miércoles, 31 de mayo de 2017

Hacer trampas 01/06/2017

Josué 9:14: "Los hombres de Israel tomaron parte de sus provisiones sin consultarlo con el Señor,"

El deporte es un mundo curioso, especialmente el deporte amateur. en el deporte amateur, a veces vemos como personas de lo más cabal, son capaces de perder completamente en la cabeza por ganar. Hasta el punto, que pueden vender su integridad, en forma de trampas, para ganar una copa de la cual nadie se va a acordar quince minutos después. Hay personas para las cuales ese momento de victoria puede ser el único momento de victoria de toda su vida. Lo que no saben aquellos que hacen trampas, es que la victoria, cuando se hace trampa, no tiene ningún sentido para uno mismo, pierde todo el valor para uno mismo, y el sinsabor que deja es tan amargo que uno solo quiere olvidar que ganó de la manera que ganó. Porque la integridad es de aquellas pocas cosas que uno puede vender y no recuperará jamás, ya nunca tendrás la sensación de ser íntegro, ni para sí mismo, ni para los demás.

Por eso hay que hacer las cosas del modo correcto, en la vida, igual que en el deporte es mejor perder, fracasar o caerse del modo correcto, que ganar, conseguir o permanecer de pie de un modo tramposo, ya sea a base de hacerlo sobre otras personas, o de utilizar trucos y engañifas ilegales. El gran problema es, que aunque intentamos no hacer trampas, somos incapaces en nuestra humanidad de no hacerlas. Y nos convencemos de que no son trampas o de que no es tan grave hacerlas, al fin y al cabo, todo el mundo roba, si yo robo, y todo el mundo lo hace, no es malo, es normal. Aunque intentamos ser limpios, aunque intentamos hacer las cosas bien, ser buenos, nos contaminamos de la mala praxis de otros que están a nuestro alrededor, quizás no eramos malos, pero el mundo nos hace malos. Y es imposible aislarse del mundo, es imposible ser ajeno a su influencia.

Por eso, de todas las cosas que pueden salir mal de nuestras acciones, la que depende de nosotros es precisamente el hacerle trampas a Dios, es el tratar, por nuestra cuenta, de anticiparnos a la voluntad de Dios y a sus planes. Cuando escondemos parte del botín para nosotros, cuando dejamos con vida a lo que Dios nos dijo que matáramos, cuando nos montamos en un barco en vez de ir a Nínive estamos haciendo trampas a Dios, cómo si Él no fuera a darse cuenta. Y muchas veces el actuar de este modo nos trae la derrota que asombrados nos pilla mientras le preguntamos a Dios porqué. Es como si después de hacer trampas nos sorprendiera que la sensación de vacío y molestar estuviera dentro de nosotros... Es lo menos que podía pasarnos. No creo que nadie pueda hacerle trampas al creador del juego y ganar, no creo que pueda hacerse, mejor no intentarlo siquiera. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 30 de mayo de 2017

El ejemplo del veterano 31/05/2017

Job 5:18: "Dios abre heridas, pero también las sana; hiere tu cuerpo, pero te devuelve la salud."

Siempre me han gustado los deportes de contacto, he practicado artes marciales, boxeo, pero mi favorito entre todos siempre ha sido el rugby. Una cosa importante en el rugby es que un equipo necesita tener una serie de jugadores veteranos para liderar a los más jóvenes. Sin esos jugadores, puedo garantizar que el equipo estará desde el primer minuto perdido. En algunos equipos jóvenes, como el mío, apenas que uno haya jugado cuatro o cinco años ya es veterano, y ya se ha ganado en las batallas del campo el respeto del equipo. Y una cosa que caracteriza a los veteranos son las cicatrices, porque nadie puede hacer deportes de contacto, o entrar a la batalla, sin salir con cicatrices. Son las muestras de las heridas que la lucha causa, y el hecho de que los veteranos tengan, hace que los más nuevos les sigan, porque saben que por lo que van a pasar ya lo ha pasado antes otro compañero.

Las batallas, en deporte o en otros ámbitos, son lugares peligrosos, lugares difíciles. Todo aquel que entre en una batalla sin saber a dónde va y sin estar preparado, es un inconsciente o un loco. Y en el deporte, en la vida o en el espiritu, una batalla puede ser fatal para uno. Una pelea, puede causarte daños irreparables, eso sí, cuando uno sigue a alguien más experimentado, la preparación de uno se multiplica por dos, ya que este veterano le suma la experiencia a la preparación de sus compañeros. Y una manera muy gráfica de entender la experiencia que un veterano tiene es viendo sus cicatrices, en algunas culturas guerreras, incluso, alrededor de esas cicatrices se tejen ciertos tipos de tatuaje para engrandecer el modo en que se consiguieron. Porque es honorable haberse atrevido a ir a la batalla, y luchar dando lo máximo, y sin utilizar las trampas que puedan deslucir la victoria.

La vida del cristiano es una continua batalla con las reglas que la palabra ya nos ha impuesto para ganar almas y traer el reino de Dios a esta tierra. La vida del cristiano no es una vida plácida, y aquel que la viva como tal está haciendo un uso cobarde de los recursos que Dios le entrega. Y uno no puede esperar entrar a una batalla para salir sin una sola herida y estar libres de cicatrices hasta el fin de nuestros días, porque el que lucha se hiere. Por eso, cuando veamos situaciones en nuestra vida en las que pensemos que Dios no está, o que nos ha abandonado, porque estamos viviendo un infierno en vida, pensemos que Dios nos está haciendo pasar batallas para hacernos veteranos que puedan liderar a otros. Que cuando alguien esté sufriendo, no le hablemos de la palabra de una manera futil, sino con un conocimiento de causa profundo, que podamos enseñar nuestras cicatrices y decir, "hermano yo ya lo he pasado". Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 29 de mayo de 2017

El chivato 30/05/2017

Jonás 4:1: "Pero Jonás se quedó muy disgustado, y se enojó."

Recuerdo que cuando uno estaba en el colegio o en el instituto, siempre había algún momento en el que el profesor tenía que salir de clase, ese día ponía al mando a algún secuaz, alumno normalmente. A este alumno lo llamábamos el chivato, y él anotaba los nombres en un cuaderno o en la pizarra si alguno de nosotros hablábamos, nos portamos mal, o nos levantábamos. Algunas veces, el profesor, a pesar de sus anotaciones, decidía perdonarnos a los que estábamos en la libreta, y este chivato se enfadaba, porque él había puesto en juego su integridad con nosotros y nosotros no recibíamos castigo. Sin embargo, este profesor si lograba que nos portásemos mejor, porque en base a ese perdón y a la confianza depositada en nosotros, nuestra conciencia nos dictaba portarnos mejor siempre que él tenía que salir, a pesar del enfado del chivato.

Porque en el fondo, no entendemos que alguien haga algo mal y esto se quede sin castigo, sin compensación. No nos gusta que si nos hemos portado bien, y otros mal, tengamos la misma recompensa. A la mayoría de los españoles se nos llena la boca hablando de que nuestro sistema penitenciario está basado en la reinserción, pero eso es una mentira, lo que nos gusta a todos es ver que los culpables pagan en la cárcel por sus pecados y delitos. No nos gusta que alguien se arrepienta y se le perdone, de hecho, no creemos que se arrepienta, creemos que lo dice para librarse. Y he conocido todo tipo de gente partidaria de la pena de muerte y de la cadena perpetua, como si la gente no pudiera cambiar, como si no pudiera hacerse un sistema mejor. Si nos enfadamos cuando alguien es perdonado, no somos mejor que aquel chivato de colegio que se enrabietaba si el profesor no castigaba a los rebeldes.

Y en la Iglesia también somos muy así a veces, como el hermano mayor del hijo pródigo. Siempre agradeceré que mis primeros maestros de discipulado creyeran en lo que Dios estaba haciendo en mí cuando me convertí, mucha gente dudó dónde ellos creyeron, y por eso siempre serán como unos padres espirituales para mí. Porque cuando no tenemos fe en el testimonio de un recién convertido no sólo somos una réplica más de ese chivato pesado, somos también unos cristianos escépticos, y... ¿Puede eso acaso existir? Yo llamo a la cordura a todos los herman@s, que Dios tenga misericordia de aquel que se arrepintió tarde es un motivo de fiesta también, es motivo de estar alegres. Sólo los chivatos se enfurruñan cuando Dios perdona a alguien que se arrepiente, sólo un hipócrita se enfada. Sólo aquel que no es consciente de su pecado, peca siendo ese tipo de chivato. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 28 de mayo de 2017

Inadaptados 29/05/2017

Juan 17:14: "Yo les he dado tu palabra, y el mundo los aborreció porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo."

Supongo que la mayoría recuerda lo que fue su paso por el instituto, o el colegio. Yo lo recuerdo bien, las seis horas diarias de clases desmotivantes, el frío del invierno y el calor en verano. Ese montón de deberes aburridos que ni estimulaban ni ayudaban a aprender. La verdad es que no era un sitio que me gustara, y a ello contribuía el hecho de que yo no me adaptaba demasiado bien al entorno, no era de esos chicos populares, era más bien un inadaptado. Y uno puede ser un inadaptado por varias causas, puede ser que haya problemas comunicativos, puede ser que los gustos y aficiones no se ajusten a los de la mayoría, o en última instancia, porque la forma de ser, la propia naturaleza de uno sea completamente distinta a la del resto de seres humanos a los que uno tiene que adaptarse. En este último caso puede ser frustrante, pues uno puede aprender comunicación, puede cambiar sus gustos, pero no puede dejar de ser quien es.

El hombre es un ser que trata, como todos, de adaptarse al medio del mejor modo que sabe, normalmente siendo aceptado en la manada que le brinda protección. Bien, uno de los grandes problemas de este sistema de adaptación es que llevado a la práctica es necesario que para ser aceptado en la manada uno deje atrás muchas partes de su propio carácter para integrarse en la cultura de la manada, cuando esto no es posible ocurren dos cosas, el elemento inadaptado es un paria o es expulsado y ha de vivir alejado de la protección social. Elegir entre la protección siendo paria -a menudo maltratado- o la desprotección es una elección difícil, sin embargo, ambas entrañan una decisión valiente, ser fiel a tu carácter, valores o firma de ser es siempre una decisión valiente que lleva al que la toma a exponerse ante todo y ante todos. Esa es una de las partes difíciles de ser un inadaptado.

En la sociedad actual, ser cristiano tiene unas profundas implicaciones de inadaptabilidad, porque la cultura moral de la manada imperante es, en la mayoría de ocasiones, contraria a la nuestra. Y como en el instituto, los hay porque sus gustos son los de los valores que emanan de la Biblia, aunque no experimenten una vida verdaderamente espiritual, y los que su naturaleza ha sido cambiada por Dios. Estos primeros, a veces, son incapaces de resistir a la presión de la manada y sucumben por no ser inadaptados. Los segundos, en cambio, no pueden más que tomar una decisión, o esconden su naturaleza, si acaso pueden, o eligen entre ser parias o expulsados. Unos vivirán continuamente siendo criticados, ya lo somos, juzgados y maltratados por la manada, pero seguiremos teniendo cierta protección de parte de sus miembros. El exiliado vivirá una vida peligrosa, ajeno a toda protección y quizás su vida peligre por Cristo, pero sea uno u otro, ser inadaptado es el modo de vivir en Cristo sin faltar a la palabra y a sus valores. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 27 de mayo de 2017

Palabras florero 28/05/2017

Isaías 40:8: "Sí, la hierba se seca, y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.»"

Como bien denota el hecho de la escritura de este devocional, a mí me gusta mucho escribir. Cuando era muy joven, tenía la obsesión de conseguir escribir algo relevante, algo que realmente cambiara la forma de pensar, la vida y la cultura de las personas que me rodeaban. Y hacía textos basándome en autores que ya había leído, y copiando parte de sus estilos, para crear un nuevo estilo, y escribir cosas muy bonitas, con palabras grandilocuentes, y frases muy bien estructuradas. El problema era que si yo no había vivido lo suficiente para entender las cosas importantes de la vida, yo no podía escribir acerca de ellas con certeza, o profundidad, lo que yo escribía no tenía una aplicación práctica que los que leían pudieran tomar para su vida. Por eso, aquellos textos y blogs que yo escribí entonces, han caído en el olvido, ya nadie los usa. Son, en cierta manera, como flores, hermosos al observarlos, pero inútiles.

La expresión "palabras florero", proviene de la más antigua expresión "mujer florero", y hace referencia a todos aquellos textos, pensamientos, reflexiones y elaboraciones que hacen que uno se pueda sentir motivado al principio, emocionado o motivado pero que, en esencia, están vacíos de un contenido útil y no nos sirven de nada. El el típico contenido qué te impresiona a primera vista, pero que no recuerdas a los cinco minutos. Esto nos puede pasar con muchas cosas del mundo que si no están repletas de contenido, y si este contenido no es verdad y no es práctico, no profundiza en nosotros. Por eso, hay tanto escritor de textos para redes sociales que no va a trascender nunca, porque lo que diferencia un escrito trascendente de uno que no, es que tiene un contenido útil o qué te hace pensar, un contenido que se queda en tu mente algo más que los simplemente hermosos.

Quien me conoce, sabe que oro para que este devocional no se convierta en un "devocional florero", sino que tenga un contenido aplicable a la vida de las personas y basado en la Palabra de Dios, no me gustaría que fuera parte de todas esas teologías baratas, inútiles, que hablan de la prosperidad y se callan la parte más difícil del Evangelio. Estos contenidos que no quieren expresar la verdad bíblica, sino decir semi-verdades motivantes, como por ejemplo "Eres tan importante, que Dios murió por ti", o, "Dios dice que llegó el tiempo de levantarse para ti". Estos contenidos , no tienen la intención de transmitir la palabra de Dios, no son prácticos, y además se hacen con motivo de obtener el reconocimiento de haber sido muy compartido. En nada esto se parece a la palabra de Dios. Herman@, consume contenidos que te hagan pensar, sean incómodos, y se queden en tu mente para mejorar tu vida. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 26 de mayo de 2017

Hijos adoptivos 27/05/2017

Oseas 1:10: "Con todo, los hijos de Israel serán tan numerosos como la arena del mar, que no es posible medirla ni contarla. Y allí donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, se les dirá: “Ustedes son hijos del Dios de la vida”."

Hay una película acerca de cuatro muchachos que nacieron en distintas familias, pero fueron acogidos por una misma madre que los crió como a sus hijos, hasta que​ se consideraron hermanos. En esta película, cuando la madre muere asesinada, los hermanos adultos se reúnen de nuevo para vengar su muerte. No es algo que defendienda, lo que ocurre, es que es interesante que para estos chicos, su madre no es quien los dio a luz, sino más bien, es quien les amó. Porque un padre, o una madre, no son las personas que tienen relaciones sexuales para engendrarte, un padre es mucho más, y una madre es mucho más. En esta película los chicos están dispuestos a dar la vida para dar con el culpable de la muerte de su madre, porque la aman. Y a mí me parece hermoso, que ellos la amen así, porque ella les amó primero, ella amó a unos chicos desahuciados, y esto produjo un cambio en sus vidas para siempre.

Yo he tenido la suerte de tener unos padres que han ejercido de padres, y que, lo hicieron, haciéndolo lo mejor que podían. Por suerte, tuvimos unos padres que nos querían, que venían a vernos a los partidos, con los que podíamos hablar, aúnque, como todo padre, tuvieran fallos y nos decepcionarán a veces. Y es verdad, que actualmente es mucho más sencillo encontrar buenas madres que padres, es fácil encontrar madres que quieran ejercer de madres, pero cada día más es muy difícil encontrar padres que ejerzan como tal. Una de las grandes tragedias de nuestro mundo es la falta de padres. Sin embargo, me sorprendo con esa figura de padre adoptivo que me encuentro en muchos entrenadores y profesores allá donde voy. Gente que no tiene que ejercer como padre, y sin embargo lo hace con chicos a los que no les tocan nada, gente que ama a estos chicos y se gana su amor para siempre, pero porque primero ellos los han​ tratado con amor.

Y Dios ha hecho eso con todos nosotros, porque nosotros no éramos su pueblo, no éramos sus hijos, solo éramos criaturas a las que decidió adoptar. Pero yo me pregunto cual amor es más grande, si el del que engendra, o el del que adopta, porque el que adopta ama sin tener una obligación para hacerlo. Y hoy en día ya no se habla del pueblo de Dios como el pueblo de Israel, hoy en día el pueblo de Dios es todo aquel que ha aceptado a Jesús como su Señor y Salvador, aceptado su salvación en forma de adopción. Él quiere adoptarnos a todos, el puede adoptarnos a todos, ahora solo falta que nosotros aceptemos esa adopción y que invitemos a otros a conocerla y aceptarla. Porque el que es hijo natural puede o no dar la vida por su padre, pero el que es hijo adoptivo, el que ha sido amado sin razón por su padre, ese desea ganarse ese amor dando la vida... O lo que sea. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 25 de mayo de 2017

¿Quien cambiará? 26/05/2017

Romanos 12:2: "Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto."

Muchas veces en el deporte he visto esa clase de carácter que yo llamo carácter cerilla, esa clase de carácter tan brillante que quema, tan brillante que incluso se quema a sí mismo y se consume, es esa clase de carácter que o cambia, o es tan indómito que es imposible someter, imposible domeñar. Con ese tipo de jugadores llega un punto en el que su talento deja de ser suficiente, deja de ser el punto que marcaba la diferencia. Yo tenía un amigo así, y recuerdo que cuando esto pasó, un entrenador le digo: "Puedes pretender que este deporte cambie o puedes cambiar tú, pero o esto ocurre o serás un don nadie más que sólo puede hablar de sus días de gloria". Este jugador cambió su modo de pensar, y hoy en día es un gran entrenador que ayuda a otros jóvenes a domesticar su carácter, a cambiar su modo de pensar, a adaptarse uno, porque las situaciones no se adaptarán a uno.

Las situaciones en raras ocasiones se adaptan a uno. Un trabajo, en contadas ocasiones se adapta a tu horario por necesidad que uno tenga, un hijo mucho menos... El mayor exponente de esa inadaptabilidad es el mundo se los negocios, dónde ya no sólo nadie se adapta a las necesidades de nadie, es que te roban tu vida y convierten el negocio en tu vida. Me parece horrible la película "En busca de la felicidad", en ella se dice que por la búsqueda de un sueño, el sueño americano por cierto, uno puede dejar a su hijo en una guardería en condiciones deplorables, abandonar toda la vida y pisar todo y a todos. No me parece que el protagonista sea alguien a imitar, por mucha determinación a triunfar que tenga. Su mujer le abandona, duerme con su hijo en los baños de un metro, se va sin pagar un taxi... Todo para su sueño. A mí eso no me vale.

Ahora bien, cuando llegamos a Cristo hay dos tipos de personas, los que ciegamente aceptan su voluntad y cambian su forma de pensar y los que somos un poco más "cerillas", e intentamos que el Reino se amolde a nosotros porque lo que no nos gusta de Dios debe ser sin duda lo añadido por el hombre, pero yo no pienso cambiar algunas cosas que me apasionan... El problema es que Dios no va a cambiar su Reino ni sus preceptos por una persona, por una razón sencilla, porque su Reino y sus preceptos son perfectos y nuestra vida y criterio no lo son, así que somos nosotros los que debemos amoldarnos y no al revés. Cuando esto no ocurre, falla la vida cristiana, falla la comunión y falla el testimonio, viene la lejanía de Dios y, con el tiempo, la muerte espiritual, porque acabamos siendo árboles alejados de la fuente por no querer sembrarnos en el lugar idóneo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 24 de mayo de 2017

Fórmula secreta 25/05/2017

Salmos 16:11: "Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; ¡estando a tu lado seré siempre dichoso!"

Recuerdo una película de Will Smith que se llamaba Hitch, y que hablaba de un hombre que enseñaba a otros hombres como tener éxito con las mujeres. Era una comedia hilarante, divertida que tiraba un poco de tópicos machistas o sexistas para subsistir. Pero una cosa interesante, era el modo en que los hombres perseguían poder tener una clase con este hombre para que les diera la clave de la felicidad, que para ellos era conquistar a una mujer. Yo recuerdo también que, cuando era niño y adolescente, siempre queríamos imitar a quienes veíamos exitosos a nuestro alrededor, y nos vestíamos e imitabamos el peinado de aquellas personas que nos parecían exitosas, triunfadoras, que habían conseguido lo que nosotros perseguíamos. Era como si siguiendo su mismo camino fuésemos a llegar al mismo destino, lo cual tendría lógica si partiésemos del mismo punto, pero esto nunca es así.

Ayer hablamos de la búsqueda de la felicidad por medio de la diversión, y cómo esto frustra a la mayoría de las personas porque buscan caminos que otros han seguido antes y que los han hecho exitosos. Pero como decía antes, la clave está en que nadie parte desde el mismo punto que otro, y esto hace que aunque yo siga la misma dirección no pueda llegar jamás al mismo lugar. Por eso no le doy ningún crédito a los libros de autoayuda, a los métodos victoriosos, ni a ninguna de estas cosas que se escriben para ganar dinero a base de la fe ciega de personas con menos criterio que el que los escribe. Al final, el éxito es algo que dependerá de la persona y del camino que en realidad conduzca al éxito desde su punto de partida, así como, de lo que Dios decida darle. Y no existen caminos exitosos, ni fórmulas cerradas, ni ningún otro tipo de atajo hacia algo que siempre nos va a costar mucho.

Aún así, hay una forma de vida que no es un camino cerrado, ni una fórmula secreta, que puede conducirnos al éxito, al menos en otros términos de los que estamos acostumbrados a observar. La vida en Cristo puede conducirnos al éxito porque no es una fórmula, depende de cada persona, es distinta para cada persona, y por esto siempre lleva a cada uno de manera distinta hacia su éxito. Y es distinta, porque no consiste en la observancia de ninguna ley, o pasos hacia la victoria. Es distinta, porque la victoria radica en una relación personal con un ser vivo increíble al que llamamos Dios y que es eterno. Y este Dios es tan sabio que sabe que el éxito es distinto para cada uno, y por tanto, tiene una relación personal distinta para cada uno. Yo sí quiero que este maestro, este Hitch me dé su fórmula secreta, me lleve en su camino hacia la felicidad, hacia el gozo, y hacia la vida eterna. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 23 de mayo de 2017

El mejor modo de divertirse 24/05/2017

Eclesiastes 2:2: "Y concluí que divertirse es una locura, y que los placeres no sirven de nada."

De adolescente tenía una obsesión, quería ser el más bravo, el más machote, sobre todo cuando salía. Quería demostrar que era el que más bebía, el que más fumaba, y el que mejor me lo pasaba. Por eso siempre era el que más tarde se iba a casa de todos mis amigos. Sin embargo, si hago memoria de aquel tiempo, os diré que nunca me divertí demasiado, y siempre necesitaba más para divertirme ese poco que conseguía divertirme. Centrar mi vida en la diversión, no era realmente muy divertido, yo no era una persona risueña o que riera a carcajadas a menudo, de hecho, era una persona bastante depresiva, y es algo con lo que he tenido que luchar mucho después de haber conocido al Señor. Divertirse no es algo sólo, cuya búsqueda, según el mundo, no obtenga su objetivo, sino que además produce lo contrario, junto con una horrible sensación de vacío que el hombre lleva generaciones tratando de borrar.

Porque lo único que puede hacernos sentir llenos como seres humanos es conseguir, de algún modo, la inmortalidad. Es la única forma que tenemos de llenar ese hueco, que Dios creó para relacionarnos con Él, en alguna forma. El ser humano busca y busca tratando de encontrar cuál es la forma de no sentirse tan vacío con su existencia, sin darse cuenta que solamente en esa búsqueda de la inmortalidad nos sentimos plenos. Por eso, puedo entender, que entre ciertos escritores, directores de cine, o músicos que han pasado a la historia, exista una cierta sensación de plenitud, pues serán recordados en las generaciones postreras, en cierto modo no mueren. Por eso, tantos hombres han muerto tratando de dejar su nombre escrito, como suele decirse, con letras de oro en la historia. Yo también trataba de hacerlo antes de conocer a Cristo.

El problema de la búsqueda de inmortalidad de esa forma, es que por cada mil millones de hombres solo uno resulta alcanzar la historia, con lo cual, novecientos noventa y nueve millones de personas no van a conseguir ser recordados, y esto hace que haya un profundo sentimiento de desazón y desmotivación en la existencia actual, una búsqueda que responde a la pregunta "¿Cuál es el sentido de la vida?". Pero hay otras formas de vivir para siempre, si Dios puso ese anhelo en nuestro corazón es porque también puso las formas de conseguir saciarlo, solo en Jesús existe esa posibilidad de alcanzar la vida eterna. Además, no es una vida eterna vana y desesperada, puesto que es alcanzando la gloria más alta que jamás puede alcanzarse, la gloria de Dios es vivir lo mejor que pueda vivirse. Pero el mundo seguirá buscando la diversión y no encontrándola, mientras los cristianos encuentran gozo estando en Jesús. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 22 de mayo de 2017

El precio del terreno 23/05/2017

Mateo 13:44: "»Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo. Cuando alguien encuentra el tesoro, lo esconde de nuevo y, muy feliz, va y vende todo lo que tiene, y compra ese campo."

Mi madre tenía un cliente que se hizo de oro en los ochenta. En aquel entonces aún no había llegado el bum de la conservación histórica a nuestro país, muchas obras, castillos o lugares eran vendidos piedra por piedra a postores privados que los valoraban mucho más que lo que los valorábamos en casa. El procedimiento de este hombre consistía en comprar terrenos con restos históricos o arqueológicos, y en vender luego las piezas y los edificios por trozos en el extranjero. Simplemente, con un par de piezas, amortizaba el precio del terreno del que venían, aquí en España. Cuando las leyes para la protección histórica se elaboraron, él ya había hecho mucho dinero y pudo diversificar su negocio en otras cosas. El problema era que, para los propietarios de los terrenos históricos, estos no tenían ese valor y los vendían baratos, pero cualquiera con un poco de conocimiento, sabía que esas piedras tenían valor y encarecían el terreno.

Porque lo que da valor a un terreno en sí, no solo es la calidad de la tierra, o el paisaje que ofrezca, lo que da valor a un terreno en sí, y puede aumentarlo o disminuirlo muchísimo es lo que contenga ese terreno. Si una hectárea de terreno normal y corriente, contiene oro en el subsuelo es mucho más cara que si contiene azufre. Por esto, el dueño de un terreno que no conoce su valor, puede ser fácilmente engañado y puede vender algo que vale mucho por poco dinero, y viceversa. En multitud de ocasiones hemos observado como las grandes multinacionales compraban pequeños terrenos en alguna zona pagando más del valor de mercado reconocido de ese terreno, pero cuando se descubría que debajo había petróleo, gas, cobre u otro material valioso, observábamos que, en efecto, el precio pagado era muy barato. Por eso es importante que el dueño de un terreno conozca su valor real.

Y las personas somos, en cierto modo, como terrenos. Todas tenemos nuestro valor, en función de muchos factores distintos, tenemos nuestro valor en función de nuestra formación, de nuestra herencia genética y no genética, y de nuestros talentos. Estas cosas encarecen o abaratan nuestro precio, pero cuando el reino de Dios entra en el corazón de un hombre, es como cuando se encuentra petróleo o un gran yacimiento arqueológico en un terreno de repente su valor se multiplica, no es algo que le suma al terreno, lo multiplica. Y lo bueno del Reino de Dios, es que su dueño si conoce su valor, tan así que no lo vendería por nada del mundo, es más, pagó el precio más alto que pudiera pagarse por ese terreno simplemente para que el reino viviera allí, para que el Reino pudiera constituirse en esa parcela. Herman@, no vales por lo que eres, vales por lo que contiene tu corazón. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 21 de mayo de 2017

Anti-Bullying 22/05/2017

Anti-bullying 22/05/2017

Romanos 12:14: "Bendigamos a los que nos persiguen; bendigamos y no maldigamos."

Siempre en la historia, ha habido quien maltrataba al más débil, al diferente, al que lo tenía difícil para defenderse. Y siempre se decía lo mismo para solucionar ese problema. "Enfréntate a ellos", "Si tú eres más duro te dejarán"... Y es cierto que si tienes el problema y te enfrentas, para ti hay grandes posibilidades de que dejen de molestarte, a mí me ha pasado, pero el problema no acaba, no acaba para otros, no acaba para tu autoestima, no te hace amigo de nadie, no pacifica. Las actuales estrategias más eficaces que se están implementando hoy en día consisten en cambiar dos cosas, la primera es la empatía, si hago que los observadores sientan empatía intervendrán en defensa del agredido, pero la otra dice que si devolvemos al maltratador buen trato, de algún modo, invitándolo, o con buenas palabras, eso hace que el maltratador quiera dejar de serlo y el problema, por tanto, se resuelva de manera definitiva.

Uno de mis jefes hace unos años decía que el principal fallo de la estrategia de la mayoría de las empresas que conocía, era la necesidad de actuar como un bully, acosando e intimidando a los otros chicos del barrio o del patio del colegio. Sin embargo, según me dijo ese jefe, a nivel empresarial estaba demostrado que era mucho más útil trabajar las relaciones de cooperación entre competidores, el resultado era mejor y la satisfacción de los empleados era generalmente superior. Con lo cual, había notado que el cambiar la actitud de sus empresas de agresiva a Cooperativa, le había ido mejor en sus negocios. Y en el momento en que tenía que enfrentarse a empresas superiores, el hecho de colaborar con otras de su tamaño le hacía poder presentar un lobby más fuerte y unido, y vencer en batallas que tenía completamente perdidas. Al final, amar a sus adversarios le hacía ser victorioso.

Y de igual manera es victorioso aquel que bendice a sus enemigos, a sus perseguidores, porque Dios ha establecido que ese principio se cumpla en el mundo y en el Reino, porque nos ha fabricado para que reaccionemos ante una bendición de un modo que la situación se vuelve a favor del que bendice. Yo he podido experimentar el inmenso cambio positivo que se ha dado en la relación con la mamá de mi hija a base de bendecirla y orar por ella, hablarle siempre bien incluso en momentos en los que no me apetecía lo más mínimo, todo porque sabía que si la bendecía, tanto ella como el Señor me bendecirían a mí. Mi hija está disfrutando hoy en día de esas bendiciones. Te tengo que invitar, mi herman@ a que tomes hoy la decisión de bendecir, los cristianos estamos llamados a bendecir siempre, acaso sea a un enemigo, siempre debemos bendecirlo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 20 de mayo de 2017

Gigantes 21/05/2017

2 Corintios 4:16: "Por lo tanto, no nos desanimamos. Y aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando de día en día."

Cuando uno trabaja en el mundo del baloncesto, va conociendo a algunos gigantes. Algunos con diez años ya mide lo mismo que yo, o con catorce ya superan los dos metros, he conocido a algún adulto de dos metros y veinte centímetros. Hay un efecto interesante cuando uno conoce a alguien tan grande, y es que a veces uno espera que la mente de un chico así vaya acorde con su cuerpo, pero la mente de un niño de ocho años no cambia mucho a pesar de que mida como un adolescente, ni la de un adolescente de catorce cambia mucho de la de sus compañeros de clase aunque mida dos metros y parezca un hombre. Son gigantes en términos físicos y, sin embargo, en términos mentales y madurativos son completamente normales. Esto es, porque las dimensiones del ser humano no evolucionan de manera pareja, es más, a veces lo hacen de manera inversa.

Esto es fácil observarlo cuanto uno se encuentra con un grupo de adolescentes de altas capacidades intelectuales. Porque ves un grado de maduración física muy variable, algunos parecen tres años más pequeños que sus compañeros y otros tres años más mayores. Es muy variable y no hay relación proporcional entre una cosa y la otra, aunque es un caso raro encontrarse a alguien que tenga un físico por encima de la media y un intelecto por encima de la media, los hay, pero son difíciles de encontrar. Entre otras cosas, porque no sólo los factores genéticos tienen relevancia en el resultado final de una persona, y no existen horas materiales para cultivar en su máxima expresión todas nuestras dimensiones. No puedo pasar seis horas cultivando la mente, tres el cuerpo y a la vez trabajar o estudiar y llevar una vida normal, hay que comer y hay que dormir, hay que dar dimensión a otros aspectos como el social o el ocio, y además el cuerpo tiene una resistencia que no es infinita.

Lo que si dice el versículo de hoy es que, conforme más nos desgastamos física y mentalmente, en todas las dimensiones de nuestra vida por la vejez, más fácilmente podemos invertir en este crecimiento espiritual, relacionado también con la disminución de los deseos de nuestra carne. Pero este proceso lo podemos acelerar negando los deseos de la carne, matando todos aquellos estímulos que nos invitan a desarrollar nuestra mente y nuestro cuerpo con razones egoístas, porque además, cuando uno niega estás necesidades, Dios desarrolla nuestro cuerpo y nuestra mente mejor de lo que lo hacemos nosotros mismos. El desarrollo del espíritu es inversamente proporcional con el desarrollo de los deseos de la carne, negándolos podemos llegar a vivir en el Espíritu y estar más cerca de Dios. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

Grandes muros 20/05/2017

San Mateo 18:9: "Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo y deséchalo. Es mejor que entres en la vida con un solo ojo, y no que tengas los dos ojos y seas echado en el infierno de fuego."

Una de las posiciones más específicas de todas las actividades deportivas que he practicado, es la posición del línea ofensiva en football americano. Es una posición cuyos integrantes casi no parecen deportistas, pues el objetivo es que sean los más grandes y pesados posible. La función de estos jugadores es abrir o cerrar zonas del frente de la jugada en función de lo que quiera el entrenador. Puede ser que quiera que cierren para que los defensores no toquen al quarterback, que va a pasar, o puede ser que quieran que empujen y abran zonas delanteras, llamadas puertas, para que los corredores puedan penetrar por ellas. La línea ofensiva de un equipo de football americano al final se mide por la determinación que tiene de impedir pasar a los defensores. Por eso, una buena línea ofensiva, una fuerte, es aquella que es casi impenetrable, y una mala línea defensiva es aquella que deja que pasen los contrarios.

Y al igual que con una línea ofensiva, nosotros podemos medir la voluntad de defenderse ante un enemigo, en función de los elementos que levandamos para defendernos y de la fuerza que estos tengan. Por ejemplo, se decía que Troya tenía una gran voluntad de defenderse porque tenía una muralla que nunca nadie pudo traspasar. También, los Estados Unidos de América, tienen una alta voluntad de defenderse que se demuestra en los medios que han levantado para protegerse en todos sus flancos. A su vez, nadie podría decir que tiene una alta capacidad de defenderse si no tiene un espíritu beligerante, todos aquellos países que han eliminado sus ejércitos son grandes ejemplos de pacifismo, pero no de una alta capacidad de defenderse. Porque para defenderse, tiene uno que estar dispuesto a pelear.

Por eso tenemos que entender que la actitud ante el pecado ha de ser una actitud beligerante, no pacífica. En función de las defensas que yo pueda levantar alrededor de mi mente, mi corazón, mi cuerpo y mi espíritu se verá a simple vista la voluntad que yo tengo de defenderme del pecado. Un adicto a la pornografía no puede decir que está luchando defendiéndose de su pecado si sigue manteniendo en su cuarto un ordenador, una tablet o un móvil conectado Internet. Una persona con problemas de drogadicción no puede decir que lucha contra su pecado si sigue quedando con personas con las que se drogaba, puede estar haciendo otras cosas, pero no se está defendiendo de su pecado. También en este ámbito se nos conoce por nuestros frutos y por nuestros actos, siempre digo que uno no debe confiar en lo que una persona habla sobre sí mismo, pero si en lo que hace, porque esa es la verdad sobre lo que hay en su corazón. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 18 de mayo de 2017

Mero trámite 19/05/2017

Josué 8:1: "El Señor le dijo a Josué: «Tú no temas ni desmayes. Llévate contigo a toda la gente de guerra, y prepárense para atacar a Hai, porque yo te he entregado a su rey y a su pueblo, su ciudad y su tierra."

Pasa en todos los sitios y en todos los deportes, da igual donde y cuando, siempre hay alguien o algún equipo que destaca tanto que la batalla de ellos no está con los demás, porque aunque todos tratan de batirles, es imposible ganar contra ellos, el partido contra ellos se convierte en un mero trámite, para el que gana y para el que pierde. De hecho, muchas veces se plantea a ver si es posible que esos equipos no jueguen la liga y directamente vayan a jugar una competición superior regional, o incluso nacional, puesto que para ellos no es motivante jugar contra equipos de un nivel mucho más bajo y para los otros equipos a veces es injusto y desmotivante jugar contra jugadores que llevan un desempeño mucho más profesional que el suyo. Pero, por la forma en que se desempeñan las competiciones, estás fases tienen que ser así, y hay equipos que deben jugar estos partidos de mero trámite, aunque parezcan una pérdida de tiempo.

Y a veces, en nuestra vida, también tenemos que afrontar situaciones por mero trámite, hay que pelear luchas, aunque sepamos que ya están ganadas o perdidas. Puede pasarnos en un trabajo, en un proyecto concreto, o en un juicio en el que nos sepamos ganadores o perdedores y aún así debamos afrontarlos. Yo personalmente creo que lo importante en estas situaciones no es el que estén ganadas o perdidas, porque lo interesante, no es el fin sino los medios. Lo que nos interesa es cómo peleamos aún sabiendo que la pelea está ganada o perdida. El aprendizaje se da cuando uno se enfrenta a la situación que sea, de derrota o de victoria, y lo hace con la actitud de quien da su máximo, su mejor versión, no juega por mero trámite, juega para darlo todo, lo que tiene dentro, a pesar del resultado. Esa es la verdadera victoria en estas situaciones, y la que queda en nuestros corazones.

En la vida cristiana este principio tiene dos aplicaciones. En primer lugar, en nuestra lucha contra el pecado, parecerá un mero trámite el hecho de luchar porque al final siempre terminamos cayendo. Sin embargo, lo importante de la lucha contra el pecado, no es la victoria momentánea, es la victoria final, y por lo tanto el mero hecho de luchar ya es una victoria, el mero hecho de levantarse de cada derrota ya es, en sí, una victoria. Por otro lado, nuestra lucha contra el mundo es un mero trámite, porque la victoria final ya está asegurada, ya Jesús se ocupó de que la victoria fuera obtenida. Pertenecemos al mejor equipo del mundo, pero no por sus jugadores, sino porque tiene al mejor entrenador que jamás haya habido y que jamás habrá. Por eso, en ambas situaciones, la clave es la actitud de lucha, el pelear a pesar de saber el resultado, aunque no haya competición que afrontar. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 17 de mayo de 2017

A cada cosa su función 18/05/2017

Job 34:3: "Con el paladar se prueba el sabor de la comida, y con el oído se prueba la calidad de las palabras."

Cuando yo era pequeño, las zapatillas de baloncesto eran de las más caras y no eran tan resistentes como las actuales. Mi padre nos podía comprar un par al año, y ese par debía durarnos toda la temporada, en la cual entrenábamos tres días semanales y un partido a la semana. El hecho es que mi padre se enfadaba mucho cuando, nosotros, con las botas recién compradas, para lucirlas en el colegio, las llevabamos a educación física. Esto era porque estas botas, diseñadas para jugar baloncesto, ante cualquier golpe o arañazo se estropeaban mucho más fácilmente que unas zapatillas de deporte normal. Aparte mi padre siempre nos compraba unas botas fantásticas, con lo cual si las estropeabamos haciendo educación física, estábamos estropeando un buen material. Recuerdo que aprendí el valor de esas zapatillas la primera vez que me compré unas con mi dinero, desde entonces, mis zapatillas de baloncesto son única y exclusivamente para jugar baloncesto.

Porque las cosas se diseñan para tener un uso concreto y preciso. No se diseña un coche para cortarle a la gente el pelo en él, sino para que camine con gente dentro y llevarla a sitios concretos. No se diseña una silla para hacer equilibrios, sino para sentarse ella. Con esto quiero decir que hay partes de nuestro cuerpo que se han diseñado con fines muy concretos, por ejemplo, como dice el versículo de hoy, el paladar se diseñó para encontrar el sabor de la comida, acción que realiza junto con la lengua. O nuestros pies, que no están diseñados para golpear, se diseñaron para ser el soporte a nuestros pasos y los que nos dan equilibrio. Es decir, tenemos un sinfín de partes en nuestro cuerpo diseñadas con fines concretos, no para hacer con ellas lo que nos apetezca. Y esto hoy en día es ampliamente debatido sin razón, pues hay quien argumenta que dicho diseño no existe, y que el cuerpo, y sus partes, se deben usar en el sentido que cada uno elija.

Una de las cosas más relevantes que aprendí en mi búsqueda de Dios es que igual que no aprendí a correr mirando fotos de un libro, ni aprendí a pensar montando en bicicleta, no se puede conocer a Dios, única y exclusivamente leyendo sobre Él, conozco a muchos que han leído la Biblia y, en base a su exceptico modo de leerla, me han dado una visión de Dios cruel y despiadada, una visión que yo he rebuscado en la escritura y no he encontrado. Porque a Dios no se le puede encontrar con la mente, en el terreno de la comprensión, a Dios se le puede encontrar con el alma, en el terreno de la fe, en un terreno donde no nos sentimos muy cómodos porque no tenemos certezas y porque solemos confiar más en nuestra mente y en nuestro cuerpo que en nuestro espíritu. A cada cosa su función, el espíritu para encontrar a Dios. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 16 de mayo de 2017

El tapiz 17/05/2017

Job 34:21: "Dios conoce los caminos del hombre, y vigila cada uno de sus pasos."

En el siglo pasado, el ajedrez era un deporte bastante popular. Era tan popular, que había grandes partidas para demostrar quién era el mejor ajedrecista del mundo, y también para mostrar la hegemonía de uno u otro país. Durante mucho tiempo, y con la excepción del americano Bobby Fischer, la mayoría de grandes campeones eran rusos. Y el mayor combate pugilístico-ajedrecístico que jamás se haya dado lo sostuvieron los rusos Gary Kasparov, y Anatoli Karpov que expresaban dos maneras de jugar al ajedrez distintas, pero también el reflejo distinto de dos sociedades rusas una la soviética, y otra la aperturista y moderna. Karpov era un auténtico virtuoso del ajedrez, un superdotado, sus rivales se volvían locos porque era capaz de hacer la estrategia donde un engaño escondía otro engaño que escondía a otro engaño y así en un número repetido de ocasiones. Lo que hizo que Kasparov pudiera vencerle, es que no se puso a descifrar sus engaños, sino que jugó como si no hubiera engaños, e imponiendo un ataque muy duro.

A mí, este tipo de estrategias karpovianas, me recuerdan a un tapiz. En las partidas de Karpov, era imposible desentrañar la estrategia hasta que terminaban y ya habías perdido, porque eran como un montón de pequeñas estrategias que hacían en sí una estrategia mayor, como un tapiz compuesto por muchos hilos que entre sí forman un dibujo. Y solamente el artesano o el artista que realiza el tapiz conoce el dibujo o el diseño que finalmente ocupará su obra. De tal modo, que si alguna vez vas al taller de uno de ellos, verás que, para él, la obra tiene todo sentido, a pesar de que para ti, solo sean montañas de hilos desordenados. Y todas nuestras vidas son como tapices, hay momentos en los que, mirado desde fuera, pareciera que somos un montón de hilos desordenados, pero todos, en el fondo, somos una obra de arte. Aún la belleza de la vida humana, me sobrecoge y me emociona muchas veces.

Pero lo que es un gran tapiz inexpugnable, incomprensible para nuestras mentes, incluso, incomprensible para nuestra especie como ser humano, es el plan de Dios para el universo a través de la historia. De tal modo, que estos pequeños "insectos" seres humanos, quieren comprender de que va el plan de Dios a lo largo de milenios, cuando ven un desorden de hilos, que les resulta ilógico, dicen que es imposible que haya un Dios detrás de eso. Pero la obra de arte de Dios, no quedará clara hasta que se complete, hasta que se consume. Por eso, cuando llegamos al taller de Dios y miramos, solo vemos montañas de hilos desordenados, que todavía están por aclararse. No nos preocupemos sí parece que el tapiz se está haciendo mal, Sí a nuestra vista parece que se está echando a perder, porque todo esto, es parte del plan de trabajo, y al final la obra será gloriosa. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

Corazón impetuoso 16/05/2017

Oseas 7:6: "Su corazón es como un horno abierto; durante la noche languidece el fuego, pero a la mañana se aviva."

Cuando era joven, me gustaba decir que mi corazón era un corazón impetuoso cuando en realidad lo que era, es un corazón inconstante. ¿Que quiero decir con esto? Pues que yo vivía, y especialmente mis relaciones amorosas, en función de unas emociones extremadamente volátiles y explosivas. Cuando me enamoraba de alguien, podía pasar en un par de días de no conocerla a estar profundamente enamorado, en cambio también podía pasar en alguien a quien quería mucho, a tener una indiferencia absoluta en apenas dos días. Me gustaba pensar que esto era romántico y peliculero, pero a raíz de ello hice daño a muchas personas y yo fui dañado también, desilusionado y utilizado. De tal modo que aprendí algo de todo esto, mi forma de querer caótica y caprichosa de entonces debía cambiar, por mi bien y por el de otros.

Hoy en día hemos sustituido la idea de amor tradicional por una idea a la que yo llamo "amor Disney". Esta idea está basada en que en las películas Disney nadie debe mantener una relación de amor o de amistad que dure más que algunos días. Y esta idea consiste en que mucha gente piensa en el amor cómo algo que debe fluir, como un río impetuoso, y cuando deja de fluir, es que ya las personas no se quieren, es que ya el amor se ha acabado. Lo cual es otra gran mentira de esta sociedad, el amor no se acaba porque dejé de fluir, el amor es como un depósito de sangre, si se deja de mover se coagula y se pudre. Por eso hay que trabajar continuamente en el amor, y a veces, sólo a veces, hacer algunas cosas o sacrificios por amor que no nos apetece hacer. Esta última idea, en esta sociedad, casi parece una locura, de hecho, alguna gente me tacha de loco si la expreso, pero es una gran verdad acerca del amor.

Y el amor a Dios, como cualquier otro amor, necesita ser cuidado y protegido todos los días para estar sano. Es un amor con más necesidad de ser alimentado porque normalmente a otros objetos de amor los percibimos mucho más con los sentidos básicos que a Dios, a Dios tenemos que sentirlo de otros modos, en la oración, adoración, leyendo la palabra, viviendo la palabra y sirviendo a Dios. Y quizás el problema sea que nuestra idea de amor sea un amor Disney, y cuando los sentimientos nos llamen a amar a Dios lo gritemos a los cuatro vientos... Pero sólo hasta que deje de fluir. Y vemos a veces a una parte de la Iglesia moverse sólo por sentimientos, ser cristianos de llorar los domingos e insultar el lunes al vecino... Y no soy yo quien para juzgar, pero así uno se puede perder lo mejor de la relación con Dios, lo mejor del amor con nuestro Señor. Yo sigo adelante porque quiero un amor con Dios de todos los días. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 14 de mayo de 2017

La táctica del pobre 15/05/2017

Marcos 6:52: Más bien, su corazón estaba endurecido, y aún no habían entendido lo de los panes.

No recuerdo si fue el ya fallecido Manel Comas o fue Luis Casimiro quien creó en los 90 una estrategia para jugar al baloncesto a la que se denominó la táctica del pobre. Esta consistía en hacer equipos baratos, con jugadores muy veteranos o muy jóvenes, y algún buen americano que encajara bien en el conjunto. Una vez que se tenía el equipo, en el cual la mayoría de jugadores habían sido descartados por los otros equipos, se jugaba los partidos estando siempre por detrás en el marcador, para que, cuando llegaban los últimos minutos, tratar de remontar y sorprender al equipo contrario. Esta táctica fue utilizada por el Manresa cuándo ganó la Liga ACB, y por esta serie de entrenadores catalanes en algunos equipos modestos. Y la verdad que aplicada al baloncesto, donde tantas cosas pueden ocurrir en poco tiempo, es una estrategia interesante, si no eres un equipo rico.

También hay organizaciones y empresas que se han dado cuenta de lo interesante que es funcionar de esta manera. Pues contratan a personal que es desechado por otras organizaciones o empresas más importantes y más grandes​, que le salen más baratos, y que les permiten tener un margen de beneficios mayor. Y pueda ser que al principio estas organizaciones o empresas parezcan que no van tan rápido, porque no producen tanto como otras empresas grandes, pero algo muy interesante es que quizás el criterio de victoria para estas organizaciones es distinto, y ellos tienen otras metas distintas que cumplir. Yo creo que puede entenderse que no todo en la vida, ni en los negocios, es hacer el máximo beneficio. Creo que puede entenderse que hay muchas más cosas interesantes que obtener y conseguir en este mundo.

Y este es el modo en que Dios establecido que debe formarse su iglesia. En principio porque lo haces escogiendo lo desechado dentro de la sociedad. No escoge lo mejor, ni lo más granado pero esto en principio es una gran oportunidad para mostrar su gloria, y en otro orden de cosas permite establecer otros criterios de victoria distintos. Entre otras cosas, porque Dios está harto de decirnos que los criterios de victoria de este mundo no nos llevan a ninguna parte y que deberíamos asumir sus criterios de victoria para nuestra vida. Y estos criterios están relacionados con la humildad, la solidaridad, los frutos del Espíritu, y todas aquellas cosas que realmente la Biblia establece como buenas en el carácter del ser humano. Al final, la liga es nuestra, nuestra victoria es otra, y ya está conseguida, a pesar de estos jugadores de desecho, a pesar de jugar contra los más grandes. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 13 de mayo de 2017

Gorrioncillo 14/05/2017

Mateo 13:4: "Al sembrar, una parte de las semillas cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron."

Una vez conocí a una chica con la que tuve una relación muy especial. Recuerdo muchas cosas de ella, pero una de las más divertidas era su sentido del "todo". Ella justificaba sus actos en función de su trascendencia ecológica en el conjunto del mundo. Así que, recuerdo que, si sacudía el mantel en el patio no era para limpiarlo, sino porque decía que lo que le sobraba al hombre el gorrioncillo lo aprovechaba, y que eso le hacía crecer y enriquecer el ecosistema que influía positivamente sobre ella. Al final, todo era parte de un todo, y todo lo que hicieras bueno por ese todo, enriquecía al conjunto y por lo tanto te enriquecía a ti. Así también, toda maldad u omisión de bondad que hiciésemos al mundo nos afectaba, así que siempre que sacudía el mantel le regalaba esas migas a los gorrioncillos. Y eso era algo que recordaré siempre y que me contagió para el resto de mi vida.

En nuestro mundo vemos muchos ejemplos de migajas de alguien que se convierten en la comida de otro. Los chatarreros recogen lo que otros tiran y lo transforman para que se recicle en nuevas industrias que inciden positivamente en el sistema. Luego hay quienes del residuo de alguien hacen su negocio. Las unidades de tratamiento de cristal, la procesadoras de tapones de plástico, el cartón, los palets, muchas cosas que se transforman en desechos para unos son aprovechadas por otros, para los cuales quizás no fueron pensadas, y que quizás no las merecen, pero que sacan un provecho de esas materias y pueden usarlas para su bien. Este proceso podría etiquetarse como carroñero, pero sea como sea permite que el mundo funcione mejor. Una industria no debe dejar de producir por sus residuos porque al final siempre habrá un gorrioncillo que se los coma.

Y el mundo espiritual esto pasa de muchas maneras, una de las cuales quería sacar a colación hoy. No siempre que bendecimos a alguien con la Palabra de Dios, esta persona acepta esa bendición. Muchas veces esa semilla que tratamos de plantar cae en una tierra dura y estéril que no la acepta. En estos casos, según la palabra, aparecen los pájaros para comérsela semilla, ya que la semilla no desaparecen y se pudre, no deja de existir, sino que es utilizada por otros elementos del sistema. Esto me habla de que a veces esa palabra no es aceptada por la persona que la está escuchando, pero a lo mejor toca a alguien que está sentado a nuestro lado en la parada del autobús o una cafetería. Esto me habla de que hay un aprovechamiento lo que se prédica la Palabra de Dios, incluso cuando no se quiere aprovechar. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 12 de mayo de 2017

Estado larvario 13/05/2017

Filipenses 3:13: "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado ya; pero una cosa sí hago: me olvido ciertamente de lo que ha quedado atrás, y me extiendo hacia lo que está adelante;"

Mi hija alucina cada vez que ve una mariposa, pinta mariposas, las persigue por el jardín o en el parque. Es uno de sus animales favoritos, y la verdad es que entiendo porqué. Las mariposas son criaturas hermosas y efímeras, y para mí una de las cosas más interesantes sobre ellas es que antes de ser lo que son pasan por unas fases de vida previa, a veces es imposible identificar ningún rasgo del animal primario en el secundario. Todos hemos tenido una caja con gusanos de seda que se transformaron en mariposa al crecer. Una de las grandes lecciones que nos da la naturaleza y Dios con esto, es que algo que al final es hermoso y glorioso en su final, puede primero haber sido algo imperfecto y feo, incluso asqueroso. También pasa con otros insectos, casi todos han de pasar por varias fases en las cuales siempre las primeras fases no reflejan en absoluto cómo terminarán.

Otro de los argumentos recurrentes de los no cristianos para justificar la inexistencia de un Dios, es que los hijos del mismo, su pueblo, sotros somos completamente imperfectos cometemos los mismos errores que ellos y aveces es difícil distinguirnos. Y debemos ser críticos con este asunto, porque es verdad. Yo he podido ver como cristiano, que mi propia vida no refleja bien lo que debiera de reflejar la acción redentora de Cristo, pero porque yo no quiero, como porque soy un mal hijo. La culpa de que nuestra vida a veces, no refleje bien la acción redentora de Jesus, es puramente nuestra. Somos nosotros los que carecemos de una relación sólida con Jesús que nos permita reflejar lo que él es en nuestra vida. Y como dice Pablo, esa es una de las metas principales que perseguimos, ser fieles reflejos de Cristo en la tierra, ser sal y luz.

Pero a estas personas que expresan estas dudas sobre Dios referente a nuestra imperfección, yo siempre le digo que nosotros somos larvas de cristianos, somos como aquellas orugas que aún no son mariposas ni se les parecen, pero que están en proceso de convertirse en un insecto hermoso. Y como larvas, a veces apenas puede intuirse en nosotros lo que vamos a ser o a hacer. A veces solo son destellos de bondad, y de otros frutos del Espíritu que dejamos que Dios muestre a través nuestro. A veces es poco, pero sólo somos larvas, está en nuestra mano el poder desarrollarnos hasta ser mariposas o no. Así que, cuando algunos me dicen que aún no soy una mariposa, y que por tanto Dios no existe, me alegro, porque al menos yo soy una larva, sé que algún día seré mariposa, pero hay quienes son escarabajos, hormigas y jamás llegarán a ser nada más. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 11 de mayo de 2017

¡Arbi Arbi! 12/05/2017

1 Corintios 3:19: "Porque para Dios la sabiduría de este mundo es insensatez; pues escrito está: «Él atrapa a los sabios en sus propias trampas»."

Hace algunos años estaba mucho más activo como árbitro que como entrenador, y había algo que me resultaba muy curioso. Los entrenadores, en la gran mayoría de los casos, tratan de influir en el árbitro de una manera muy burda, en un número muy inferior, tratan de influir de una manera bastante inteligente, y casi ningún entrenador deja al árbitro hacer su trabajo sin tratar de influir sobre él. El tema con el primer grupo, y con el segundo es que los árbitros suelen conocer las reglas del juego mejor que los entrenadores, así que muchos besos para reclamaciones que hacen, tratando de influirte, se vuelven en su contra cuando su equipo ejecuta la acción que antes ejecutó el contrario. Ya hay un momento en el que te acostumbras tanto a escuchar el "arbi arbi" de la banda, que ni le prestas atención, es una incesante salmodia que te suena igual que el ruido del público.

Porque para cualquier entrenador, el árbitro siempre va a tomar decisiones que no les gusten, los árbitros se van a equivocar, pero su conocimiento superior de las reglas les habilitan para ser imparciales en la ejecución de un partido. Las trampas son algo habitual de la sociedad en la que vivimos, hay quien intenta engañar a Hacienda, o hacerlas en las apuestas. El problema de cuando uno hace trampas, es cuando le hace trampas a quién inventó las normas del juego, a quién creó el entorno al que intentas estafar, porque le van a parecer de las más burdas, por muy inteligentes que sean y siempre se va a reír de ellas. Porque se coge fácilmente a un tramposo, ninguno, por bueno que sea, se sale con la suya por siempre. Hace no mucho tiempo se descubrió a un famoso falsificador de arte, que se hacía pasar por restaurador, falsificaba las obras, y luego se quedaba en casa con las originales. Paso mucho tiempo para que lo cogiera, pero al final la trampa le delató.

Y uno de los argumentos más manidos por los que se dicen apologetas del ateísmo, es que la ciencia va desvelando que los misterios de Dios son posibles de desvelar y replicar. Sin embargo la mayoría de científicos, al final, solo hace trampas. Recuerdo cuando clonaron a la oveja Dolly que todos pensaban ya es posible crear vida. Sin embargo se dieron cuenta que esta oveja vivía solo como si hubiera nacido con la edad de la oveja que había sido replicada, porque solo Dios puede dar vida nosotros tenemos la capacidad de hacer trampas. No estoy hablando aquí de aquellos científicos que estudian la verdad de Dios, que no juegan con los principios universales de la vida, hablo de esos advenedizos que juegan a ser Dios en sus laboratorios. Pero las trampas siempre se desvelan, se tarda un tiempo quizás, es complicado, pero siempre se desvelan. Para mí ya, esos argumentos son como aquel ¡Arbi Arbi! solo son ruido de fondo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 10 de mayo de 2017

Sangrando y con la cara hinchada 11/05/2017

Juan 16:33: "Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo.»"

Este sábado pasado tuvo lugar el que decían que iba a ser el combate del año de boxeo. Enfrentaba a dos púgiles mexicanos, Saúl "Canelo" Álvarez, y Julio César Chávez Jr. Este combate me hizo pensar en el combate de hace 2 años entre Floyd Mayweather Jr y Manny "Pacman" Pacquiao, ya que desde hace un tiempo, cuando ves boxeo entre los principales boxeadores del mundo, sus estrategias son especialmente conservadoras y aburridas. Yo hace más de diez años que no veo un combate entretenido entre los tops mundiales. Hoy en día los mejores combates son los que enfrentan a gente joven, o muy veterana, que aún tienen, o que llegar a la cima, o demostrar su valía. Y pareciera que los grandes del boxeo han cogido miedo a sangrar, a tener la cara sangrando e hinchada. Miedo a demostrar que son humanos y que pueden perder o que les pueden golpear.

Y esta es una corriente que inunda todos los aspectos de la sociedad, la gente tiene miedo a comprometerse porque puede salir dañada, miedo a irse a trabajar fuera porque puede salir dañada. La gente tiene miedo de defender una causa en la que cree porque le pueden atacar y puede salir dañada. Es como si pensáramos que tuviéramos que llegar intactos a la línea de meta. Pero déjame contarte un secreto, en la vida o en el deporte, si pretendes llegar intacto a la línea de meta jamás vas a ser un campeón. Hay quienes están compartiendo últimamente un texto atribuido a William Shakespeare, en el cual, él mismo dice que si no esperas nada de nadie nadie te puede decepcionar, pero yo digo que si no esperas nada de nadie no puedes amar de verdad, si no te expones a ser dañado tu vida es una vida descafeinada. Y para vivir descafeinado mejor no vivir.

El problema es cuando este tipo de Corrientes inundan la forma de pensamiento imperante que haya en la Iglesia. Porque la Iglesia no puede verse contaminada por pensamientos tan mundanos. Nosotros no podemos pretender llegar intactos a la meta, porque para nosotros la meta es otra salida, así que hay que haber desgastado completamente esta existencia para poder empezar la siguiente. Y vemos gente que no comparte de Dios porque pueden dañarles los comentarios que hagan acerca de ellos. Y vemos gente también que no se expone en situaciones políticas o públicas, porque el posicionarse hacia el lado del reino, no es políticamente correcto y lo van a criticar. Como dice el refrán, "ande yo caliente, ríase la gente", no tengamos miedo, porque un boxeador sin sangre ni la cara hinchada no es un boxeador. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 9 de mayo de 2017

Amigdalitis 10/05/2017

Salmos 6:2: "Señor, ten misericordia de mí, que estoy enfermo; sáname, pues todos mis huesos se estremecen."

Hace un par de días, estuve enfermo con amigdalitis. Gracias a Dios, a mí este tipo de infecciones me duran muy poco, empiezo en un día y dos días más tarde ya estoy recuperado de los principales síntomas. Una de las cosas más significativas de cuando uno está enfermo, y le va a subir la fiebre, es que empieza a sentir dolor en los músculos, en las articulaciones, y empieza a sentir una debilidad general que le impide hacer las actividades más cotidianas, incluso levantarse de la cama es una gran tarea del cansancio que se produce. Gracias a estos síntomas, uno ya sabe que va a tener fiebre un día o dos antes tenerla. A mí esto me permite poner ciertos remedios, que si bien no solucionan la infección, sí que me ayudan a pasarla mejor y en menos tiempo. Puedo preparar sopas, comprar medicamentos, y durante los días antes de la fiebre no hago ejercicio para no cansarme más.

Los síntomas, son aquellos signos más evidentes de cualquier enfermedad o situación anómala de nuestro cuerpo o de cualquier organización grupal, que nos permiten darnos cuenta de esa situación, a pesar de que solo son síntomas, no son en si esa situación anómala. Esto es aplicable a muchas situaciones de la vida, por ejemplo, una empresa presenta síntomas de anomalías antes de empezar a quebrar. Un político presenta síntomas anómalos cuando está empezando a ser corrupto. Un deportista presenta síntomas anómalos antes de una lesión producida por el desgaste inusitado de alguna estructura. Todas estas situaciones son predecibles por sus síntomas, que a veces no están conectados con la situación y solo un ojo experto puede ver. Pero para el ojo experto, los síntomas son un regalo, pues permiten identificar y ayudar ante un problema antes de que este problema explote.

Uno de los mayores problemas del pecado, es que sus síntomas nos ocurren siempre y para nosotros ya no es una situación anómala sino normal. No obstante, algún día que estemos limpios de él, realmente veremos la diferencia y nos parecerá impresionante el no habernos dado cuenta antes. Sin embargo, hay situaciones anómalas, hay pecados más comunes, que no nos hacen perder la concentración en el Reino, y hay otros pecados que sí, hay pecados que nos alejan de la voluntad de Dios para nuestra vida. A veces estos pecados, solemos esconderlos bien, con lo que se denomina "el vivir la doble vida", mostrando una vida para el público y otra interior nuestra, pero este paradigma no engaña a Dios. Y lo que es peor, nos hace tener una gran insatisfacción con nuestra vida espiritual. Por eso, es necesario, que tanto nosotros como la iglesia tenga gente que identifique los síntomas de estos pecados para tratarlos y poder vencerlos. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 8 de mayo de 2017

Demostrando 09/05/2017

1 de Corintios 2:4: "Ni mi palabra ni mi predicación se basaron en palabras persuasivas de sabiduría humana, sino en la demostración del Espíritu y del poder,"

Yo hice un proyecto de club que amaba, estuve cuatro años en él y pasé de tener apenas veinte chicos al principio a casi cien mi último año. Ese club me lo robaron, en un periodo en el que tuve que trabajar fuera un tipo odioso entró mintiendo y levantando falsos testimonios sobre mí, y cuando volví, tuvimos tal conflicto que decidí ser yo quien saliera y dejar que el proyecto se estrellara por esas mentiras. Este tipo no tenía la más mínima idea de entrenar ni de enseñar baloncesto, pero a base de discursos, que yo definía como "peliculeros", con la forma perfectamente estudiada pero vacíos de contenido. Un año después, con el club afrontando una de las mayores crisis de su corta historia, uno de mis jugadores me dijo que yo no hablaba tanto pero demostraba al jugador como tener éxito, y que eso me había hecho perder en esa confrontación, pero me había ganado jugadores agradecidos para toda la vida.

Rafa Benítez es un gran entrenador español de fútbol. Estando en el Liverpool, creo, llegó a la final de la Champions League e iba al descanso perdiendo cero a tres. Después del descanso, y de la charla que dio en el mismo, remontó y ganó el partido cuatro a tres. Durante mucho tiempo la gente se preguntaba qué tipo de discurso motivante les había dado a sus jugadores y, sin embargo, a la primera que le preguntaron a uno de sus ellos, dijo: "no uso palabras sobre la motivación, ni apeló a nuestra hombría, simplemente nos señaló que estábamos haciendo mal, nos lo demostró con el vídeo, y nos dijo que teníamos que hacer si queríamos ganar el partido". Y al final esa remontada es famosa incluso para alguien como yo, que no ve fútbol. Porque en el deporte o en la vida, nos invaden los textos motivantes, la librería de autoayuda está más que repleta, lo que las personas necesitan es algo que funcione de verdad.

Y aunque sabemos que eso que funciona de verdad es Jesucristo, también en la Iglesia tenemos que apuntarnos este principio. No vale dar predicaciones, charlas o talleres muy motivantes, pero en los cuales no se le ayuda a la gente a conectar con el Espíritu Santo para solucionar verdaderamente sus problemas. Por eso creo que hay herramientas que hay que tratarlas con cautela, como la teología, porque pueden hacer que la predicación se pierda en "palabras persuasivas de sabiduría humana", y alejen al pueblo de Dios de la unión con el Espíritu Santo. La gente no quiere oír las razones para glorificar a Jesús porque ya anhelan glorificarle, pero si necesitan guía para salir de sus torbellinos de pecado. Igual la gente no necesita que le expliquen la temporalidad del fin del mundo según Apocalipsis, pero si que les ministren en momentos de necesidad. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 7 de mayo de 2017

A tirar 08/05/2017

Ezequiel 17:10: "¿Logrará su propósito aunque la trasplanten? ¡Al contrario! ¡Se secará en cuanto el viento solano sople sobre ella! ¡Se secará en los mismos surcos donde antes florecía!”»"

Mi padre fue uno de mis primeros entrenadores, lo cierto es que él era alguien mucho mejor como entrenador de lo que yo soy, y ya no hablamos como jugador ya que él estuvo jugando en el nivel profesional. Algo que aprendí del modo en el que él nos entrenaba es que es fundamental que entendamos que cada jugador, en función de sus dones, necesita entrenar potenciando su mentalidad. Por eso, muchos entrenadores dicen que un tirador, aquel que tiene el don de tirar de lejos, debe tirar, y tirar mucho, tanto en entrenamientos como en partidos. Porque el éxito de un tirador, lo que hace que pueda ganarse la vida jugando al baloncesto o no, es algo tan mental que, sólo tras horas y horas de entreno obtiene lo que es la cualidad más buscada por todos los mánagers de equipos y agentes de jugadores al buscar un tirador, la regularidad, para ellos es preferible que un jugador anote lo mismo siempre, a que anote más de manera menos regular.

Por eso siempre he pensado que en las formaciones profesionales debiera dársele una importancia mayor a la que se le da actualmente, porque la teoría es un punto necesario e importante, pero para ser buenos y regulares en el trabajo hay que trabajar, como para ser buen tirador, no sólo vale el talento, el talento es irregular e imprevisible, la excelencia sólo la da el exponerse una y otra vez a la situación real. La vida es algo así, es importante poder aprender y leer acerca de la vida, de cualquiera de sus situaciones, pero sólo viviendo se puede aprender a vivir, nadie puede enseñar a otro a vivir sus errores, cada uno debe vivir sus situaciones, sus victorias y sus errores, tirar para aprender a tirar, vivir para aprender a vivir, no existe otro método. No estoy menospreciando la importancia de la educación, es el entrenamiento, pero sin partido no es posible que el tirador se haga.

Y en la vida eclesial y ministerial todo ocurre un poco de este modo, queremos ponernos la medalla de una Iglesia, que a diferencia de otras religiones, y como la Biblia explicó en libros como el de Timoteo, da paso a los jóvenes, mirando su santidad y dedicación y no su experiencia, mirando su mentalidad y como entrenarla y no las veces que haya hecho algo antes. Sobre todo porque un día los mayores no estarán, o necesitarán el descanso y el retiro... ¿Y como va a poder la nueva generación conquistar su lugar si nunca se le dejó practicar? Un tirador tiene que tirar, aunque falle; un predicador tiene que predicar, aunque se equivoque; un maestro tiene que enseñar, aunque sea novato... Porque si no, nuestra nueva generación será incapaz y tendremos que recurrir a fichajes extranjeros para hacer lo que ellos si debieran saber hacer. Deja tirar al tirador. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 6 de mayo de 2017

Amigos convenientes 07/05/2017

Eclesiastés 7:5: "Es mejor oír la reprensión de los sabios que oír las alabanzas de los necios."

Hace unas semanas pude ir a ver una película que tenía muchas ganas de ver desde que por primera vez había visto un trailer un año atrás. La película se llama Southpaw en referencia a una postura de defensa en el boxeo que tiene ese mismo nombre. En la película un boxeador en la cumbre de su carrera se había dejado regalar el oído por un montón de personajes que en realidad lo que querían es conseguir dinero de él, pero el hecho de verse rodeado de gente así, hacia que, llegado el momento de la caída, esta fuera mucho más honda y dolorosa. Al fin y al cabo, se había rodeado de personas que no le ayudaron a tomar las decisiones adecuadas. Eso unido a un criterio muy pobre por su parte le hace tocar fondo como sólo en las películas se toca fondo. Durante la película se encuentra con alguien que consigue ayudarle, pero lo hace diciéndole todas las cosas que no quiere oír.

Porque las cosas que más nos ayudarán en la vida serán cosas que no queremos oír. Si alguien nos dice lo bien que estamos haciendo algo nos estará motivando, pero no ayudando, las cosas que estamos haciendo mal, y por ende, las cosas que debemos corregir, son aquellas que necesitamos que nos sean comunicadas, y por lo tanto, necesitamos ser sabios como para no apartar de nuestro lado a aquellos que tienen el valor de comunicarnos lo que estamos haciendo mal. Yo personalmente creo que esos momentos de incomodidad son mejores que cada vez que alguien te alaba por algo que haces bien. Aunque hay que tener bien claro la diferencia entre aquella gente que te dice lo que haces o has hecho mal para que mejores, y aquella gente que disfruta criticando por criticar, no se tratan de que nos digan cosas malas sino que nos digan como podemos ser mejores, y nos ayuden a conseguirlo.

En la Iglesia encima lo tenemos fácil, cuando una comunidad es sana, tiene un liderazgo valiente y esforzado dedicado fundamentalmente a conducir al rebaño en dirección al Reino por el camino que Dios les muestra. Pero además hay otras figuras aparte del liderazgo de las que tenemos que rodearnos. En primer lugar están los buenos amigos, los jonatanes, aquellos que nos aman y que nos defienden, pero que también nos dicen la verdad antes de que cometamos errores, que bien le hubiera venido a David que Jonatan hubiera vivido cuando lo de Betsabé. Encuentra también un mentor, alguien que no necesariamente sea de tu comunidad pero que haya transitado un camino parecido al que tú transitas, con tu mentor encontrarás muchos caminos en momentos de indecisión, y te sentirás muy conectado a él o ella para poder abrir tu corazón. Rodearse de gente que te ama implica escuchar cosas que a veces no te gustan. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 5 de mayo de 2017

Jefes de campaña 06/04/2017

Juan 3:30: "Es necesario que él crezca, y que yo decrezca.»"

La política es un mundo desconocido y fascinante para mí. Uno de los géneros cinematográficos que más me gusta, es el llamado thriller político, en el que se muestran los escondrijos de alguna situación política y como en realidad se mueven los hilos torno a ese mundillo. Y recuerdo que siempre cuando muestran una campaña electoral, hay alguien, en la sombra, normalmente un director de campaña, que se encarga de hacer que el candidato parezca una persona excelente, y de hacer tareas que él nunca nunca haría, como por ejemplo pensar por él las cosas adecuadas que debe decir. Estos hombres tienen la capacidad de sacrificarse para que el bien mayor esté por encima de su propio ego. Lo interesante de estos directores de campaña, es que cuando las elecciones son ganadas, siempre pasan a un segundo plano y permiten que toda la gloria sea para el candidato vencedor.

Y yo admiro mucho a esa gente que es capaz de entender que su posición no es estar al frente , siendo alabados por su trabajo, sino en la sombra pero realizando las tareas más importantes. Yo admiro mucho a esas personas que en su vida prefieren ser el segundo pero sacrificarse para que otros reciban la gloria de sus victorias. Ese tipo de gente, ha conseguido las más grandes proezas de la historia, hablo de gente que decidió sacrificar su gloria para que su país no entrará en conflictos, que decidió sacrificar su gloria para que su empresa ganará contratos millonarios, o que decidió sacrificar su gloria para que fuera dada al Señor y Salvador de toda la tierra, al Señor y Salvador de sus vidas. Porque esta gente realmente celebra las victorias por el mero hecho de serlo, y no por el reconocimiento que obtienen por dichas victorias.

Nuestro Señor Jesús es, probablemente, el personaje que más pasiones y a la vez enemistades levanta en todo el mundo. Pero sus enemistades no se las ha ganado Él, sus enemistades se las ha ido adjudicando por un lado un sector de sus seguidores, que han difundido su mensaje adulterado. Por otro lado, hay otro grupo de opositores que odian el mensaje de Jesús porque implica dejar de hacer lo que uno quiere para hacer lo que Él sabe que es mejor para uno y no nos gusta tanto. Por eso nos toca ser sus jefes de campaña, hacer todo lo posible para que su gloria sea mostrada delante del mundo, disminuir nosotros como Juan Bautista, para que, aunque perdamos gloria ante la gente que nos admira, Jesús sea exaltado. Porque el importante es Él, todas las almas deben ser ganadas para Él, la campaña ha empezado, la campana ha sonado, adelante hacia la victoria. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 4 de mayo de 2017

Por ti lo que sea 05/05/2017

Mateo 5:11: "»Bienaventurados serán ustedes cuando por mi causa los insulten y persigan, y mientan y digan contra ustedes toda clase de mal."

No me gusta demasiado la feria de Sevilla, nunca me ha gustado, a decir verdad... Una de las cosas que menos me gusta de la feria es la volubilidad del carácter de la gente, es como si la energía del momento durara lo que duran los farolillos de papel.  Y durante la feria se dan las mayores incongruencias, las mayores hipocresías salen a la palestra, o quizás lo que sale a la palestra es la parte más hipócrita de cada uno. En la feria hay algunos que llegan a declarar que darían la vida por gente a la que en realidad no aprecian, incluso, a veces, sobre gente que no soportan en absoluto. Pero uno si que puede escuchar esas frases de "yo por ti daría la vida", o "yo por ti me dejaría hacer cualquier cosa", entre personas que prácticamente pueden haber llegado a conocerse ese mismo día. Eso es muy típico de la feria de Sevilla y del carácter sevillano de ese momento concreto.

Sin embargo, lo que mi percepción personal ha llegado apreciar durante el tiempo, es que poca gente se dejaría insultar, agredir, incluso matar por ninguna causa. Quizás una de las cosas más tristes de este siglo es que ya nadie moriría por ninguna causa. Porque es fácil matar por una causa pero es mucho más difícil morir por aquello que se cree. Cuando me encuentro con este aspecto de la creencia de la gente, me entristezco mucho, pues pienso que hoy en día la gente no tiene la suficiente fe en nada como para darlo todo por algo. En siglos pasados, nuestros ancestros, llegaron a morir por las causas más diversas, llegaron a dejarse insultar por lo que creían, pero lo creían firmemente. Había quien se dejaba insultar por su forma de vestir, había gente que se dejaba agredir por su condición personal de cualquier tipo, por su forma de peinarse, por lo que fuera pero ellos creían firmemente en algo y lo defendían.

Yo me sorprendo a mí mismo cuando a veces me callo, por miedo a ser criticado o insultado por mi fe en el Señor Jesús. Yo me siento profundamente entristecido al pensar las veces que he callado sin decir que mi señor era el Señor Jesús por lo que otros pudieran pensar de mí. Porque ante todo, el Señor Jesús murió por mí, para alcanzarme, para que yo fuera a salvo y yo cada vez que le niego estoy fallando a ese sacrificio. Y sin embargo, me siento dichoso cada vez que pienso en esas veces en las cuales me han insultado, querido agredir, o se han alejado de mí cuando han sabido que yo era un creyente de Jesús, un hijo de Dios. Y me he sentido dichoso, porque en realidad la palabra dice que cada vez que esto pase Dios lo apunta como una mella en nuestra espada, dentro de las victorias para su Reino. Hermano y y hermana, hoy quiero darte este consejo, no tengas miedo de compartir a Jesús ten miedo de no atreverte a compartirlo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 3 de mayo de 2017

El buen consejero 04/05/2017

Proverbios 15:22: "Los planes fracasan por falta de consejos, pero triunfan cuando hay muchos consejeros."

En esta vida hay dos tipos de entrenadores, los que escuchan y los que no. Y eso es extensible desde el profesionalismo más profesional al entrenador de formación más novato. Y esto es porque en la vida hay de esos dos tipos de personas, de los que hablan y de los que escuchan. Y no necesariamente unos u otros tienen más éxito en el deporte o en la vida, el problema no es el no saber escuchar cuando las cosas van o van muy bien, el problema es cuando uno no sabe escuchar en los momentos en los que todo va mal. Cuando un equipo tiene problemas, el entrenador puede ver o no la causa de estos problemas, y cuando no lo ve, puede escuchar a algunas voces selectas o puede buscar soluciones por su cuenta, ya te digo que la primera opción permite ver muchas más cosas en su perspectiva que la segunda, y eso es una ayuda para solucionar problemas.

La Biblia recomienda varias veces que escuchemos, y que escuchemos a varios consejeros, y desde aquí querría ver dos puntos importantes. Cuando uno o una se decide a poner en manos de varios consejeros un asunto no vale hacerlo con cualquiera ni de cualquier modo. No vale que yo escriba a todo el mundo en las redes sociales o que publique mis problemas en otras redes esperando que muchas veces se pronuncien, entre otras cosas porque el que mucha gente conozca un problema mío no me va a ayudar, pero en segundo lugar es importante que no me puedan aconsejar aquellos que puedan tener cierto interés personal en que yo haga una u otra cosa, porque su consejo no es un consejo, y no me ayuda, le ayuda a él. Para escoger a aquellos consejeros que necesito, es fundamental que sea gente que esté cerca mía, más sabios que yo, y que vayan a aconsejarme según la palabra de Dios, no según sus intereses personales.

Y es importante que le exprese a estos consejeros mi problema en persona, de tal modo que no puedan malinterpretarse las cosas del modo que lo hacen las cosas vía redes sociales. La segunda es que debemos huir de aquella gente que no sólo no nos recomiende buscar otros consejeros sino que, además intenten evitar que podamos buscar otras voces, porque la Biblia nos está llamando a buscar varias voces de consejeros y aquella persona que se oponga sin duda se está oponiendo a la Biblia. Tenemos que tener consejeros, aquel que no escucha, en la duda y en la caída se va a ver completamente solo, pero debemos escoger muy bien a aquella gente a quienes vamos a escuchar, debemos procurar que esta gente nos ayude a recibir la palabra de Dios para nuestra vida, su voluntad para nuestra vida. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 2 de mayo de 2017

Merecer la expulsión 03/05/2017

2 Samuel 19:28: "Comprendo que, a los ojos de Su Majestad, todos los descendientes de mi padre merecían la muerte; sin embargo, tú me permitiste comer a tu mesa. ¿Con qué derecho puedo reclamarle algo a Su Majestad?»"

No sé si a todo el mundo le gusta Harry Potter, cuando me convertí, alguna gente me dijo que eran unos libros prohibidos, pero bueno, yo los había leído muchos años antes, y he visto muchas de las películas. El caso es que en esa saga, a Harry, por ser famoso se le da continuamente trato de favor, y a pesar de lo que pueda hacer merecedor de que lo expulsen, él siempre es perdonado, y sale de rositas. Esto también pasa en el deporte, no es lo mismo que una falta dura la haga la estrella de la liga que un jugador con fama de duro o un jugador joven recién debutado, el árbitro no toma esos comportamientos con el mismo castigo, responde de manera diferente según quién realiza la acción. Y aunque el castigo debiera ser merecer ser expulsado, hay veces que a uno se le perdona, y se escapa de rositas, tal como Harry Potter hace en todos sus libros.

En primer lugar este comportamiento es injusto, no porque uno pueda escapar del castigo, sino porque no se pueden beneficiar de él todos los miembros de la colectividad. En el caso de Harry, todos sus compañeros no podían escapar cuando infringían las normas, y en el caso del deporte, ese trato de favor sólo es dispensado a la estrella, al jugador que hace magia en el campo. Este perdonar no es injusto por el mero hecho de perdonar, es injusto porque tienes que aguantar como a unos sí mientras otros reciben un trato distinto, y esto ocurre en todos los ámbitos. Un entrenador difícilmente tratará igual a todos los niños si uno de ellos es su hijo o su hija, un restaurante no sirve igual a un comensal normal que se sienta en sus mesas, que a un presidente del gobierno, aunque éste fuera un corrupto indecente.

Por eso, que el Señor nos perdone de nuestros pecados no es injusto, Él tiene la elección de hacer que tengamos o no que pagar por nuestras rebeliones y nuestra culpa, pero no es injusto porque Él se lo ofrece a todo el mundo por igual, nadie es excluido de dicho trato de favor, nadie es excluido de la invitación a tomar esa protección. La gente dice que Dios no es justo porque para esa salvación hay que"rebajarse" al lugar que Él pide que nos rebajemos, es decir, no es sólo que el muere para poder perdonarnos, sino que también tiene que escuchar que la gente diga que es injusto y arbitrario que pida que creamos en Él y le sigamos. Realmente estas son las sandeces que uno tiene a veces que escuchar... Yo personalmente he decidido que, si me ofrecen una alternativa para librarme de la tarjeta roja, la voy a coger, me voy a aferrar y la voy a agradecer. Porque yo merezco la muerte, merezco el fuego, y prefiero no tener que vivir ese castigo además de tener a Dios como mi amigo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 1 de mayo de 2017

Añorar la carne 02/05/2017

Éxodo 16:3: "y les reclamaron: «Mejor nos hubiéramos muerto en la tierra de Egipto a manos del Señor. Allá nos sentábamos junto a las ollas de carne, y comíamos pan hasta saciarnos. Ustedes nos han sacado a este desierto para matarnos de hambre a todos nosotros.»"

Un sentimiento muy humano es el de añorar aquellas cosas que poco tiempo antes ha odiado. Recuerdo lo que llegué a odiar y lo aburrido que me parecía el instituto, me dormía en las clases, los profesores, en su mayoría, me parecían poco motivados, y tenía la sensación de no encajar en ningún lado. Una de las cosas que más odiaba del instituto era la falta de libertad. Teníamos falta de libertad física, de elección acerca de lo que queríamos estudiar, libertad creativa... Nos faltaba libertad en todos los aspectos y era como si el sistema pretendiera meternos en una cadena de montaje y que saliéramos todos uniformados. Pero una de las cosas interesantes del ser humano, es que después de salir de allí, cuando coincidíamos con excompañeros, todos sin excepciones echábamos de menos aquel tiempo, y lo fáciles que eran las cosas en comparación con la universidad o la vida laboral.

Este fenómeno también fue un problema para Moisés durante todo el trayecto del desierto. En este pasaje de hoy el pueblo ni siquiera añora la carne, añora migar el pan en la salsa de aquellos que comen carne. Durante todo el éxodo, el pueblo de Israel se las pasa volviendo al tema de la carne, cayendo en la idolatría y pensando tanto en las ventajas de la esclavitud que Dios tuvo que esperar que toda aquella generación muriera para poder tomar la nueva tierra. Para mí toda la historia del éxodo expresa una metáfora de cómo es la vida de la Iglesia, que a pesar de estar libre de las consecuencias del pecado, fundamentalmente de la muerte, sigue pendiente de la sensaciones que le producía, no sólo participar de la carne, sino a veces simplemente "migar" el pan en el caldo del pecado. Es sin duda la historia del despropósito, acabas de ser librado de la esclavitud y en vez de dar gracias, sólo piensas en comer.

Y yo me enfado mucho conmigo mismo cuando me sorprendo pidiéndole a Dios que me deje volver a algún pecado antiguo, sólo una vez, aunque sólo sea migar el pan... Y me enfado porque creo que nunca seré mejor que ninguno de mis predecesores, nunca estaré a la altura de los mejores. Dicen que Hernán Cortés quemó sus barcos al llegar a América para que nadie entre sus hombres pensara en volver y en la vida que habían dejado atrás... Ese tipo de compromiso es el que necesitamos en el Reino de Dios, gente que se ponga el yugo de Jesús y tire la llave del candado. Tenemos que quemar nuestras naves, tenemos que tirar la llave, y no mirar atrás, porque cada vez que miramos atrás estamos abriendo puertas a un enemigo que deseoso de encontrar una rendija por la que entrar. Y perdóname amigo que te diga, no sé tú, pero yo no quiero dejarle entrar. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma