

Joel 1:4: "Lo que la oruga dejó se lo comió el saltón, y lo que dejó el saltón se lo comió el revoltón, y lo que el revoltón dejó se lo comió la langosta."

Yo lo llamo "etapas derrumbe", seguro que has vivido algo de esto. Cuando te pasa en un día que estabas perfecto, y de pronto se muere alguien en tu vida, se te estropea el coche, llamas a tu jefe para decirle que no llegarás tiempo y te dice que no te molestes en volver, que enviarán tus cosas a casa. Luego alguien en la calle te choca sin razón y al día siguiente te enteras que te robó la cartera y que se ha gastado tus ahorros de varios años de trabajo en comprar por internet todo tipo de cosas... Por supuesto estoy exagerando pero ¿Quién no ha tenido una mala racha? ¿Una etapa derrumbe? La mayoría de sin hogar que encuentras en la calle lo son por una mala racha que les llevó directos a una depresión en la que aún están inmersos y de la que es difícil salir, pídele a Dios que no te toque a ti.

Pero nadie, por muy bien que oriente su vida es ajeno a que le ocurran caídas de este tipo, mira a Job, a Magic Johnson, mira a Maradona, o a Bill Clinton... Todo el mundo se puede ir a lo más profundo del cráter en cuestión de segundos, a veces por nuestra culpa, a veces por culpa de otros o incluso por accidente... Pero nos puede ocurrir esto, que de repente, sin darnos casi cuenta, todo lo malo nos pase al mismo tiempo, todo lo que nos puede afectar nos afecte de manera incontrolable. Y cuando nos pase podemos pensar que se acabó, que no tiene sentido seguir así, yo creo que muchos de nosotros alguna vez hemos dicho eso de "ya no quiero seguir en este mundo" para nuestros adentros. Es como si vinieran algunas plagas seguidas, y tú sólo puedes mirar como se comen tu cosecha, tu reserva y tus ahorros, sin poder hacer nada.

Resulta que estas cosas pasan, las plagas vienen y nos acosan, y estás recogiendo lo que sobró de una plaga cuando llega la segunda, y vas al hospital por un accidente y te ponen una multa antes de pinchar una rueda por un bordillazo contra la llanta. En este tipo de ocasiones en las que uno sólo puede tirarse en el suelo a llorar, se pone a prueba nuestra fe, el producto de los frutos del Espíritu en nuestra vida. Y es en el momento de esa prueba que algunos caen, que según las raíces que uno tenga en Jesús se sostiene o se cae. En este caso el que se sostiene luego ve como Dios devuelve más que lo que la plaga se llevó, cómo con Job, como con Joel, como tantas veces antes. Y no es una promesa que quede vacía, tan sólo es necesario que pongamos en práctica nuestra fe y confianza, que creamos que Dios va a hacer lo que siempre hace. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 2 de julio de 2017

El buen abuelo 03/07/2017

Nahúm 1:3: "El Señor es lento para la ira, y su poder es impresionante. El Señor no tiene por inocente al culpable. El Señor marcha en la tempestad y en el torbellino; las nubes son el polvo que levantan sus pies."

Yo sólo conocí a uno de mis abuelos, mi abuelo Pepe, era un hombre duro, había sido cantero y marmolista y había adquirido un tanto esa dureza de la piedra en su carácter. Mi abuelo tenía varios nietos y disfrutaba de que le preguntásemos de sus proezas en la guerra y de su vida de juventud. Una de sus cualidades era que la edad le había enseñado a ser lento en enfadarse, eso le daba la posibilidad de ser más cabal en sus juicios, no juzgaba a la ligera y era capaz de darse cuenta de muchas cosas con un simple vistazo. Me encantaba que fuera lento a la de hora de enfadarse, aunque eso no lo hacía exento de poder hacerlo, cuando lo hacía y era necesario podía soltar una buena riña e incluso algún azote. Aunque según mi padre eso no fue siempre así, esa parte de su carácter la había desarrollado con la vejez, en su juventud era mucho más impetuoso.

Y es que es cierto que la edad nos da una pátina maravillosa al carácter, nos da calma, sabiduría, saber estar, objetividad, experiencia, autocontrol y otras que hacen que algunos desarrollen ese carácter del buen abuelo. Porque obviamente nadie es perfecto y muchos tienen un envejecer muy inmaduro, más en los días que corren, pero cuando una persona madura como tiene que madurar, si que adquiere estos valores en su forma de ser. Yo disfruto muchísimo cuando me cruzo con uno de estos abuelos que escuchan antes de hablar, con modales impecables, con pausa y sonrisa eterna, difíciles de enfadar, pues por un lado sería un desperdicio de tiempo para alguien que no dispone de mucho, así como, el criterio por el cual uno se enfada va modificándose según se va viviendo y uno va superando etapas y enfados.

Y nosotros tenemos un Dios con toda la experiencia del mundo, con toda la ancianidad, fuerza y superioridad del mundo. Por eso que es lento en enfadarse, por eso es lento para la ira, es parte de ser infinito, no tiene ningún sentido enfadarse o ponerse iracundo, de hecho, casi nada merece la pena hacerse rápido, porque cuando la merece, Dios se preocupa de actuar en consecuencia. Tenemos suerte de que ese sea el carácter de Dios, si fuera algo más voluble veríamos caer a tantos que hoy en día se enfrentan a sus planes y principios. Somos afortunados de poder ser parte de sus planes, porque sin esa paciencia que Él tiene ya muchos habrían sido desechados de su Reino como hacen algunas iglesias, Él no, Él sí tiene paciencia. Y sobre todo, Él tiene los modos perfectos, a pesar de poder venir en el torbellino y en el terremoto, viene en el susurro amoroso y en la brisa. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 1 de julio de 2017

Cómo un comercial 02/07/2017

Mateo 10:13: "Si la casa es digna, recibirá la paz que ustedes le deseen; pero si no es digna, ese deseo de paz se volverá a ustedes."

Como mi buen amigo Fran suele decir, yo soy un mal vendedor de mi trabajo. Ninguno esa cara sino que durante toda mi vida he sido incapaz de convencer a nadie de que me compre nada. Recuerdo, incluso en una ocasión, que me costaba, para una empresa en la que trabajaba, que los clientes que ya estaban comprando productos, renovarán sus pedidos. Es más, estoy seguro que si intentara regalar caramelos a la puerta de un colegio, me quedaría con una gran bolsa de chucherías sin regalar. Y bueno, eso hace que cuando alguien me escoja, me compre, me tome entre todos los demás ya sea en relaciones, en trabajo o en amistades me haga sentir tremendamente dichoso, porque yo sé y tengo comprobado que, si por mí fuera, por mis dotes de venta, nadie jamás me escogería, me compraría o me tomaría de entre los demás.

Recuerdo en uno de esos trabajos que un jefe, algo más joven que yo, me dio una clave que jamás olvidaré. "Nosotros tenemos algo que ellos necesitan, y la obligación de mostrárselo -dijo-, pero yo no voy a perder la dignidad delante de nadie, si no quiere el producto, corta y a otro." Y ese discurso me cambió el modo de entender cualquier cosa. En función de lo bueno y necesario que sea lo que yo tengo para vender, puede ser que no sea ni necesario entrar a promoverlo. Y si lo que vendo no es bueno ni necesario, seguramente dando pena o dejando mi dignidad con aquel a quien pretendo vender mi producto no conseguiré mucho más que no haciendo nada. A veces, alguno de ellos, de los que rechazaron tu venta, vienen por sí solos a comprar tiempo después lo que tú vendes, pero cuando uno pierde la dignidad, no vuelven jamás.

Por eso, yo creo que tenemos la obligación de compartir el evangelio, pero no de soportar la contumacia de algunas personas a las que tenemos el placer de compartírselo. La contumacia es la cualidad de persistir en el error a pesar de que te lo estén mostrando. Y todos tenemos ese tipo de persona en nuestro entorno que es feliz haciendo escarnio sobre nuestra fe, queriendo hacernos preguntas, por el hecho de intercambiar opiniones, ni por comprobar alguna hipótesis, por aprender nuestra de fe o simple curiosidad, sino más bien porque sabiendo nuestra respuesta quiere entrar en el conflicto o la burla. Dios comisiona específicamente a apologetas para esta misión, Él no permite que sus hijos vean comprometida su dignidad en estos casos. Mi consejo es "sacude tus pies y vete" él ya tendrá su juicio. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma