sábado, 31 de diciembre de 2016

A sembrar 01/01/2017

Génesis 26:12: "Isaac sembró en aquella tierra y Dios lo bendijo, y ese año cosechó cien veces lo sembrado."

Cuando era pequeño tenía un amigo, Julián, cuyo abuelo tenía campo, e íbamos un par de días en semana, o en el fin de semana, como el acontecimiento más importante de la semana. E íbamos con aquel hombre, le ayudábamos en lo que buenamente podíamos, y él nos enseñaba todo lo que ocurría y como funcionaba todo en el campo, además nos dejaba comer toda la fruta que queríamos. Allí aprendí algo, que la agricultura es una ciencia precisa, que hay que saber qué sembrar, cuándo sembrar, y dónde sembrar. Que hay que escuchar la voz de los que son más sabios, conocer la metereología, y amar lo que uno siembra para cosechar buen producto. En la tierra las temporadas comienzan y acaban con el fin de la cosecha, y en el campo a veces ocurren cosas inesperadas, buenas o malas, plagas y cosechas.

El campo es igual que el Reino de Dios, por eso Jesús usaba mucho la metáfora de la siembra y la cosecha, por eso la palabra está en toda su extensión muy relacionada con todos los aspectos de la agricultura. En los comienzos de toda temporada hay que planificar qué, dónde y cuándo sembrar del Reino de Dios, hay que escuchar la voz de Dios, que como aquellos viejos de campo nos dirá qué debemos sembrar y dónde, hay que ver como el contexto social y cultural nos puede influenciar cual meteorología espiritual, hay que ver si Dios hizo fértil la tierra que vamos a sembrar, y muchas otras cosas... Es tiempo de que las comunidades se paren a ver dónde van y como lo están haciendo para expandir el Reino de Dios.

Y hay que ver qué semilla estamos capacitados para sembrar. A lo mejor Dios nos capacitó para sembrar oración, y tenemos miles de acres para sembrar; a lo mejor estamos listos para sembrar santidad en los jóvenes, y es otro terreno amplísimo; a lo mejor Dios nos quiere sembrando su palabra en el deporte, en nuestra casa, en las cárceles, entre cualquier grupo de población... A lo mejor Dios nos quiere sembrando abrazos y palabras de afirmación entre los que no las tienen, quien sabe qué quiere de cada uno sino uno mismo... Y bueno, Dios es el que lo va a hacer, tú solo tienes que estar cerca de Él para tener semilla, cerca de Él para saber qué, cuándo, dónde y a quien sembrarle. A comenzar el año, te quedan 365 nuevas misericordias. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 30 de diciembre de 2016

Cosechando éxitos 31/12/2016

Éxodo 34:22: "»Celebrarás también la fiesta de las semanas, la fiesta de las primicias de la siega del trigo, y la fiesta de la cosecha al terminar el año."

En todos los equipos en los que he estado, al terminar la temporada, se hace una fiesta donde se festeja lo conseguido, los logros alcanzados, que pueden ser de índole variada: personal, grupal, deportivos, de club, de equipo, formativos... En estas fiestas en diversos clubes he podido observar que los valores que impregnan la cultura interna de cada club son los que demarcan los éxitos. Para algunos clubes los éxitos los marcan los resultados deportivos, para otros los resultados de crecimiento, para otros, el éxito es que sus deportistas sean felices, y creedme que nunca he juzgado que los clubes puedan tener culturas de éxito distintas a la mía, porque lo importante es que llegado el fin de temporada, el tiempo lo ha ido poniendo todo en su sitio. Y llegado el fin, si se sembró lo que se quería cosechar, esto se cosechará.

La cultura de las organizaciones se aplica tanto a los clubes deportivos, como a las empresas y por supuesto a las comunidades eclesiales. Por lo tanto, toda comunidad cristiana tendrá su inicio de temporada, su fin de temporada y sus criterios de éxito marcados en ese principio para poder sembrarlos y cosecharlos en el fin. Y si la Biblia nos habla de celebrar las cosechas a fin de año, tenemos que asegurarnos de sembrar la semilla correcta para que la cosecha sea una cosecha digna de ser celebrada. Y no hay otra semilla que sea más digna de ser sembrada que Jesús y su Reino aquí en la tierra. Y los campos son todos los corazones, todos los lugares, todas las situaciones que se nos ocurran.

Y el Reino y Jesús están muy accesibles para sembrar, todo está en la palabra, todo ha sido ya revelado en la palabra de Dios, cada semilla está puesta ya allí. En cambio hay dos puntos que creo que son importantes para poder cosechar al fin de temporada: el primero es que si queremos sembrar hay que salir al campo, no es posible sembrar dentro de casa, y nuestras Iglesias son nuestras casas. El otro punto es que si queremos conseguir cosechar resultados inesperados, creo que hay que ser audaces, e ir a lugares inesperados, investidos por la unción del Espíritu Santo para sembrar allá donde nadie nunca se atrevió. De hecho, en el último día del año, en el día que celebramos las cosechas de este año, sólo nos queda, si salimos a sembrar, alegrarnos porque Dios ya hará que haya una cosecha. Feliz final de año amad@s. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 29 de diciembre de 2016

Los buenos amigos 30/12/2016

Lamentaciones 2:14: "Tus profetas te hablaron de visiones falsas e ilusorias; tu cautiverio pudo haberse impedido, pero no te señalaron tu pecado; más bien, te engañaron con visiones sin sentido."

Tardamos una vida entera en saber elegir a nuestros amigos. A menudo, de hecho, nos llevamos grandes decepciones, ya que, como dice mi pastor, no hay nadie por bueno que sea que no pueda decepcionarnos. Una de las buenas normas que aprendí de uno de mis mejores amigos, es que escoge amigos que te digan la verdad, y no lo que tú quieras oír. Y esta es una verdad dolorosa pero real, he perdido amigos por decir las cosas tal cómo son, incluso haciéndolo con la mayor de las delicadezas. Supongo que las personas no estamos en ese momento de crecimiento personal en el que la crítica constructiva la aceptamos de manera positiva. De todos modos, a largo plazo, agradezco de mis amigos, mi familia y todos mis seres queridos que me digan la verdad, porque embellecer la realidad ya me la embellece mi hija.

Una buena amiga de Australia decía que en su caso Dios ofrecía muchos mas semáforos rojos que verdes ante las situaciones, porque es mucho más lógico que Dios nos deje atrevernos cuando estamos haciendo algo que va a buen puerto que el que lo haga cuando vamos hacia una tormenta. Y yo en mi vida también he comprobado que las veces en que Dios más me habló, a través de visiones y sueños o palabras de gente, fue siempre para poner semáforos rojos, y no para confirmar nada con semáforos verdes. Nunca nadie se me acercó y me dijo una palabra acerca de lo bien que estaba haciendo algo, así como para darme palabras intrascendentes, o eran palabras acerca de un camino que debía tomar, o acerca de un camino que ya había tomado y no debía seguir.

Los buenos profetas son como los buenos amigos, en el sentido de que no regalarán la oreja del oyente sino que dirán la verdad. Y la Biblia está llena de gente que murió por decir la verdad en vez de decir lo que la gente quería oír. Ahora el reto es saber que tipo de pueblo queremos ser, si el que escuchaba a los profetas correctos o el que los colgaba, el que seguía a aquellos que señalaban nuestros pecados o el que los apedreaba. Porque dependiendo de nuestra elección vamos a emprender periodos o de mucha comodidad y poco avance del Reino de Dios, o de tremendo reto y mucha gloria para el Reino de Dios. Todo depende de las decisiones individuales que tomemos, pero si admiramos y deseamos el avivamiento, proviene de los verdaderos profetas. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Entre Él y yo 29/12/2016

1 de Reyes 2:18: "Betsabé le dijo: «Está bien. Yo hablaré por ti al rey.»"

La intercesión es probablemente el proceso de acercamiento y resolución de conflictos y negociaciones más extendido que haya. Es un método que permite que dos posturas que se encuentran alejadas una de la otra, puedan acercarse sin la necesidad de, a priori, ceder ninguno. Esto en la forma de ser humana es una ventaja, pues nos cuesta tanto ceder incluso cuando sentimos que no tenemos la razón del todo, somos bastante difíciles para ceder. La intercesión hace que un candidato consiga un trabajo frente a otro que no tuvo a nadie que intercediera por él, a todas luces, la intercesión es la razón oculta de que muchas cosas en el mundo se muevan como se mueven, y es la responsable de mucha de la dinámica global a muchos niveles distintos.

Por eso la intercesión es un tema fundamental para el Reino de Dios. Y hay dos aspectos que quisiera tratar hoy, en primer lugar el hecho de que la intercesión en el Reino la mueve el amor puro, y no el interés. Y si es el amor, el que mueve la intercesión, sin duda sabemos que es algo que Dios aprueba y es parte de su Reino. En segundo lugar me gustaría hablar de las dos posibles posiciones en la intercesión, que son la de intercesor y la de intercedido. Y me refiero a que en estos casos es el intercesor el que está más cerca de Dios, por eso hace de mediador. Es increíble que si juntamos ambas cosas se establezca que la intercesión ante Dios es el acto de amor de un hermano que está más cerca de Él que nosotros.

Por eso dice la palabra que no hay un intercesor mayor que el mismo Dios por el Espíritu Santo y por Jesús, porque no hay nadie que nos ame tanto como nos ama Dios, pero aún más, no hay nadie que esté más cerca del Padre que están Jesús y el Espíritu Santo. Por eso es de ellos de quien no debemos alejarnos, déjame decirte que no hay en es mundo un pastor, un evangelista, un adorador o un apostol en el cual pueda haber más cercanía o más amor por nosotros del que tiene Jesús o el Espíritu Santo. Es importante la intercesión como principio bíblico, pero porque es mejor para el intercesor que el intercedido, pero no existe mejor ministerio de intercesión que el que tienen el Espíritu Santo o Jesús, ni de lejos, con ellos existe vía libre al Padre. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 27 de diciembre de 2016

Pesadillas 28/12/2016

Habacuc 1:2: "¿Hasta cuándo, Señor, te llamaré y no me harás caso? ¿Hasta cuándo clamaré a ti por causa de la violencia, y no vendrás a salvarnos?"

Siendo un niño, cuentan mis padres, que cuando despertaba de una pesadilla, muy asustado, me enfadaba con ellos porque según yo decía, les estaba pidiendo ayuda en el sueño y ellos no me ayudaban. Hoy en día lo vivo con mi hija, que ella sueñe que yo le digo fea o mala son sus peores pesadillas, y se enfada mucho conmigo al despertar. Lo irónico de estos temas es que el dolor, el miedo o la pena son muy reales en una pesadilla, y en nuestra mente pueden parecer verdad, tan verdad que nuestras pulsaciones suben, sudamos, lloramos por ellos... Pero en realidad, por muy reales que parezcan en nuestra cabeza, las pesadillas no son nada reales, se disipan al despertar y desaparecen... ¿Quien decide su futuro a raíz de una pesadilla? Sería el absurdo más idiota posible.

Por eso a veces me sorprendo sintiéndome idiota con mis peticiones a Dios, porque son como las de un niño relatando sus pesadillas. Papá ayúdame con un trabajo, Papá dame sanidad de un resfriado, de mi gripe, de mi problema nimio y pasajero. Y ojo, no nos equivoquemos, no estoy quitando hierro a nuestros problemas, pero desde un prisma espiritual a veces son nimios. Y algo que me ocurre a mí específicamente, es que cuando veo esos problemas en otros, los veo como "pesadillas" insignificantes. Sin embargo, cuando los veo en mí mismo, el mundo se me cae encima y me ahoga, me supera... Acaso no me he dado cuenta aún que por vivida que pueda parecerme la realidad física, por real que pueda ser a nuestros ojos, no está, ni de cerca, al nivel de la realidad del Reino.

¿Y que dice la ciencia psicología acerca de vivir más una realidad que la otra? Pues lo mismo que la palabra, la palabra dice que la fe puede cambiar nuestra realidad (Mt 17:20), y las nuevas teorías de la psicología sugieren que el poder de la creencia es increíble a la hora de definir nuestro mundo. Así que si queremos ser ciudadanos del Reino, es necesario que creamos que somos ciudadanos del Reino, que no vivamos para las cosas de aquí, ya Dios en su palabra ha dicho que se va a ocupar de nosotros. No podemos esperar que Dios haga aún más de lo que ha hecho y hace por nosotros, no podemos vivir siempre del milagro porque no siempre habrá milagros, y entonces en qué Reino viviremos. Yo estoy preparado para tener fe en lo que soy y vivirlo... ¿y tú? Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 26 de diciembre de 2016

Milagros cotidianos 27/12/2016

Lucas 2: 20: "Al volver los pastores, iban alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo había sucedido tal y como se les había dicho."

Es un momento increíble cuando eres capaz de anticiparte al futuro con indicios que ves o escuchas en cualquier ámbito de la vida. Por ejemplo en la detección de un talento propio o ajeno, descubres que alguien escribe bien, le incitas a escribir más, y años después recuerdas esos inicios cuando vas a la presentación de su primera novela. Ves a un jugador que puede ser bueno y trabajas con él, años después vas a verlo jugar cuando tu formación se le quedó pequeña. Ves a una chica con problemas en casa y le dejas un sitio para estudiar durante años, y ella te invita al acto de graduación años más tarde porque considera que invertiste en ella más que nadie... Es hermoso ver lo que es evidente y creer en las personas, apostar por las personas e invertir en las personas.

La vida cristiana a veces es así, es creer en lo que vemos, creer en lo que existe, en lo que está. Puedes verlo en la palabra, hay cosas que podemos ver, podemos ver la ciudad de Israel, podemos ver la ciudad de Jericó, hoy en día incluso se ha descubierto la ciudad de Gat, y otras muchas cosas que se pueden ver, tocar y constatar. Y es bueno que todos esos esos elementos visuales estén en nuestra vida, vemos a un hermano con un talento muy grande con la batería, y le animamos a estar en la alabanza... Vemos nacer un nuevo ministerio y apoyamos porque vemos el potencial, la experiencia de sus miembros etcétera. Porque en nuestra humanidad no es malo creer en lo que se ha visto, de hecho, Dios se hace patente en lo que vemos porque quiere que le veamos, y eso además nos hace sentir gozosos.

Sin embargo en el día de hoy pienso que no se cuántos de esos pastores hubieran vuelto gozosos si en vez de haber visto a Jesús, Dios hecho niño, solamente se lo hubiesen dicho ¿Cuántos de aquellos pastores se habrían levantado para adorar y glorificar a Dios por un rumor, por un texto escrito dos mil años antes. El Señor dijo después de haber resucitado que aún más dichosos serian aquellos que sin haber visto creen. Y esa debiera ser la Iglesia de hoy en día, al menos eso creemos que somos. Sin embargo aún somos reticentes en creer en cosas que no vemos, puede ser una visión que nos parece imposible, un ministerio inesperado, una idea loca y desesperada pero puesta por Dios en el corazón de alguien... Como podemos demostrar fe en la salvación sino tenemos fe en que Dios puede hacer milagros cotidianos. Creamos antes en los milagros cotidianos y a través de ellos nuestra fe creerá en los milagros universales. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 25 de diciembre de 2016

Un lunes 26 26/12/2016

1 de Crónicas 16:23: "¡Canten al Señor todos en la tierra! ¡Anuncien su salvación todos los días!"

Cuando era pequeño, si sacábamos buenas notas todo el año, mis padres nos llevaban a un campamento de verano. De aquella época tengo unos recuerdos hermosos de esos campamentos de verano. El hecho es que durante el tiempo de campamento, por el hecho de hacer cosas increíbles, con gente que conocía allí, y monitores que eran muy cariñosos, me hacían vivir con las emociones a flor de piel. Allí me enamoré por primera vez, hice amistades increíbles, sentí la fría garra de la depresión por primera vez... El caso es que el día que te ibas, parecía que despertaras de un sueño, y cuando las emociones decaían, era difícil sustentar esos enamoramientos, esas amistades, etcétera. Es lo que yo llamo el síndrome de lunes por la mañana, es la sensación de cuando una fuente emocional desaparece y no hay algo más firme que sustente una decisión de cambio.

Por eso yo no soy muy amigo de los llamados puntuales en los eventos cristianos, llamados a los que siempre salen los mismos una y otra vez, para el lunes siguiente volver a caer en el mismo hábito, en el mismo abandono, en el mismo pecado. Yo he sido uno de esos durante casi dos años, y no puede ser. No podemos ser cristianos de domingos emocionales y lunes mundanos, porque eso denota una falta de firmeza espiritual que el día que venga el zarandeo nos hará caer del árbol. Y veremos qué ocurre el día en que los hermanos o los pastores no nos caigan tan bien, o nos decepcionen o nos aburran. La palabra nos invita a ser continuos todos los días, todos los momentos, en toda ocasión, con emociones y sin emociones, en los mejores y en los peores momentos.

Por eso, si queremos ser verdaderos discípulos, hijos, obreros aprobados, TODOS LOS DÍAS DEL AÑO, tenemos que tratar de estar arraigados en algo más  fuerte que las emociones del momento. A pesar de lo que ocurra, de los pecados en los que uno caiga, esas raíces pueden hacer que un lunes día después de Navidad a las seis de la mañana te levantes dispuesto o dispuesta a conquistar el mundo para Dios adorándole en todo momento. Querido hermano, lo importante no es lo que haces como cristiano en los eventos, los llamados o los domingos, lo relevante como cristiano es la tierra a la que estás arraigado los lunes, los miércoles de balance, los viernes de cena con amigos, en el partido de los jueves por la noche... Porque ser cristiano no es un trabajo de domingo, es una decisión que se toma para toda la vida. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 24 de diciembre de 2016

El centro de mi vida 25/12/2016

Juan 1:9: "La Palabra, la luz verdadera, la que alumbra a toda la humanidad, venía a este mundo."

Recuerdo esa frase que se oia hace tiempo, cuando no se llevaba tanto el ser políticamente correcto en toda situación, en la que las madres decían que uno de sus hijos era la luz de su casa. Esto pasaba cuando uno de los niños era especialmente alegre, o talentoso y era un poco la alegría de una casa. En una empresa o un equipo a veces pasa algo así, y decimos que este o aquel jugador hacen brillar a su equipo, que este o aquel trabajador son la alegría de su empresa... Y es necesario tener a este tipo de gente dentro del rol de nuestros equipos, familias, empresas, y de nuestras vidas, porque son las que inclinan la balanza hacia el lado de la felicidad. En mi casa es mi hermano, y cuando no está él, afloran las peleas y un poco que el tiempo se hace eterno.

Por eso es importante Jesús, no sólo para eternidad, sino para nuestra vida actual. No podemos tener una vida demasiado brillante si Jesús no está siendo parte y el centro de nuestras vidas. Porque Jesús es fuente de todo gozo, fuente de toda alegría, fuente de toda ilusión, talento, amor, vida... Jesús es la única sal que añadir a nuestros sinsabores, y en este mundo de decadente consumo de placeres con fecha de caducidad, Jesús es el único que puede garantizar algo maravilloso y que a su vez es eterno. La palabra dice que Jesús es la luz del mundo porque lo es, en todo sentido físico y espiritual, y lo es para todo aspecto de nuestra vida, el trabajo, el ocio, los deportes, no hay persona en este mundo que no viva mejor cuando vive para Jesús.

Hoy veía una película en la que el protagonista decía en un momento dado: "se puede luchar por uno mismo, y se puede ser grande... Sin embargo cuando se lucha por algo superior, se sobrepasa la grandeza, y cuando uno se arriesga por Dios, Dios lo usa a uno para cambiar la historia, es entonces cuando se vive en la cresta de la ola. Supongo que es a lo que aspiramos todos, a cambiar la historia para Cristo, o mejor dicho, a que Cristo cambie la historia a través nuestra, ser partícipes del plan eterno de Dios, aunque sea como mera linterna que transporte esa luz por el mundo. Hoy es Navidad, celebramos que Cristo ya nació en nuestros corazones, ¿Qué tal si ahora nos abandonamos a Él? ¿Qué tal si nos arriesgamos por satisfacer las peticiones del rey? Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 23 de diciembre de 2016

En cada corazón 24/12/2016

Lucas 2:7: "María dio a luz a su primer hijo, un varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos."

Tengo un amigo que estuvo en situación ilegal en mi país durante más de nueve años. Fue un largo periodo de tiempo en el que, a veces, no tenía para comer, no tenía donde dormir o no sabía dónde ir al médico. Cuando este amigo me contó esta situación, me quise poner en ella y casi me entró vértigo de pensar en el miedo que pasaría. De hecho, al preguntarle, me dijo que el hambre no era tan desagradable como la soledad. Sin embargo, lo mejor de esta historia es que el hecho de no tener quien le ayudara en España le hizo confiar en aquellas personas que, en su camino, le abrieron sus corazones. De tal modo que él nunca dijo que no tuviera casa, porque tenía muchas casas y muchas camas a las que acudir en los momentos malos.

Hay un personaje bíblico que, en sus propias palabras, no tenía "ni donde reposar la cabeza", y ese es Jesús. Jesús nació en un pesebre, murió en una cruz y fue enterrado en un sepulcro ajeno. Jesús pasó muchos momentos de su vida y ministerio en situaciones de precariedad, hambre, carestía y ausencia de seguridad. Durante mucho tiempo se ha justificado que esta falta de recursos era dada por la enorme humildad de nuestro Señor, y es verdad, nuestro Señor es humilde. Sin embargo, yo tengo la extraña teoría de que el Señor no tuvo casa para poder habitar en los corazones de cada uno de aquellos que le amaban. Es como si Jesús Niño hubiera decidido nacer sin alojamiento para que nosotros en nuestros corazones le diéramos el alojamiento más cómodo del mundo.

Y hoy que es Nochebuena celebramos el nacimiento de Jesús, tenemos la oportunidad de poner una vez más nuestros corazones listos para albergar el nacimiento de Nuestro Señor. Obviamente esta fecha es una fecha ficticia, realmente Jesús no nació un veinticuatro de diciembre, se estima que nació en verano. Pero es bueno tener un día en el cual celebramos que nuestro Dios vino al mundo, y es bueno poner nuestro corazón en orden para él. Qué hermoso sería si en vez de nacimientos y belenes, así como árboles de Navidad, Jesus hallara en nuestras casas corazones dispuestos albergarle. Corazones que no niegan su pecado ni su imperfección, pero tienen la voluntad férrea de oponerse a él, de seguir luchando contra el enemigo que nos ataca sin tregua, de seguir obedeciendo a Dios. Feliz Navidad y que Dios os bendiga a todos. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 22 de diciembre de 2016

Más y más y más 23/12/2016

Miqueas 2:2: "Codician las propiedades de otros, y se las quitan; codician casas, y las toman; oprimen al hombre y a su familia, al hombre y a su heredad."

Recuerdo que cuando era niño a mis padres no les iba mal. Llegábamos bien a fin de mes, teníamos reyes magos e íbamos de viaje una vez al año para vacaciones. Sin embargo teníamos algún amigo al que le iba mejor que a nosotros, y tenían más videojuegos, mejores casas y vacaciones más exóticas que las nuestras. Y desde aquel mismo instante, ya no fue suficiente con lo que mi padre podría proporcionarnos, porque estamos pendientes de quién tenía más, y queríamos tener más, y mas... Pasado ese tiempo, aprendí que era imposible que yo disfrutara de lo que tenía mientras estuviera mirando lo que tenían otros . En términos psicológicos yo era esclavo de mi deseo.

En estos términos, uno puede ser, o esclavo del dinero, o siervo del Señor, pero no existen términos intermedios. De acuerdo con la carta a los Filipenses, y la teología que puede extraerse de ella, Pablo nos llama a estar gozosos con lo que el Señor nos haya dado y a tener un espíritu de conformidad, tanto en los momentos en los que abunde nuestra provisión, como en los momentos en los que sintamos carestía. Y para esto es importante que no comparemos nuestra situación económica, sea buena o sea mala, con personas que están a nuestro alrededor ya sea que conozcan a Dios, o no. Y si nos comparamos, que sea con aquellos que están pasando lo peor que nosotros, para poder ayudar con lo que podamos dentro nuestra provisión.

Una vez me dijeron, que el ser humano con para su economía con el que está mejor y compara su moralidad con el que está peor, porque en economía nos queremos ver con quiénes están mejor y así aumentar, y en moralidad queremos no estar tan mal y nos compramos con quiénes están peor para sentirnos mejor. Y es triste que en lo bueno de nosotros nos conformemos con lo justo, y en lo intrascendente querer más, y más, y más... El corazón del cristiano debe ser un corazón dado a la generosidad, a la conformidad, a tratar de mejorar en ser un buen cristiano y no tanto en ser una persona con todas las necesidades cubiertas, entre otras cosas porque eso es una utopía. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Mejor que una excusa 22/12/2016

Hago 2:4:  "Pues esfuérzate ahora, Zorobabel, y esfuérzate también tú, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y ustedes, pueblo todo de la tierra, ¡cobren ánimo y pónganse a trabajar, que yo estoy con ustedes! —Palabra del Señor de los ejércitos."

Cuando yo era niño no era del todo muy estudioso, ni me gustaba hacer deberes, y buscaba la excusa que fuera para poder librarme delante de la profesora y de mis padres. Un día en el instituto descubrí que si decía que no entendía y que no sabía cómo hacer los deberes, los profesores me tomaban por torpe y bajaban las expectativas y las exigencias sobre mí. Sin embargo no me di cuenta que ese proceso estaba negando e impidiéndome alcanzar mi potencial. Un día llego una orientadora nueva que quiso testear las habilidades de todo el alumnado, e hizo tests de inteligencia, de capacidades, de esfuerzo. Y varios días después llamó a mis padres a tutoría para explicarle que era el alumno con más diferencia negativa entre esfuerzo y capacidades. En pocas palabras les dijo que era un profesional del escaqueo. Este acto me obligó a salir de mi zona de confort, pero gracias a él pude llegar a la universidad y terminarla, por duro que fuera.

La Iglesia a veces es como una clase de instituto, hay gente que enseña y gente que está aprendiendo, hay personas que se aplican en el trabajo y profesionales del escaqueo, hay gente que mira a su futuro y gente que mira por su presente. Y me temo que lo que me pasó a mí pueda pasarnos a algunos creyentes en nuestra vida ministerial. Es fácil encontrar la excusa perfecta: "no puedo", "soy pecador para servir", "yo no tengo talentos"... Estas y otras excusas se meten en nuestro discurso y vemos cómo otros se desgastan hasta los tuétanos sirviendo. Y no estoy diciendo que se quiere engañar a la iglesia, sino que nos engañamos nosotros mismos, que nos ponemos la escusas a nosotros en primer lugar. Una escusa que mina nuestro potencial como minaba mi potencial el hacerme el torpe.

La pena es que nada queda oculto gracias a Dios, Dios pone todo lo oculto al descubierto y a la vista de todo el mundo. Y el va a descubrir el uso que hacemos cada uno de nuestros talentos para traer el Reino de Dios. Y después del coscorrón habitual, nos tocará salir de la zona de confort, armarnos de valor y conquistar con nuestros talentos el Reino de Dios. No será sencillo, posiblemente estaremos atrofiados, hayamos perdido la práctica de dar incondicionalmente, pero Dios nos usará y desarrollaremos nuestro potencial en Él. Ahora que acaba el año y empieza una nueva temporada, ahora que los nuevos propósitos van a tomar protagonismo, es tiempo de que nos propongamos ponernos al servicio de Dios, hacer algo mejor que ponernos excusas. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 20 de diciembre de 2016

Mejor que el aislamiento 21/12/2016

2 de Pedro 2:20: "Gracias al conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, habían logrado escapar de las contaminaciones del mundo, pero volvieron a enredarse en ellas y fueron vencidos, con lo que su estado final fue peor que el primero."

La contaminación es el fenómeno de pervertir algo que es puro, natural, necesario o agradable con algo que le hace perder sus propiedades, su composición, sus atribuciones o lo que lo hacía hermoso o agradable. De tal modo que la contaminación gaseosa es la perversión del aire por medio de gases nocivos; la contaminación lumínica es la perversión de la oscuridad de la noche por medio de la luz artificial; la contaminación acústica es la introducción de sonidos desagradables o muy sonoros en la banda sonora de nuestra vida; la contaminación medioambiental es la introducción de basuras y residuos de todo tipo en la naturaleza y la contaminación paisajística consiste en la construcción de estructuras que desentonan con la belleza del paisaje.

Nosotros los cristianos somos susceptibles de ser afectados por otros tipos de contaminación llamadas la contaminación espiritual y contaminación ideológica. La contaminación espiritual habla de todos esos aspectos culturales del mundo que nos rodea y que son capaces de hacernos pecar, tener dudas en la fe y perdernos en los caminos de Dios. La contaminación ideológica habla más bien de esas corrientes filosóficas, ideológicas y culturales que pueden introducirse de una manera ladina en nuestro cerebro, mezclándose con la palabra de Dios y manchando la sana doctrina. Vemos muchas influencias en este mundo que nos pueden hacer pecar, que nos quieren hacer pecar y que hablan del enemigo como alguien guay a quien seguir.

Tradicionalmente la estrategia de la Iglesia era aislarse del mundo, y no era mala estrategia salvo porque, en la palabra, Jesús nos pedía estar y vencer en el mundo, para llevar el mensaje a cada hombre y mujer que no lo ha escuchado. Para mí se hace una estrategia difícil estar aislado y predicar eficientemente el Evangelio. ¿Cómo podemos entonces evitar la contaminación? Pues igual que el viento disipa la contaminación del aire o las corrientes de agua la contaminación de un río dejando que una corriente que no pare de brotar nos atraviese. Y no hay otra corriente así que no sea Jesucristo, de tal modo que su agua no solo refresca o sacia la sed, sino que también limpia, purifica y nos devuelve a las sendas de su palabra. Si queremos no contaminarnos no nos aislemos, o seremos aguas estancadas... Vayamos a Jesús y Él nos permitirá vencer al mundo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

lunes, 19 de diciembre de 2016

En mis zapatos 20/12/2016

Filipenses 2:7: "sino que se despojó a sí mismo y tomó forma de siervo, y se hizo semejante a los hombres;"

Estamos en la sociedad de los chismes, todo el mundo habla de todo el mundo, y todo el mundo pretende darte consejos acerca de cómo debes vivir tu vida, de cómo debes vivir tu fe incluso... Estamos en la era de la superioridad moral, en la que todos creen que saben sobre tu vida más de lo que tú mismo sabes. Pero yo siempre he dicho que nadie puede saber sobre ti y tus circunstancias lo suficiente como para, realmente ponerse en tus zapatos. Y si no pueden ponerse en tus zapatos, no tienen autoridad moral para juzgarte o hablar de ti, y mucho menos para que lo que puedan decir de ti te afecte o pueda alterar en algo la visión que Dios tiene sobre ti mismo, y lo que Él piensa de ti. Que la imagen que tengamos de nosotros mismos nos la de Dios, y no un atajo de chismosos.

Pero hay alguien que si puede ponerse en tus zapatos, porque te conoce y porque sabe como tú te sientes. Dios es el único que te conoce porque lo sabe todo, por eso puede juzgarte justamente y por eso puede hablar de ti, pues lo que habla es todo verdad y todo sin resentimiento. Y Dios también sabe como te sientes porque Él, en la persona de Jesús, vivió una vida plenamente humana. Y como vivió una vida plenamente humana, puede ponerse en tus zapatos antes que juzgarte. Imagino que uno de los puntos que inspiró aún más su misericordia, fue el sentir toda nuestra debilidad, porque somos débiles, y saber con lo que tenemos que luchar. Dios, el día que corresponda, hará un juicio como jamás se haya visto, un juicio de verdadera Justicia donde todo se tendrá en cuenta.

Tenemos que valorar todo lo que implica que Jesús se hiciera hombre, no es un simbolismo cualquiera, había una serie de propósitos de cumplimento prioritario para Dios con la venida del hijo. La primera venida de Jesús es el acto que da sentido a toda la historia. De hecho, haya el día de hoy, la primera venida de Jesús fueron los treinta y tres años más importantes y trascendentes de la historia por la cosas que implicaron la venida de Dios hecho hombre. Por eso, si entendemos que Dios es nuestro único juez, no debemos juzgar a otros nosotros, y es momento de que está Iglesia nuestra, pueda ponerse delante de esta sociedad en la que vivimos y, sin dejar de defender lo que creemos que es la verdad, poder tener la humildad de no juzgar a nadie, y poder decir que como Iglesia no juzgamos ni prejuzgamos. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 18 de diciembre de 2016

Dentro de unos años 19/12/2016

1 de Tesalonicenses 3:8: "¡el saber que ustedes están firmes en el Señor nos ha devuelto la vida!"

Llevo ya algunos años en la labor de educar a niños y a adultos, y siempre ha sido para mí una satisfacción el encontrarme años después con el fruto de ese trabajo. A veces, esto significaba darme cuenta de que había sido negligente o inexperto, pero otras veces simplemente era una gran alegría por ver que esa persona estaba bien, en un buen camino, y siendo positivo para su entorno. Ayer me pasó algo así, estaba en la calle y vi aparecer a algunos jugadores que empezaron en el baloncesto conmigo, y ahora están jugando en otros clubes en los que no nos vemos tanto y estoy menos al tanto de sus vidas. Así que cuando los veo y hablamos un rato, me da mucha felicidad ver que están bien, y ver que es lo que están viviendo y haciendo en estos momentos. Y sobre todo me da felicidad ver que siguen jugando, que son esforzados, competitivos y que tienen valores de competitividad.

Por eso entiendo como debiera sentirse Pablo escribiendo a los Tesalonicenses estos versos. Pues Pablo era un autentico sembrador de Iglesias allá donde iba, y para él, con el paso de los años, el encontrarse con el crecimiento o la mengua de las distintas comunidades debía de ser en parte un hecho motivante o desmotivante en su ministerio, sabemos que Pablo era un gran hombre de Dios maduro y sin embargo no creo que fuera ajeno a esas sensaciones. Es normal que cuando vemos a un hijo de Dios en victoria nos alegremos y que cuando lo veamos, no tanto en la caída, como en un alejamiento de la Iglesia o del mismo Dios, sintamos tristeza y desmotivación, somos humanos y vemos las cosas en términos humanos.

Por eso el estar firme no es un hecho que importe sólo por nosotros mismos, sino también por los que permanecen firmes por nuestro testimonio. Y, del mismo modo, caer derrotado no es sólo importante por el hecho de que nosotros vayamos a caer o no, sino por los hermanos que puedan verse arrastrados en la caída también con nosotros. Los testimonios de victoria endurecen, empoderan, motivan y construyen dentro de la Iglesia tanto, o aún más que fuera. De tal modo que a mi me llena de gozo saber que hay hermanos que se "sienten devueltos a la vida" simplemente por el hecho de verme firme en la fe, eso me responsabiliza de ellos, me hace cuidarme para cuidarlos. De tal modo, que al encontrarnos dentro de unos años, nos llene el corazón de gozo ver como aquellos que vimos llegar a Cristo siendo unos niños, se mantienen firmes y dispuestos a ganar más almas para el cielo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 17 de diciembre de 2016

Lo parece, pero no 18/12/2016

Apocalipsis 3:1 "Escribe al ángel de la iglesia en Sardis. Así dice el que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas: “Yo sé todo lo que haces, y sé que estás muerto, aunque parezcas estar vivo."

La vida ahí fuera muchas veces se mueve más por el parecer que el ser. En el deporte lo vemos muy a menudo, llegas a un campo ves a un equipo y a simple vista ganará, parece mejor equipo, pero una cosa es parecer y otra distinta es ser. A veces nos pasa en la búsqueda de trabajo. Tengo un amigo headhunter, que dice que si contara las veces que ha escogido al que parece mejor candidato y no lo es, su estadística lo retiraría. Y si nos damos cuenta un segundo, en la calle, cualquier día en cualquier lugar, si miramos a las personas, todas hacen por aparentar algo, incluso por sustentar que no aparentan nada. Todos quieren que se les vea más guapos, aparentar ser más listos, duros, rebeldes, autosuficientes y valientes de lo que en verdad son.

Yo he de decir para mí vergüenza que a veces he sido alguien que aparentaba ser un buen cristiano, que a ojos de los demás podía parecer tener una gran vida de comunidad, de oración y de servicio sin ser así. Yo he de decir, para mí vergüenza, que me ha pasado tantas veces que he llegado a darme cuenta cuando alguien está pasando por la misma fase que yo, cuando alguien está aparentando y no siendo. Y es relativamente sencillo darse cuenta por los frutos de cada uno de si realmente uno es o se comporta como. Y a veces olvidamos de que ser hijo de Dios lo somos, somos hijos de Dios para siempre, pero a veces no nos comportamos como debiéramos, como si no supiéramos que si que somos hijos de Dios.

En el Reino de Dios lo importante siempre es lo contrario que en el mundo en el que vivimos. En el Reino lo importante no es lo que uno aparenta sino lo que uno es, lo importante es ser y vivir lo que se es. La Biblia habla de esa doble vida y advierte de sus consecuencias en la vida del creyente. Estamos a tiempo de examinarnos y ver si aparentamos o somos, sobre todo porque el enemigo se usa de la comodidad del aparentar para alejarnos de la unción del ser. Quizás sea momento de romper con el ciclo de comodidad para comportarnos como auténticos héroes de la fe, como todos aquellos los que son, y se molestaron en no aparentar. Mañana es domingo y muchos nos pondremos la máscara del aparentar, pero Cristo está buscando para encontrarse con aquellos que se la quitaron, tú también puedes. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 16 de diciembre de 2016

Agarrarse al pecho 17/12/2016

1 de Corintios 3:2: "Les di a beber leche, pues no eran capaces de asimilar alimento sólido, ni lo son todavía,"

Los bebés son algo alucinante, me encantan los bebés. Cuando los bebés nacen son como pequeñas crías de marsupial que están programadas para moverse hacia el pecho de su madre para buscar el alimento. Y ese alimento es mejor que cualquier otro alimento preparado por el hombre. Tanto, que a veces dejan que el niño pase algo de hambre antes que darle un biberón. Pues un biberón es un alimento más fácil de consumir pero peor para el crecimiento y desarrollo de los bebés, y si se ajustan al biberón nunca cogerán ese pecho y ese alimento más difícil pero mejor no hará su efecto en él. La naturaleza es mejor que lo sintético, pero siempre es más difícil seguir el camino que Dios marcó que el que el hombre usa facilitando.

Y la palabra de Dios, los caminos Dios y la Iglesia son tal que así, llegamos y somos bebés espirituales, pero como bebés somos capaces de arrimarnos a la teta Biblia, y recibir los primeros alimentos espirituales. Sin embargo es importante que tomemos leche materna pura, ni diluida ni bebidas preparadas para tal. Por ello es importante poder dar con una Iglesias que tenga una doctrina sana, que quizás es más difícil de tomar pero que sin duda estimula a los creyentes para crecer firmes y fuertes para tomar el Reino. Si estas iglesias tienen doctrinas más fáciles, sucedáneos de la palabra, serán más fáciles de tomar, pero como resultado darán creyentes débiles y dependientes. Dependientes de su liderazgo, dependientes del reconocimiento, dependientes de las emociones.

Como Pablo decía, no es posible pasar a la profundidad del alimento sólido sin antes haber crecido de la leche espiritual, y al igual que hay niños que necesitan del pecho un par de años y otros a los cuatro meses piden fruta, habrá creyentes con una maduración más rápida que otros, y eso no es malo ni bueno, eso simplemente es. Por lo tanto, examinemos en que estado estamos. Si aún necesitamos la leche más pura, huyamos de los sucedáneos. Si necesitamos las primeras frutas, acompañemos esa leche con buenas lecturas, prédicas interesantes basadas en la sana doctrina. Y si ya alcanzamos una madurez, seamos canal de alimentación para otros, acerquemos a otros al pecho del Señor, y así seguiremos alimentándonos mientras ellos crecen. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 15 de diciembre de 2016

Asumir la culpa 16/12/2016

Santiago 1:14-15: "Al contrario, cada uno es tentado cuando se deja llevar y seducir por sus propios malos deseos.  El fruto de estos malos deseos, una vez concebidos, es el pecado; y el fruto del pecado, una vez cometido, es la muerte."

En psicología del deporte hay un mecanismo estudiado que es sumamente curioso. Resulta que en muchos deportes, sobre todo en los deportes de oposición, el deportista, al momento de ejecutar su acción errónea, sabe perfectamente que se ha equivocado. Sin embargo, el cerebro humano, como no digiere demasiado bien la culpa, crea una imagen alternativa y le sustituye por la real, de tal modo que para dicho deportista la imagen real es la que ha creado en la cual el árbitro o el rival son los que hicieron algo ilícito. Es curioso que tengamos ese punto en común de dificultad al asumir la culpa. Es más, incluso entrenadores pueden crear estas imágenes alternativas que son mentiras. Y el problema con esto es que de cara al público y al resto de los integrantes del juego el que crea la imagen, que no tiene mala intención, es un completo mentiroso. Todos hemos estado alguna vez viendo un partido y hemos dicho: ¿Pero de que se queja ese?

El problema del sentimiento de culpa es que es igual de incómodo en un partido de cualquier deporte que en el salón de cultos de cualquier comunidad. El sentimiento de culpa es un arma del enemigo para hacerte sentir mal después de haber errado, pecado, cometido cualquier error del tipo que sea. Pero el sentimiento de culpa no puede servirnos para crear mentiras, consciente e inconscientemente, que tapen a los ojos de los demás la verdad. Sobre todo porque esa mentira sirve a nuestro ego, proviene de nuestros malos deseos, y como toda mentira, es un pecado. El fruto de ese pecado siempre es la muerte, pero no sólo la de quien lo dice, también la muerte de una comunidad, de una amistad, de un amor... Todo por no asumir la culpa.

El hijo de Dios que ha entendido quien es, también entenderá que, como dice la palabra, todo su pecado debe ser revelado. Y una vez que somos capaces de confesar nuestro pecado, este es limpiado y además, el hecho de no crear falsas imágenes nos dará limpieza en la comunidad. La vida en comunidad es siempre difícil, siempre... Pero tenemos que buscar las fórmulas que no la dificulten aún más, o que puedan destruirla a base de mentiras muy elaboradas pero también muy ridículas. La madurez en la vida cristiana implica la humildad suficiente para entonar el mea culpa cuando sea necesario, y esto es un gran paso para morir a nosotros mismos, uno los grandes requisitos para entrar en el Reino según la Biblia. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Lento es más seguro 15/12/2016

2 Pedro 1:8: "Si todo esto abunda en ustedes, serán muy útiles y productivos en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo."

En el deporte somos generalmente buscadores de talento. El talento es algo que nos resulta interesante porque a veces hay que tener un sexto sentido para detectarlo en los deportistas. A veces un chico o una chica no destacan nada entre el resto y sin embargo tienen el talento suficiente como para ser determinantes en el futuro. Y el formador de talento ha de ser siempre alguien que mira al largo plazo. Pau Gasol en el año noventa y nueve era suplente en la selección española de su edad, cuatro años más tarde era titular en la selección española absoluta. Y lo que nos interesa es eso, la productividad, de nada nos sirve ser campeones infantiles si nuestros jugadores al ser adultos no han sido capaces de llegar a profesionales.

En la Iglesia a veces tendemos a replicar este proceso de anticipación a los tiempos, y tratamos de que la gente alcance ciertas expectativas nuestras antes de haber madurado lo suficiente. Queremos que sean productivos incluso aún antes de haber madurado como pequeños niños. Esto lo vemos tanto en algunos nuevos conversos, como en jóvenes con mucho talento que se criaron en la iglesia. Y eso puede quemar al poseedor del talento, puede pensar que es incapaz de llegar a la expectativa y abrumarse, y eso puede llevarlo a abandonar. En la Iglesia estamos para ayudar en el proceso para que en su justo momento, las personas puedan alcanzar sus potencialidades según Dios lo determine, no para acelerar esos procesos, menos si es por necesidades egoístas.

¿Y que proceso es ese? Pues el que marca todo el pasaje anterior al versículo de hoy. Este pasaje dice: "Por eso, ustedes deben esforzarse por añadir virtud a su fe, conocimiento a la virtud,  dominio propio al conocimiento; paciencia al dominio propio, piedad a la paciencia,  afecto fraternal a la piedad, y amor al afecto fraternal.". Es decir, hay que iniciar un proceso que comienza con la fe, e ir añadiendo virtud (santidad), conocimiento (de la palabra), dominio propio (don del espíritu), paciencia, piedad (misericordia), afecto fraternal (entre los hermanos) y amor (el amor de Dios). Y una vez conseguido todo, entonces podremos ser productivos, vivamos el proceso antes que el producto, así lo dice la Biblia. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

martes, 13 de diciembre de 2016

Cree en nuestro motivo 14/12/2016

Hechos 4:32: "Todos los que habían creído eran de un mismo sentir y de un mismo pensar. Ninguno reclamaba como suyo nada de lo que poseía, sino que todas las cosas las tenían en común."

La Revolución francesa fue un ejemplo de gran revolución nacional en la que un pueblo, casi de manera unánime, se levanta para conseguir algo, violentamente en este caso, pero de un modo que podría incluso envidiarse por su unanimidad. Y lo que hizo que aquella unión fuera tan unánime del pueblo francés fue, ni más ni menos, que un motivo firme y difícil de hacer caer, en aquel caso la emancipación de los franceses, que hizo que olvidaran las diferencias que siempre los habían separado. En un equipo deportivo la dinámica es igual, si hay un objetivo compartido firme, ese equipo es temible, y si el objetivo no sólo es pensado, sino que la totalidad de los miembros creen en él, ese es un equipo campeón.

Ayer andaba hablando con los miembros de un grupo al que pertenezco acerca de las grandes divisiones que tenía diariamente el grupo. Y Dios me habló de este problema a través del versículo de hoy. Porque lo que nos pasa en ese grupo es que no compartimos un leitmotiv que estructure nuestras partituras distintas y nos haga hacer melodías. Luego estuve pensando que cuando hay división en las comunidades y órdenes distintos de la Iglesia, es fundamentalmente porque no tenemos ese motivo, porque cuando se tiene ese motivo, cual revolución francesa, se unen los liberales con los comunistas y luchan unidos. Quizás es que entre nosotros haya variedad de motivos.

Pero ¿Cuál es el motivo que puede unir a toda la Iglesia y a todos los seres humanos? Pues la respuesta es Jesús. Jesús es el príncipe de paz, y es el cordero de Dios, cuya sangre es derramada por el pacto, y además es lo suficientemente estable como para saber que fue, es y será. Jesús es el leitmotiv de nuestra canción, de nuestra vida, y todas las vidas dan testimonio de quien es Él para el universo. Si todos los seres humanos centraramos nuestra mente, nuestros esfuerzos y nuestra vista en Jesús, acabarían de golpe todos los conflictos, sería la unión verdadera de los pueblos. Quiero que mi razón de ser, mi motivo, sea Jesús, y quiero creer con todo el corazón en ese motivo ¿Quieres creer tú en nuestro motivo? Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del Alma

lunes, 12 de diciembre de 2016

Virus 13/12/2016

Marcos 4:31-32: "Puede compararse con el grano de mostaza, que al sembrarlo en la tierra es la más pequeña de todas las semillas,  pero que después de sembrada crece hasta convertirse en la más grande de todas las plantas, y echa ramas tan grandes que aun las aves pueden poner su nido bajo su sombra.»"

Los virus son una peculiaridad muy curiosa de nuestro mundo. A decir verdad en términos técnicos no están vivos, y no hay manera física de destruirlos. De hecho, cuando un virus nos infecta, nos inmunizamos nosotros, no somos capaces de destruirlo. Otra de las grandes peculiaridades de los virus es que uno sólo de ellos puede infectar un organismo entero, pues el virus se inocula a una célula y la transforma en una fotocopiadora de virus, así que de la más pequeña de las estructuras biológicas, puede salir una infección que destruya un organismo humano, un elefante o una ballena. La infección de un virus puede ser completa en unos días, cuando estos toman las células de relevancia del cuerpo.

El Reino de Dios se expande igual que una infección vírica. Sólo necesita de un elemento, un elemento dispuesto a infectar el sistema. Porque un sólo elemento ungido por la palabra y la presencia de Dios puede replicarse hasta conquistar ciudades y naciones enteras. Por eso yo he animado siempre a aquellos que van a las células más relevantes, a las cárceles, a los hospitales, a las discotecas, a los medios y redes sociales a tomarlas en el nombre de Cristo. Este mensaje ha de ser llevado por aquellos a los que Dios ha preparado, por los virus más aptos, aquellos ungidos por el Señor para ir a esos lugares concretos, con un corazón de conquista, y suficiente con que una semilla sea sembrada, porque por pequeña que sea, el árbol será enorme.

Por eso no debemos temer el ir a un sitio si Dios nos manda, ser valientes para conquistar nuestras células diana. Hemos vivido una época en nuestra Iglesia dónde había tantos límites acerca de donde se podía o no se podía actuar que quizás algunas cepas del virus se aletargaron, se durmieron, casi olvidaron que su naturaleza no era estar, sino replicarse, multiplicarse e infectar nuevos lugares. Pero estamos viviendo el tiempo previo al avivamiento, el tiempo en que una nueva generación de cristianos se levanta, cristianos despiertos y deseosos de infectar cada lugar para la gloria de Dios. Vamos a vivir avivamiento en la medida en que dejemos que Dios nos unja para infectar, aunque uno esté solo, aunque no tenga fuerzas, Dios nos replicará. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del Alma

domingo, 11 de diciembre de 2016

Un padre atento 12/12/2016

Lamentaciones 2:26-27: "Es bueno esperar en silencio que el Señor venga a salvarnos.  Es bueno que llevemos el yugo desde nuestra juventud."

Supongo que todos tenemos ese tipo de recuerdos, de nuestra infancia, en la que nuestro padre o nuestra madre nos cargaban en brazos estando medio dormidos y nos llevaban a la cama, o ese tipo de recuerdo en el que antes de dormir alguien te arropa una fría noche de invierno. Quizás todos tenemos ese tipo de recuerdo, en el cual esperábamos a que uno de nuestros papás viniera a cuidarnos, a protegernos, a salvarnos... Pero luego llegó un momento en que quisimos ser independientes, no necesitar que nadie nos salvara, y pensamos que esa era la parte de hacerse adultos. Y en mi caso, al menos, eso me alejó mucho de Dios, porque no necesitaba que nadie me salvara, yo pensaba que yo mismo podría salvarme solo, y bueno, está claro que estaba equivocado.

Este tipo de cosas a veces sucede en la vida del creyente. Al convertirnos somos como niños en la presencia de Dios, no solo somos conscientes de que necesitamos ser salvados, sino que además anhelamos que nuestro Papá venga a salvarnos, a cuidarnos, a protegernos. Pero el tiempo de la niñez espiritual dura lo que dura, y en ese momento, puede ser posible que sintamos que no necesitamos ser salvados, ni protegidos, ni cuidados. Puede ser que sintamos que podemos estar por nosotros mismos, que podemos cuidarnos solos. Y ese es el error más fatal que podemos cometer, porque necesitaremos ser salvados hasta el fin de nuestros días.

Por ello debemos recordar quienes somos y cuáles son nuestras debilidades, porque cuando sintamos algún deseo de ser independientes tenemos que entender que sin Jesús no tenemos nada que merezca la pena. Y en ese momento tenemos que tratar de volver a ponernos el yugo que acabamos de soltar, el yugo liviano del Señor Jesús para que nuestras debilidades sean nuestras fortalezas, el motivo por el cual el Señor puede usarnos. Tenemos que pensar que, como un Papá cualquiera, el Señor se goza cuando esperamos su ayuda, su auxilio en vez de tratar por nosotros solos, tenemos que entender que el Señor puede entonces ser nuestro Padre, y que no podría serlo si no quisiéramos ser sus hijos. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del Alma

sábado, 10 de diciembre de 2016

Eres guap@ 11/12/2016

Isaías 45:12: "Yo hice la tierra; hice también al hombre y lo puse sobre ella. Yo extendí los cielos con mis manos, y di órdenes a todas sus estrellas."

Imaginemos la situación de un fabricante de muñecos que pasa toda su vida fabricando muñecos y muñecas distintos, únicos en su artesanía. Este hombre puso lo mejor de sus talentos en la fabricación de cada uno de sus muñecos, buscaba los ojos perfectos, los dientes más idóneos, unos eran más altos, otros eran más bajos, pero para él todos eran sumamente especiales. Los miraba en sus vitrinas, antes de ser vendidos y les ponía nombres, inventaba una vida para ellos... Era feliz y los amaba, porque eran su creación. Pero imaginemos que un día sus muñecos cobran vida, y se comportan al contrario de como el los pensó. Y no ven lo hermoso que él ha puesto en ellos, se ven feos, se ven imperfectos y defectuosos, y eso, imagino que debe entristecer mucho al constructor.

Esta metáfora ilustra lo que veo diariamente. Gente que va por la calle odiándose a sí mismos, a sus físicos, a sus defectos e incapacidades. Odiando lo que son porque no aman ser como son, sino completamente diferentes. Somos la creación que se enfrenta a su creador. El nos diseñó para ser felices tal como somos, y a todos nos ve hermosos, útiles, y en nuestro potencial. Nuestro creador pasa por las vitrinas y sonríe al vernos ordenados en nuestras cajas de cartón, esperando que funcionemos bien "al cobrar vida". Y cuando finalmente así lo hacemos, somos como juguetes defectuosos que encima le echan la culpa a su creador de su mal funcionamiento, de lo que no nos gusta de nosotros mismos, cuando los que hacemos un mal uso somos nosotros.

Quiero que leas esto con atención querid@ lector, eres guap@, eres list@, eres valiente, no eres perfect@ pero eres una obra de arte del mejor artista que haya existido nunca. Y estamos hechos para funcionar bien, así que tenemos que funcionar en lo que nos hace feliz, y si aún no lo sabemos, debemos pedir a Dios que nos lo muestre, y que nos muestre tal y como Él nos ve. Y no culpemos a Dios, porque tenemos lo que tenemos porque Él nos lo da, porque Él nos lo dio y porque aún tiene mucho que darnos en el futuro. Tenemos que recordar que nos pase lo que nos pase, seamos tal como seamos, es gracias a Dios que somos así, y que de veras que podría ser peor. Eres guap@, no lo olvides, eres guap@. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del Alma

viernes, 9 de diciembre de 2016

Conocer 10/12/2016

Deuteronomio 34:10: "Nunca más surgió en Israel un profeta que, como Moisés, hubiera conocido al Señor cara a cara."

Cuando era bastante más joven recuerdo haber conocido a un chaval que era campeón de España de Artes marciales, pero antes de conocerlo, lo había visto muchas veces en mi entorno. Y sus apariencias me hacían tenerle miedo, porque parecía alguien violento y duro, porque parecía un completo matón. Pero un día ese chico empezó a salir con una amiga mía, y lo conocí, lo conocí hasta que nos hicimos amigos. Al conocerlo me di cuenta que era un chaval bastante filosófico, de profundas miras morales, era vegano, no tomaba alcohol y enseñaba a niños. Cuando lo conocí como amigo me di cuenta del potencial que mi miedo anterior me había impedido conocer, e intenté que no volviera a pasarme nunca.

El otro día hablaba con una cliente acerca de la Biblia y de su significado en mi vida. Y ella me dijo una frase que me recordó a este mismo aspecto de mi pasado. Esta chica me dijo que, para ella, la Biblia daba miedo en muchos pasajes, y no puedo negar que, para aquel que la desconoce en su conjunto, la palabra de Dios puede dar cierto miedo. De hecho, el pueblo de Israel cuando Dios se le muestra se llena de miedo y piden que sólo se le hable a Moisés. Pero a los creyentes la palabra de Dios no nos da miedo porque conocemos a Dios y estamos en el proceso de conocerlo aún más a Él y a su palabra. De tal modo que tenemos que tener en cuenta que para aquellos que no conocen a Dios, Él es tan poderoso que puede ser como aquel matón que luego pasó a ser mi amigo, que su fuerza y su soberanía creen miedo o rechazo, y en determinados trozos sacados de contexto de su palabra puede mostrarse tal y como no es.

Por ello, tenemos que tener en cuenta que la premisa no es enfrentarnos a un público que no tiene una opinión acerca de Dios, sino más bien a un público que tiene una opinión de rechazo a Dios, a su palabra y a su iglesia. Por eso creo que el mejor evangelismo presenta a Dios por su amor y no por lo que puede dar miedo de Él, presenta al Dios Redentor y no al Dios que condenará en el juicio. Tenemos que ser sensibles, no a lo que queremos contar, sino a lo que los que aún no han nacido al Evangelio pueden escuchar. Ellos son aún más inmaduros que niños, aún deben tomar un alimento más simple que la leche, y no hay nada más dulce que el amor, que la salvación, que la obra de Jesús. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del Alma

jueves, 8 de diciembre de 2016

Para evitar malentendidos 09/12/2016

Génesis 9:23: "Entonces Sem y Jafet tomaron ropa, la pusieron sobre sus propios hombros y, caminando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, mientras volvían el rostro para no ver la desnudez de su padre."

Muchas veces, antes de convertirme fui una persona muy difícil para aceptar la autoridad, no me gustaba que me ordenaran, y no me gustaban los jefes que no daban ejemplo, por supuesto, a nadie le gustan ese tipo de jefes. Una de las cosas por las que no era bueno con ellos es que, en cuanto tenía una oportunidad, soltaba a quien fuera mis quejas sobre ellos. De tal modo, que no sólo conté cosas que no debía contar, sino que además conté cosas que no podía contar. Con el tiempo estas cosas me fueron pasando factura a nivel laboral, pues no se puede sobrevivir en ningún ambiente mordiendo la mano que te da de comer. Y tardé varios años después de convertirme en quitarme ese hábito horrible.

En el versículo de hoy se muestran dos principios bíblicos para evitar este problema. En primer lugar está el asunto de cubrir la desnudez, ante cualquier situación de desnudez metafórica de nuestro liderazgo estamos llamados a cubrir dicha desnudez con nuestra boca, con nuestros actos, con nuestra forma de andar junto a ellos, mostrando en nuestro respeto la dignidad que les mostramos. El otro principio es el de apartar la vista del pecado de nuestros líderes. Esto tiene su porqué, nos evita la tentación de imitar lo que estamos viendo de alguien a quien admiramos, nos evita la tentación de contar lo que vemos, de añadir detalles indecentes. Es muy importante para nosotros el ser capaces de apartar la vista.

Llevo un tiempo reflexionando en la importancia de que la Iglesia viva los principios bíblicos y se aleje del legalismo. Hemos tenido épocas en que si un pastor cometía un error se lo exponía públicamente, se le denigraba, y se le expulsaba de su ministerio. Y errores cometemos todos, no estoy diciendo que ahora todo sea un viva la vida y que el liderazgo pueda ser libertino, no, no es eso. Pero si alguien comete un error y está trabajando para solucionarlo, no sé de que puede servir el escarnio público. Como hijos estamos llamados a cubrir la desnudez de nuestros líderes, de nuestros jefes, de aquellos que nos gobiernan, por el bien del cuerpo de Cristo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del Alma

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Te lo juro 08/12/2016

Números 23:19: "Dios no es un simple mortal para que mienta o cambie de parecer. Si él habla, ciertamente actúa; si él dice algo, lo lleva a cabo."

Siempre encontramos personas que dicen las verdad en mayor o menor grado, y siempre tenemos la impresión de que la gente miente o no miente según la forma en la que habla. Yo he notado que las personas que juran mucho, generalmente están mintiendo, y entonces cuando dicen la verdad realmente es difícil creerlos porque estás acostumbrado a que te digan un montón de mentiras seguidas por "te lo juro". El ser humano es un ser que miente, fundamentalmente, porque odia tener que enfrentarse a las consecuencias de las cosas que hizo mal y para evitar ser juzgado por como realmente es. Por eso, cuando nos toca enfrentarnos a esas consecuencias o a ese juicio, preferimos mentir y librarnos, si es que podemos, antes que decir la verdad. Incluso cuando nos cogen, queremos seguir dando vida a nuestras mentiras.

Pero este versículo tiene una verdad preeminente, y es que a pesar de que Dios nos hizo a su imagen, Él no es ningún hombre. Y no es ningún hombre en cada milímetro de su infinidad, pero especialmente en estas dos cosas, Él no comete actos de lo que arrepentirse, además Él no puede ser ni sentirse juzgado por nadie. Por lo tanto, Dios no tiene ninguna razón para mentir, y aparte, su naturaleza de santidad le impide mentir. Por eso hemos visto a través de la historia que cada promesa hecha por Dios antes o después era cumplida con exactitud, con precisión meridiana en su justo momento. Dios cumplió, cumple y cumplirá cada una de sus promesas y lo hizo sobre la base de que no tenía que demostrar a nadie nada, sólo hacerlo.

De este pensamiento podemos sacar dos verdades bíblicas enormes. En primer lugar confianza y en segundo lugar ejemplo. Confianza porque la Biblia está llena de referencias para confiar en k Señor, porque Él no miente, porque Él siempre dice la verdad, y porque las promesas de Dios no son como las de los hombres que pueden tener mayor o menor egoísmo al ser pronunciadas, las de Dios son sólo una forma de motivarnos a seguir. La verdad de ejemplo hace referencia a que si Dios no miente, nosotros tenemos que intentar no mentir y ser fieles a la forma de ser de Dios para ser cada día un poco más como Él. Por eso Dios quiere que tengamos una palabra firme, que nuestro si sea si, y nuestro no, no... Por eso no seremos de esos que juran, e intentaremos morir por la verdad, y la verdad es Cristo. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del Alma

martes, 6 de diciembre de 2016

Si, yo también 07/12/2016

Hechos 10:45: "Los judíos circuncidados que habían acompañado a Pedro estaban atónitos de que también los no judíos recibieran el don del Espíritu Santo,"

En todos los equipos los años de veteranía son un grado, sobre todo a la hora de opinar, de liderar, de dirigir. Como entrenador me es relevante entender esos galones que existen en cada equipo, quien es el novato -porque sobre él versarán las bromas el primer mes-, quien es el capitán, quien tiene la fama de duro, a quien se le puede permitir más o menos, y quien tiene derecho a hacer tal o cual cosa. En todo grupo humano sucede de igual modo, y la antigüedad suele ser un aspecto muy importante a considerar para organizar los subgrupos con diferentes derechos, en todos estos ámbitos solo la gran calidad de un elemento lo pueden hacer saltar ese escalón o escalones de tiempo, es decir, sólo alguien con gran talento podrá adquirir una posición alta de manera más rápida.

El Reino de los cielos una vez más se muestra que es contrario a las corrientes de este mundo. Hay muchas parábolas en las que Jesús muestra que uno sólo necesita un segundo de la vida para arrepentirse y ser aceptado como hijo. La parábola del hijo pródigo, la de los jornaleros que fueron contratados a distintas horas, y otras muchas. Y a veces hay gente, especialmente entre los que siempre estuvieron en la Iglesia, que se preguntan que Justicia puede haber en acciones como estas. Pero Dios es un Dios justo porque Él observa todos los parámetros. Porque Él podría decir que es fácil andar con Él cuando se lo conoció desde pequeño, que es más meritorio encontrárselo cuando no se lo conoce... Dios observa TODAS las condiciones que afectan a un ser humano, por eso es justo, porque no mira el tiempo que le servimos, sino la razón por la cual le servimos también.

Por eso, si eres nuevo creyente, si te criaste en un hogar donde no existía el temor ni el amor a Dios no te preocupes, tienes todo el derecho de vivir plenamente en el cuerpo de Cristo. Y si te criaste en la Iglesia, da gracias por ello amando a tus hermanitos pródigos que constantemente llegan. La Iglesia es un lugar donde a veces miramos demasiado a los otros siervos, pero los buenos siervos tienen que pensar y vivir para complacer a su Señor. Y Él nos hizo a todos iguales en la salvación porque Él es justo. Así que si alguna vez te hacen sentirte distinto o mal, porque tú conversión fue paulatina, desde niño... O porque fuiste el último en nacer en la fe... Recuerda para ti, que tú también eres hijo, tu también tienes derecho, nadie es más ni menos que tú en este grupo excepto el Señor, así que si alguien te pregunta, diles: si, yo también. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del Alma

lunes, 5 de diciembre de 2016

La semilla de la tarde 06/12/2016

Eclesiastés 11:6: "Siembra tu semilla en la mañana, y vuelve a sembrarla en la tarde, pues no sabes cuál de las dos siembras será la mejor, o si las dos serán igualmente buenas."

De pequeños nos gustaba ir a pescar con mi padre y con mi abuelo a algún pantano. La pesca es sumamente caprichosa, es decir, puedes pasar la madrugada y la mañana sin coger un pez y de repente, después del almuerzo que salten directos a tu anzuelo. O puede ser que tengas un día de no parar pero todo lo que cojas sea de la misma especie. Es una tarea que requiere su ciencia y su experiencia, pero aún así, muchas veces resulta completamente impredecible, y te pasas las horas en silencio sin que aparezca por allí nada que muerda el anzuelo. En el mar de Galilea se pescaba con redes, y era curioso que a veces las redes volvían llenas y otras veces volvían vacías, a pesar de que las echaban en los mismos lugares, con la misma técnica, no siempre el resultado era el mismo.

En la vida cristiana, hablamos del evangelismo como siembra y cosecha, o como pesca y recogida, porque son dos términos que nos hablan de tres conceptos: la preparación, la espera y la recogida. En la preparación nosotros ponemos nuestro esfuerzo en algo, en este caso sembrar, o echar las redes, o en ir a lugares de oscuridad a llevar la buena nueva, y ese algo Dios nos lo ha mostrado tal y como es. En la espera es Dios quien hace todo el trabajo, a nosotros nos toca ejercitar la paciencia mientras Él hace que la semilla brote, que los peces piquen. Por último en la cosecha o recogida vamos con la alegría, con expectativas positivas de conseguir ver fruto de nuestro esfuerzo, ver como la gente se convierte, crece, se discipula y termina sembrando ellos.

Pero hoy quería hablar de la semilla de la tarde, que es la semilla que sobró y que podemos volver a echar a los campos que no brotaron, que es la red que salió vacía en el pasaje bíblico, y es cuando Dios te dice: invierte de nuevo en donde no funcionó, invierte de nuevo en ese campo desagradecido, en esa bahía baldía que todos los peces evitan, invierte en ese vecino maleducado, en esa madre del hijo que maltrata a tu hijo... Gasta la semilla que guardaste, echa las redes cuando el Señor te lo pida, porque en ese paso de fe, es cuando Dios te usa para cambiar la historia. Queremos todos ver y vivir el avivamiento para nuestro país, y es tiempo de que la siembra de la tarde sea tan importante como la siembra de la mañana. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

domingo, 4 de diciembre de 2016

Cercanía 05/12/2016

Salmos 37:4: "Disfruta de la presencia del Señor, y él te dará lo que de corazón le pidas."

Siempre me encantó la película "el Padrino", en una de las primeras escenas el personaje de Marlon Brando recibe en la boda de su hija a todo aquel que tiene una petición para él. En una de estas veces, él le pregunta al hombre que viene a pedir Justicia -muy significativamente- que porqué le llamaba Padrino si hacía mucho tiempo que se había alejado de él. Al final el padrino le concedía la justicia que pedía, que un poco sonaba más a venganza que a justicia. En la vida a veces la cercanía es lo que marca la diferencia entre obtener un trabajo y quedarse fuera, entre entrar en un equipo o quedarse fuera, entre vivir una experiencia inolvidable o pasar de largo por la vida. Digo, sin temor a equivocarme, que la gente que no crea lazos de cercanía durante su vida, poco más que vive a hurtadillas.

Dios tiene un carácter que ama la cercanía. Cuando leemos los salmos, o la manera en que Jesús hizo amigos y les hablaba, o el modo en que el Espíritu Santo ministra sobre cada uno de nosotros, vemos que Dios ama el trato cercano y personal, el trato individual. Y dice la palabra que de ese trato individual Dios nos conoce en lo más profundo, y nos da lo que más anhelamos. Pero no debe ser esa la razón por la que buscamos esa intimidad, esa cercanía. Debemos cuidar esa intimidad porque no hemos sido nosotros los primeros en empezar el nexo, la relación. Tenemos que cuidar la relación porque el ser más maravilloso, poderoso, precioso, sabio, santo, grandioso que pueda haber existido jamás ha decidido que tu y yo merecemos la pena como para conocernos, salvarnos y amarnos.

Cuando de vez en cuando consigo salirme de la burbuja del yo, del hoy, del aquí, y contemplo la historia, el mundo con un poco de perspectiva, y pienso en que desde el principio Dios estaba moviéndose por nosotros, cuidando de nosotros, amándonos antes de existir, de tener una consciencia... Disculpen la expresión, pero ¿Que puñetas importa si Dios sólo quisiera de nosotros atención sin darnos nada a cambio? ¡Estamos hablando de que Dios nos ama! ¿Acaso hace falta algo más? Dios, encima, por su amor decide darnos lo que más anhela nuestro corazón, pero acaso... ¿no debiera ser esa intimidad nuestro mayor anhelo? Yo hoy quisiera poder decir que disfruto de esa intimidad todo el tiempo, pero no cierto, ese es mi gran aspecto a mejorar, lo otro vendrá rodado. Créeme, esa intimidad es lo que nos conviene cultivar. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

sábado, 3 de diciembre de 2016

Las compañías 04/12/2016

Proverbios 13:20: "Quien se junta con sabios, sabio se vuelve; quien se junta con necios, acaba mal."

Uno de mis mayores miedos antes de que Judith fuera al colegio era que no podía controlar el medio en el cual ella iba a desenvolverse, y pensaba que en cualquier instante podría ocurrir algo que afectara su integridad física, emocional o psicológica. Una de estas cosas es que se hiciera amiga de alguna mala influencia, básicamente porque con su edad yo tenía tendencia a ser amigo de niños que me enseñaban cosas que yo no debía saber y me influenciaban en cosas que no eran buenas para mí. La influencia de las personas sigue siendo fundamental cuando uno crece en la construcción de la personalidad, incluso siendo un hombre ya. En función de las personas con las que uno anda puede modificar su forma de pensar inconscientemente para sentirse cómodo con el grupo de amigos, la pareja y otros contextos.

Yo conocí al Señor por la influencia de una chica, principalmente, y de un nuevo grupo de amigos todos creyentes. El estar influenciado por ellos me llevo a preguntas que nunca me había hecho y el día que necesité a Cristo estaba listo para llamar, estaba listo para ver. Igualmente unas influencias negativas pueden llevarnos a alejarnos de Dios, de su palabra o de su propósito para nuestra vida. No hablo específicamente de no creyentes, puede ser que en la misma iglesia tengamos amigos que interfieran en nuestra relación con Papá, puede que escojamos una esposa cristiana que interfiera con nuestro propósito, puede que nuestros amigos no valoren la santidad y decidamos con el tiempo que eso no es importante -enorme error- como para cuidarla.

Por eso, sigamos este versículo, y de cada cosa que nos preocupe de nuestra vida espiritual, busquemos a gente que nos pueda sumar en esas facetas. Si queremos mejorar en humildad, busquemos a gente humilde con la que sentarnos. Si queremos cuidar más nuestra santidad, acerquemos nuestra amistad a gente que cree que cuidarla es importante. Si queremos ser mejores administradores, estemos cerca de quien ya lo es. Si queremos estar en algún Ministerio, hagamos amistades con gente de ese ministerio... No debemos dejar al azar las amistades que tenemos, no debemos dejar al azar las influencias a las que vamos a estar ligados, porque el enemigo se vale de esas influencias y de ese falso azar para robarnos las dádivas de Dios. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

viernes, 2 de diciembre de 2016

Súper restaurador 03/12/2016

Nahúm 2:2: "Los saqueadores despojaron a Jacob, ¡estropearon las viñas de Israel! Pero el Señor restaurará su antigua gloria."

En los grupos grandes de personas siempre se forman camarillas, que son grupos más pequeños de personas que se mueven por distintos intereses. En los grupos de jóvenes, como en los de mayores, cuando estos intereses entran en conflicto se crean enemistades que pueden llegar a ser realmente serias, que pueden sobrepasar lo lógico o lo que uno entendería por normal en la situación. En este caso hay veces que hay auténticas conspiraciones, auténticos complots para ganar en la consecución de la cuota de poder correspondiente. En esas conspiraciones se pueden romper amistades de años, se puede hacer daño físico, emocional e incluso espiritual, simplemente por poder, como si este te pudiera dar gozo, felicidad o amor...

En la Iglesia este fenómeno puede darse a veces, de diferentes maneras. Dentro de una comunidad, en una fraternidad de pastores, en la dirección de un ministerio, esto a veces pasa de tal manera que se crean complots, con murmuraciones, mentiras y conspiraciones muchas veces tan absurdas y carentes de sentido que es muy irritante cuando salen a la luz y verdaderamente ves las razones. Sobre todo porque este tipo de conflictos, de enemistades o conspiraciones, como dice en versículo de hoy dañan a los hijos de Jacob, al pueblo de Israel moderno, a la Iglesia del Señor. Y el celo por la iglesia del Señor debe consumirnos para poder evitar el instinto de participar en estas conspiraciones.

Pero el Señor es un Señor de devoluciones, todo lo que el enemigo con su influencia nos roba, el Señor nos lo devuelve, y tras la tormenta, del tocón caído por el rallo, el Señor siempre levanta nueva vida, nuevos hogares, nueva familia. Digo esto porque puede ser que hayas sentido que el enemigo vino a robar y destruyó todo lo que tenías, puedes pensar que la tormenta destrozó a su paso todo lo que habías construido por la gracia de Dios, y el verse saqueado o destruido son situaciones como para perder la esperanza y rendirse. Pero Dios es un Señor de restauración, la historia de hecho es la puesta en marcha de la restauración del Reino de Dios, y creemos que su plan trae de nuevo lo que se cayó, lo que se perdió y lo que se fue. Todo ello se levantará, se encontrará y volverá... Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma

jueves, 1 de diciembre de 2016

Niñerías 02/12/2016

Salmos 42:11: "¿Por qué te desanimas, alma mía? ¿Por qué te inquietas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún debo alabarlo. ¡Él es mi Dios! ¡Él es mi salvador!"

Todos hemos sido niños, y recuerdo cuando éramos pequeños el factor común era que, en momentos de dificultad todos acudíamos a nuestros padres por ayuda y consuelo, por consejo y protección. Si tu ves como un niño es con respecto a sus padres tendremos otra de las cualidades que Dios quiere que copiemos de los niños. Y es que los niños, en situaciones normales adoran a sus padres, pregúntale a cualquiera, y te dirá que su mamá es la más guapa, su papá es el más fuerte, ... Casi se parece a una alabanza genuina, y muchas veces en la alabanza olvidamos nosotros hablarle en estos términos a Dios. Sin embargo al crecer nos vamos queriendo independizar, y ese ansia de independencia nos hace rehusar un tanto de nuestra filiación paternal para transicionar hasta nuestra propia paternidad o maternidad.

En nuestros momentos de dolor no somos muy partidarios de alabar al Señor, solemos ser más partidarios intentar solucionar en nuestras fuerzas y cuando no lo conseguimos, enfadarnos y clamar. Esta respuesta es muy natural, es normal que nos enfademos cuando lo que ocurre se opone a nuestra idea de bienestar, a nuestra idea de lo que Dios debiera estar haciendo por nosotros, y en esas circunstancias es algo normal alejarse enfadado de Dios. Pero la respuesta natural la podríamos examinar si la viéramos en un niño con respecto a sus padres. Si un niño se enfadara con sus padres cuando se hiciera daño diríamos que la acción es una niñería, pero entonces me pregunto ¿Es que de los niños sólo copiamos lo malo? ¿las niñerías?

Por eso David dice en el salmo a su alma que no se inquiete, que espere en Dios, porque sabe lo que es, estando en las situaciones de más dolor, más terror y más necesidad, dejarse de niñerías con el Señor, asumir responsabilidades y alabarle en la mayor dificultad. Así que hoy la palabra lleva deberes, la palabra lleva un ejercicio. No sé en qué momento te encuentras, querido lector, pero hoy vas a decir a tu alma el versículo de la cabecera, y te lo vas a creer, porque es verdad que Él es tu Dios, que Él es tu Salvador, y salvándote está, a ti y a mí, no sólo en lo espiritual, también en lo que nos está causando dolor. Alaba al Señor, haz callar tu alma, y Dios cumplirá sus promesas como siempre. Amad@ lector@, Dios te bendiga.

Guille Alías - Semillas del alma